Holanda se ganó hace décadas la fama de ser considerada como la referencia en el trabajo de cantera. Con la ejemplar escuela del Ajax como abanderada, los equipos neerlandeses siguen siendo un modelo a imitar. En esa línea vanguardista, cerrada casi en exclusiva para profesionales locales, se ha ido abriendo camino un tinerfeño, Javier Rabanal. Este verano estrena el cargo de Jefe de Metodología y Desarrollo del Willem II.

Después iniciar su carrera como entrenador en 1998 preparando al Regla femenino, continuar a partir del año 2000 en el San Gerardo, Laguna y Esperanza, al que subió a Tercera, y ser ayudante de Jaime de Paz (Candela y Atlético Pinar), Martín Marrero (Las Zocas) y Tigre Barrios (Los Llanos), Rabanal, con una trayectoria de 20 años en los banquillos y el título UEFA Pro en su currículum, decidió dar un paso adelante en su carrera. Mejoró su inglés y contactó con una agencia para buscar un destino profesional en el extranjero. No tardó en recibir una propuesta de la emergente China y no se lo pensó dos veces. "Estaba colaborando con el Llamoro y en noviembre de 2017 hice las maletas para trabajar en una academia", explica Javier, que tuvo muy claro que era el momento de emigrar, porque en Canarias es "prácticamente imposible hacer carrera, y esperar es morir", apunta tras comprobar que "fuera de la Isla, los contactos se multiplican de forma exponencial".

Sin esperarlo, se vio pasando solo las Navidades de 2017 en Changsha, ejerciendo de monitor de una academia que pasó a dirigir a los seis meses. "Les gustaron mis ideas, el propietario me renovó por cuatro años". Pero fue un proyecto que no llegó a completar. Javier se había animado a cruzar fronteras y se empezaba a afianzar en China, pero ese "crecimiento exponencial de contactos" que fue descubriendo hizo el resto para que volviera a Europa. Casualmente, el Willem II estaba buscando un técnico que encajara en su modelo de enseñanza y se uniera sus categorías de formación. Su director deportivo, Joris Mathijsen -mundialista en Sudáfrica-, consultó a alguien que ya conocía a Rabanal, el barcelonés Eric Tenllado -vinculado ahora la Asociación Canadiense de Fútbol-, quien le propuso tres nombres, en especial, el del entrenador "que estaba en China". El exinternacional holandés siguió ese consejo y contactó con el tinerfeño. "Hablamos durante tres meses de mi idea y me ofreció firmar". De esta manera, Javier puso fin a su etapa de 18 meses en el país asiático. "En China comenté que el proyecto no estaba avanzando a la velocidad que quería y que tenía una oferta mejor". A pesar de ese inesperado giro, dejó las puertas abiertas en una academia en la que trabajó con niños con edades comprendidas entre los 5 y 14 años.

Así, sin planearlo, Rabanal se desplazó a Tilburgo para trabajar en el Willem II, un clásico de la Eredivisie, la primera categoría neerlandesa. "Empecé en el equipo reserva, que está formado por los jugadores con menos minutos de la primera plantilla y por juveniles que se juntan para disputar una Liga especial cada lunes", señala sobre una función que fue compaginando con otra de mayor relevancia, la de entrenador del equipo sub'19. "Allí se juega una Liga de División de Honor a un solo grupo con los catorce mejores: Ajax, PSV, Feyenoord, AZ, Vitesse...". Esa plataforma de despegue para la inagotable cantera holandesa fue una experiencia enriquecedora y, en cierto modo, llena de contrastes para el tinerfeño. "En mi club he notado mucho apoyo, pero en algunos sitios hay gente a la que le incomoda que haya entrenadores extranjeros", revela sobre una competición en la que los técnicos suelen ser exfutbolistas holandeses, como Van Nistelrooy (PSV), Heitinga (Ajax), Kromcamp (Go Ahead Eagles)... Se trata de un rechazo que no notó, por ejemplo, en el exdelantero del Real Madrid. Eso sí, la exigencia llega a ser mayor para alguien como Javier, porque "al ser de fuera se crean unas expectativas que hay que cumplir, no te vale con ser como ellos".

Pero, al margen de estas anécdotas, recibió la enseñanza más significativa en un momento delicado del Willem II juvenil. "Cuando quedaban cuatro jornadas para el final me llamaron para una reunión", cuenta como anticipo del llamativo mensaje que le transmitieron. "Teníamos que ganar tres partidos para no descender y me dijeron que me veían demasiado preocupado. Y es que para ellos el descenso no era un problema. Tenían claro que si no había nivel para jugar contra los grandes, era mejor bajar un escalón y volver cuando estuviéramos preparados. Y bajamos. Pero allí se te valora por el número de jugadores que gustan cuando van a entrenar con el primer equipo".

El Willem II está acostumbrado a perder, pero por ello no modifica su plan de formación de jóvenes valores. "Nuestra base no gana nunca", advierte Rabanal. "Jugamos contra niños de desarrollo físico prematuro a los que no fichamos porque lo resuelven todo con fuerza, y cuando se igualan esas fuerzas, no progresan. Nosotros los captamos en función de la inteligencia que les vemos, y suele coincidir con que son los más chiquitos y se tienen que buscar la vida contra los grandes". Ahí entran los formadores y la implantación del novedoso método que está impulsando el tinerfeño. "Faltaba alguien que lo hubiera puesto en práctica, y con mi llegada hemos desarrollado un sistema que se aplicará de manera estructurada por primera vez este curso. Hemos introducido más de 500 ejercicios nuevos y ya está funcionando ", destaca Rabanal, que pasará a ser el Jefe de Metodología y Desarrollo del Willem II. "El club entiende que no debo estar con los mayores, porque lo bueno viene por abajo y necesitan que eche más horas con los sub'13, con las academias externas y demás, aunque seguiré entrenando al equipo juvenil, con un cuerpo técnico amplio para poder delegar".

En clave futbolística, el Willem II sigue el camino que abrió Cruyff. "El Ajax juega como quiere jugar y nunca está condicionado por los rivales. Nosotros somos más como ellos y empleamos un 4-3-3 con posesión y el campo abierto. Lo utilizamos el Ajax, nosotros y poco más, porque ahora hay una vertiente más práctica y menos vistosa, la del 4-2-3-1", detalla Javier, que ha estrenado este verano la recién reformada Ciudad Deportiva del Willem II después de una temporada trabajando en unas instalaciones alquiladas. "Tendremos siete campos, un edificio principal muy bien equipado..."; en definitiva, lo habitual en los clubes neerlandeses, incluyendo a los menos conocidos. "El ADO Den Haag cuenta con una sala de vídeo que es como un cine, el Groningen invirtió 10 millones en sus campos de entrenamiento...".

Son avances que van impulsando a un país que "pasó un bache que notó" una selección que empieza a resurgir. "Se consideran los mejores, pero saben que tienen que dar un paso más", concluye Javier, el nuevo cerebro del Willem II.

Cuidando los detalles

Rabanal está convencido de que gran parte del éxito de los clubes tiene que ver con la mentalidad de sus responsables, a todos los niveles. "En Holanda son muy estructurados y serios, y tienen una confianza muy alta en lo que hacen", destaca antes de compartir algunas vivencias. "Me obligan a viajar", revela. "Hubo un fin de semana en el que se pararon las competiciones por un partido de la selección y no viajé a Tenerife porque todavía me estaba adaptando y los billetes estaban carísimos, pero Mathijsen insistió en que era importante que fuera a casa, porque me iba a exigir mucho y tenía que desconectar", relata como ejemplo. "Y luego, en la época de exámenes se suspenden los entrenamientos para que los chicos se preparen. Ahora tenemos un programa en el que los canteranos conocen las profesiones que pueden desarrollar en un club sin ser futbolistas. De esta manera ven toda la fuerza que hay detrás", añade.