Suso Santana va camino de su novena temporada en la primera plantilla del Tenerife, recorrido en el que presenta una cifra de partidos jugados al alcance de muy pocos: 284 en Segunda A, Segunda B, Copa del Rey y fases de ascenso. En el tercer día de concentración del equipo en Melgaço, el capitán de la plantilla blanquiazul repasa algunos momentos de su carrera, comparte las sensaciones de un veterano tan especial como él y expone la que, a su juicio, debería ser la ruta a seguir por el equipo en la campaña 2019/20. Cansado de ser partícipe de proyectos que se quedan en el camino hacia grandes metas, remarca la conveniencia de no saltar etapas. "No le puedo decir a la gente que vamos a estar arriba, pero sí que vamos a pelear por estar arriba y que el equipo se lo va a dejar todo en cada partido por estar en la mejor posición en la tabla clasificatoria", advierte el futbolista tinerfeño.

¿Cómo lleva lo de estar de pretemporada fuera de casa?

Lo llevo bien. Sirve para hacer grupo, asimilar mucho mejor lo que quiere el entrenador y descansar mucho más que estando en casa. Estamos trabajando muy bien, muy fuerte. Nuestro único objetivo ahora es llegar en las mejores condiciones posibles al inicio de la Liga.

¿Qué hace en los ratos libres?

Ver series y leer algún libro. Y descansar, ver la televisión?

¿Qué serie y qué libro?

La Casa de Papel. Y ahora estoy leyendo el libro de Víctor Valdés.

Ya acumula diez pretemporadas con el Tenerife (estuvo en la de 2007 antes de salir cedido al San Isidro). Todo empezó en aquel verano de 2006 con Krauss.

Fue una experiencia muy buena. Era un recién llegado al fútbol profesional y recuerdo que entrenábamos muy temprano en Barlovento, porque hacíamos tres sesiones al día. Son vivencias muy bonitas. No sé si ya llevo ocho o nueve veranos en este equipo. Vivo el día a día, porque no sé cuándo va a terminar. Disfruto cada día como si fuera el último.

¿Más ahora que antes?

Si te digo la verdad, te mentiría. Siempre me he marcado el objetivo de vivir el día a día y hacerlo lo mejor posible. En esta profesión nunca sabes cuándo se va a acabar una etapa o, en mi caso, voy a dejar de vestir esta camiseta que tanto me ha costado vestir.

Si le hubieran dicho en aquel verano de 2006 que iba a entrar en la lista de los diez futbolistas con más partidos en el Tenerife?

Sinceramente, no me lo hubiera creído. En aquella temporada me costó muchísimo empezar jugando y hacerme un hueco en el equipo. Y en el siguiente año tuve que salir cedido. Pero siempre tuve la mente puesta en que iba a poder volver y que debía seguir trabajando día a día para vestir esta camiseta. Al final lo conseguí y aquí sigo trabajando cada día, porque no sé cuándo será mi último partido con el Tenerife. Lo disfruto como ese primer día en La Palma.

¿Qué valor le da a ser un jugador histórico en activo?

Le doy mucho valor, y más por ser de la Isla y haber sido canterano. Me ha costado muchísimo. Y es muy bonito estar entre los diez jugadores con más partidos. Pero quiero seguir alargando mi etapa en el Tenerife, siempre y cuando me encuentre bien y aporte cosas.

Se suele decir que es más difícil mantenerse que llegar. Usted llegó dos veces. ¿Dónde sitúa la clave de su continuidad?

En la constancia. Nunca me doy por satisfecho con lo que hago. Me intento superar siempre y creo que gracias a eso he conseguido mantenerme donde estoy. Sigo con la misma ilusión y las mismas ganas del primer día. Vivo cada entrenamiento como si fuera el último.

Si pudiera hablar con el Suso de hace trece años, con aquel recién llegado, ¿qué consejo le daría?

Cometí muchísimos errores, pero aprendí de todos. Me sirvieron para darme cuenta de que no podía seguir por el camino en el que iba. No era el camino correcto. Llegar puede ser relativamente fácil, pero mantenerse es lo complicado. Para eso tienes que ser muy profesional, constante en tu trabajo y, sobre todo, darle mucha dedicación a lo que haces, porque esta camiseta representa muchísimo y hay que cuidarla.

Una vez consolidado en el Tenerife, tras su regreso en 2012, ¿llegó a recibir alguna oferta tentadora para marcharse?

Sí. Y de mucho dinero. Hubiera ganado tres o cuatro veces más de lo que gano en el Tenerife. Pero mi mentalidad siempre fue la misma. Desde que volví siempre dije que quería estar en el este club y que mi intención era y sigue siendo la de retirarme en el Tenerife. Y si no puede ser, será en otro sitio. Mi único objetivo era vestir la camiseta del Tenerife y es cierto que esa oferta fue tentadora, pero decidí quedarme porque era lo que me pedía el corazón.

¿Alguna vez pensó que estaba en su último año en el Tenerife?

No lo sé. Cuando regresé en 2012 firmé por un año con opción a otro por el ascenso a Segunda División. A partir de ahí, sabía que con mi trabajo y mi constancia iba a conseguir renovar, y así fue. Al final, vivo el día a día como si fuera el último. Como no sé cuándo se va a acabar, lo disfruto cada vez más. No sé si volveré a renovar o no. Es algo que ahora mismo no me preocupa. Sé que tanto el club como la gente valoran mucho mi trabajo. Lo único que tengo que hacer es dedicarme a lo que hago, que es entrenar y aportar mi granito de arena al equipo para estar en las mejores condiciones posibles.

¿Cómo se ve este verano? ¿Qué papel cree que tendrá?

Como el de todas las campañas, el de trabajar para intentar ganarme un puesto en las alineaciones. Y si no es así, buscaré estar entre los convocados o aportar desde donde sea. Lo que tengo claro es que quiero jugar y competir.

¿Se conformaría, en lo individual, con una temporada como la pasada? Dejó el listón alto.

No. Me gustaría mejorar. Pero cada temporada es totalmente diferente. Es cierto que en la campaña pasada me encontré muy bien hasta la lesión (fractura del hueso malar en la antepenúltima jornada). Estaba jugándolo prácticamente todo y eso era lo que quería.

Aún no tiene competencia en su puesto. ¿Le preocupa perder protagonismo si llega un fichaje?

Ahora mismo no pienso en tener un papel secundario, sino en aportar, entrenar, llegar en las mejores condiciones al primer partido? Toda la competencia que venga, será buena. Ahora está Josué, que lo está haciendo fenomenal. Encima es un chico que coge los consejos a la primera y que puede aportar mucho. Ya veremos si viene alguien o se queda él.

Usted puede decir, de manera literal, que se ha partido la cara por el Tenerife.

Sí. Fue una acción fortuita, un lance del partido. Por suerte no pasó a mayores. Todavía tengo secuelas, me han quedado molestias. Espero que vayan desapareciendo.

¿Cómo soportó el dolor? Llegó incluso a marcar de penalti en ese triunfo clave ante el Oviedo.

El doctor me preguntó si quería el cambio y le dije que no, a pesar de que no veía nada por un ojo. A los cinco minutos me fui encontrando mejor. Tenía dolores, pero se me aliviaron un poco con una pastilla. Luego, en el descanso y ya en frío, sí me molestó mucho más. Pero nos jugábamos demasiado y no era el momento de salir del campo. Si las piernas me daban para seguir corriendo, lo de la cara era lo de menos.

¿Qué tal los días posteriores?

No se los deseo a nadie. No puedes ni comer ni masticar. Casi no puedes ni hablar. Mi primera pregunta después de sufrir esa lesión fue si iba a poder jugar el siguiente partido. Quería ayudar en Lugo, pero no me dejaron. Por suerte, el triunfo anterior ante el Oviedo nos dio media permanencia. El equipo lo hizo muy bien en el Anxo Carro y aseguró la salvación, que era lo mínimo que teníamos que hacer. Después de la temporada tan desastrosa que habíamos hecho, eso era lo mínimo.

Viniendo de donde vienen, ¿en el equipo piensan en la permanencia como objetivo básico para la nueva temporada?

Nos tenemos que marcar el objetivo de ir partido a partido. Siempre estamos lanzando las campanas al vuelo y diciendo que tenemos que estar arriba porque somos el Tenerife. Y sí, está bien, somos el Tenerife, pero eso hay que demostrarlo en cada partido, porque con el escudo, con el nombre y con la historia no se gana. Lo que tenemos que hacer es trabajar día a día, competir y llegar en las mejores condiciones a cada partido para intentar sumar de tres en tres. La Liga siempre te pone donde mereces.

Entiendo que sea lo que piensan en el vestuario. Si le pregunto por cómo debería afrontar la afición esta temporada?

Pero siempre estamos con el pasado. La Liga anterior ya se fue. No tenemos que estar mirando hacia atrás. Cada uno puede opinar y decir lo que quiera, pero nosotros somos conscientes de lo que tenemos que hacer. Después nos puede salir bien o mal, pero lo único que queremos es competir y dejar al Tenerife lo más arriba posible, siempre desde la humildad, el trabajo y, sobre todo, de no marcarnos objetivos, porque cada vez que nos marcamos un objetivo, nos la pegamos. En las dos últimas temporadas nos pusimos el objetivo de estar arriba y pelear por el ascenso, y mira lo que nos pasó. Llevamos dos años seguidos así. Por tanto, vamos a estar tranquilos, a tener los pies en el suelo, a trabajar día a día y competir cada balón como si nos fuera la vida.

Se supone que ese es el punto de partida ideal.

Es que tenemos que ser claros. No puedo venir aquí y engañar a la gente diciendo que vamos a pelear por estar arriba si después el equipo no hace lo que tiene que hacer. Tenemos que ser realistas. No le puedo decir a la gente que vamos a estar arriba. Lo único que le puedo decir es que vamos a pelear por estar arriba y que el equipo se lo va a dejar todo en cada partido por estar en la mejor posición posible de la clasificación. Pero no le voy a mentir a nadie diciendo que el objetivo del Tenerife es ascender. Sabemos lo que es el Tenerife y lo que es Tenerife, y debemos tener muy claro hasta dónde podemos llegar.

Hablemos de fútbol. ¿Gustará el estilo de Aritz López Garai?

Creo que sí, porque a la gente de Tenerife le gusta el buen fútbol y el buen trato del balón. Eso es lo que quiere el míster, tener la pelota, tener mucha paciencia para atacar, saber diferenciar cuando hay que atacar y cuando toca correr o no hacerlo? El míster tiene las ideas muy claras y las estamos asimilando. Las pretemporadas sirven para eso y no para tener resultados en los amistosos. Recuerdo otros veranos en los que ganamos todos los partidos y luego llegamos a la Liga y no le ganamos a nadie en las siete primeras jornadas. Por eso digo que las pretemporadas están para coger conceptos y ritmo.

En teoría, un juego más elaborado tardará más tiempo en cuajar. ¿Habría que pedir paciencia?

No le voy a decir a la gente lo que tiene y no tiene que hacer. Nosotros tenemos que ser lo suficientemente profesionales para saber lo que queremos, lo que nos pide el míster y qué tenemos que hacer. Con eso y con trabajo creo que podremos hacer un buen año. Pero siempre que entrenemos y compitamos como si fuera el último día, porque eso nos va a marcar nuestra posición en la tabla.

Pero, ¿el proceso de asimilación será más largo de lo habitual?

Al ser un sistema totalmente nuevo, podría ser. Además, están viniendo muchos jugadores nuevos. Pero espero que no sea un proceso largo. Lo importante es tener claro qué quiere el míster y hacer lo que toque en cada momento.

¿Se va cohesionando el grupo?

Los que llevamos más tiempo aquí, no solo los capitanes, tenemos que hacer que los compañeros nuevos se sientan cómodos y ayudarles en lo que necesiten. Cuanto antes se adapten, antes ofrecerán un mejor rendimiento.

¿Qué representa para el equipo la vuelta a la actividad de Aitor?

Es un jugador importante para nosotros. Ya lo ha demostrado. Es cierto que Aitor llevaba mucho tiempo sin jugar un partido, así que habrá que tener paciencia con él. No cualquier futbolista logra salir de una lesión como la suya.