Continúa el goteo de llegada de jugadores del Iberostar Tenerife, prestos ya para el comienzo de la pretemporada, esta próxima semana, a las órdenes del entrenador aurinegro Txus Vidorreta. El último en hacerlo fue Tomasz Gielo, que ayer se planto en la Isla con el objetivo de redimirse en este curso, tras su grave lesión que en el pasado apenas le permitió debutar como canarista.

Hace poco más de 10 meses, el 30 de septiembre de 2018, el internacional polaco se rompió -tendón rotuliano de su rodilla derecha, con afectación parcial del ligamento cruzado anterior y posterior-. Desde entonces, una sempiterna recuperación ha jalonado su día a día.

Como era la intención del club insular, Gielo terminó renunciando a representar a su país en la venidera Copa del Mundo de China para afinar en sus prestaciones de cara a la campaña 2019/2020.

A su llegada al Aeropuerto de Tenerife Sur -Reina Sofía-, el canarista explicó que está "bien, preparado para jugar al 100% y ayudar al equipo a ganar partidos. Creo que tengo un poco de deuda con este club y con sus aficionados. Este año quiero dar lo que pueda", tras un año de experiencia en la Isla, "más en rehabilitación que en la cancha", manifestó el interior.

El jugador de 26 años y 205 centímetros se mostró "muy feliz" y con "muchas ganas de volver para trabajar con el equipo. Tenemos una plantilla completamente nueva, pero muy buena, con mucho talento y con jugadores valientes que pueden jugar en diferentes posiciones. Hay mucha ilusión por empezar", señaló.

Gielo es la única pieza aurinegra que repite con respecto a la pretérita temporada 2018/2019. "Solo conozco a Dani Díez y a Álex Suárez. En el mes de junio tuve la oportunidad de conocer a Álex López. Creo que tenemos una plantilla buenísima, pero necesitamos un poco de tiempo para conocernos todos y mejorar la química del equipo, dentro y fuera de la pista", culminó el polaco.