"No recuerdo cuando no jugaba al tenis". La vida de Juan Camilo Pérez -Puerto de la Cruz-, más conocido por "Juancho", ha ido de la mano de una raqueta. Empezó a practicar con cuatro años y a sus 16 ha obrado un triunfo de campanillas.

Recientemente, el norteño del Oceánico Tenis Club se adjudicó el Campeonato de España cadete sobre la tierra batida de los campos del Club de Tenis Tarragona. Lo llevó a cabo tras hacer historia: fue la primera vez que un jugador levantó el cetro de la categoría viniendo desde la fase previa.

En total, disputó ocho encuentros -dos de ellos, en la previa- en sendos días, a los que hubo que sumar los compromisos de dobles -alcanzó los cuartos de final junto a su compañero Pablo Pérez, campeón de Canarias-.

"Fui de menos a más y acabé al máximo nivel posible", explica el jugador a El Día, previamente a comenzar su entrenamiento en las instalaciones portuenses. Juancho solventó el duro escollo de octavos -casi tres horas de duelo ante Luis Francisco Sampedro-, mientras que en la final doblegó al andaluz Alejandro Turriziani.

Europeo y Estados Unidos

Su gran actuación en el Nacional le abrió las puertas al torneo continental. En latitudes rusas, sobre tierra batida, no pudo superar la primera ronda. "Me tocó con un jugador local bastante grande, que pegaba muy fuerte. Su bola me sobrepasó". Por su parte, en dobles alcanzó los octavos de final -junto al mentado Turriziani-. "Perdimos frente a los número cinco". Con apenas unos días de estancia en la Isla, este sábado tomará nuevamente el puente aéreo, aunque en este caso hacia Estados Unidos. Durante tres semanas disfrutará de una beca para mejorar en un centro de alto rendimiento de Nueva York.

Polvo de ladrillo

A pesar de que su club, el Oceánico, no ha incorporado el polvo de ladrillo a sus pistas hasta esta misma semana, y ha entrenado toda la vida sobre moqueta, la tierra batida es su superficie preferida y de la que es especialista. "Cuando juego ahí, mi nivel suele subir", explica. Y es que su estilo va en consonancia con madurar los puntos, lejos del juego agresivo que requieren las pistas rápidas. Su entrenador, Agustín González, suele utilizar apaños prácticos, como subir la red, para que trabaje más los puntos.

Hacia el profesionalismo

Cuestionado por sus sueños, Pérez afirma que le "gustaría ser tenista profesional. Voy a seguir intentándolo". Su propósito es jugar torneos de ranking internacional, con el objetivo de "seguir mejorando para conseguir estar lo más arriba posible". Entre los aspectos por pulir están su "saque" y su "volea", indica un tenista que destaca por su "derecha invertida". Todo ello lo quiere llevar a cabo en su Puerto de la Cruz natal. "Creo que me quedaré aquí, con mi entrenador Agustín González", comenta sin dudar un ápice.

Pies en el suelo

Aunque le dedica "unas 12 horas a la semana" a la práctica del tenis, Juancho afirma, meridiano, lo "fundamental" que son "los estudios" en su desarrollo vital. "Ahora empezaré primero de Bachillerato y seguiré estudiando mientras entreno. Voy a ir por ciencias. Me gustaría hacer algo relacionado con la ingeniería y la biología", manifiesta Pérez.

Referentes de altura

Juancho Pérez lo tiene claro a la hora de señalar sus ejemplos dentro del tenis profesional. "Me gustan mucho Rafael Nadal y David Ferrer -retirado del circuito mundial en la presente temporada 2019- por su trabajo y forma de superar las adversidades. Por talento y por juego en sí, me quedo también con Roger Federer", apunta en relación al tenista con más Grand Slam a sus ya expertas espaldas. Lúcido, el deportista tinerfeño comenta que quiere dedicarse profesionalmente al tenis porque "es uno de los deportes en los que dependes mayoritariamente de ti mismo. Si das el máximo, podrás llegar muy lejos", sentencia.

Irene Acevedo, otro joven valor portuense que marcha al alza

La jugadora del Oceánico Tenis Club, Irene Acevedo, compartirá experiencia norteamericana junto a Juancho Pérez. A sus 15 años recién cumplidos, también realizó un gran Campeonato de España, a pesar de no haber podido ganar como hizo su compañero. Arribó a cuartos de final tras superar la fase previa -dos partidos-. En total, disputó cinco encuentros -tres de la fase final-, en su primer año en la categoría cadete. "Fue una buena experiencia", reconoce una tenista que ya había comparecido en los estatales alevín e infantil.

Este curso ha arrasado en Canarias, proclamándose no solo campeona cadete, sino también júnior. "Excesivamente impecables", según apunta su entrenador, Agustín González, han sido sus notas académicas.

Aún no sabe lo que le gustaría estudiar, aunque sí que "ser tenista". Para ello saca lustre a su revés, su "mejor golpe", con ahínco en seguir mejorando "todo" de su juego.