El Tenerife espera goles y Ramón Miérez, delantero argentino de 22 años que pertenece al Deportivo Alavés, es uno de los llamados a aportarlos en la temporada 2019/2020. El acuerdo para su llegada a la Isla es total, como el propio jugador desveló en un desliz el pasado 16 de julio. Publicó entonces en su cuenta de instagram una imagen en la que anunciaba su "nuevo destino" y reflejaba el nombre de la Isla. Sin embargo, la oficialidad de este fichaje no ha visto la luz.

De manera oficiosa, fuentes de ambos clubes dan la cesión como cerrada y colocan la lesión muscular del futbolista (una rotura de fibras en el cuádriceps izquierdo) en el centro del problema, puesto que la entidad insular querría incorporar al atacante cuando esté en disposición de competir. Además, Víctor Moreno ha sondeado el mercado de delanteros en busca de alternativas sin encontrar otras que, en estos momentos, estén en disposición de venir a Tenerife y dentro del rango económico fijado para la operación en cuestión.

Lastrado por el tope salarial, el director deportivo blanquiazul ha afrontado contrataciones de perfil medio/bajo en demarcaciones auxiliares para invertir en otras consideradas prioritarias. Así, ya afrontó el pago de un traspaso para reforzar el centro de la zaga con el serbio Nikola Sipcic y realizó una potente oferta económica a Samuele Longo, cuyo destino más probable es el Deportivo de La Coruña. Incluso, llegó a ofrecer 200.000 euros al Cartagena por el traspaso de Elady Zorrilla.

La llegada de Miérez, una operación barata, permitiría afrontar los últimos fichajes como algo más de margen y en un momento del mercado en el que hará falta músculo para convencer a los jugadores deseados.

Dos extremos, uno de cada perfil, están en el punto de mira de Moreno. Maneja el arquitecto del proyecto 19/20 entre "diez y quince aspirantes" para esas vacantes. Muchos de ellos son pretendidos por clubes con mayor capacidad económica. De ahí la trascendencia en llegar a las dos últimas semanas con dinero por gastar.

Acuerdo desde marzo

Moreno, que conocía perfectamente a Miérez porque se encargaba del seguimiento al NK Istra, quiso traer ya en enero al delantero argentino. Entonces, el Alavés no quiso perjudicar a su club satélite (tiene un 85 por ciento del accionariado), pero prometió al Tenerife que sería su primera opción en el mercado de verano. En el mes de marzo ya existía un compromiso en este sentido a la espera de la permanencia insular.