Dani Gómez tiene clara la cifra de goles que le gustaría superar en su primera temporada en Segunda División. Pero se guarda el dato. Lo que no oculta es la ambición con la que inicia su etapa de una campaña en el Tenerife, cedido por el Real Madrid. Recuerda que lo suyo es batir a los porteros. "Es lo que he hecho siempre", recordó ayer en su presentación como alta en la plantilla blanquiazul. El técnico Aritz López Garai ya cuenta con un 9, un futbolista que vive "con el gol en la cabeza".

Después de enlazar dos cursos en Segunda B con el Castilla y cerca de cumplir los 21 años de edad, Dani se sentía preparado para dar un paso más en su carrera y probar en un equipo de superior categoría. De hecho, siguió muy de cerca la evolución de la pasada edición de LaLiga 1|2|3, por si acaso. Y sus previsiones no fueron desencaminadas, dado que fue el objetivo de varios clubes de esta competición. Por ejemplo, el Real Zaragoza pidió su cesión, pero ninguno fue tan insistente como el Tenerife. Ahí residió la clave del fichaje. "En este mundo del fútbol siempre se habla de ofertas y demás, pero la realidad es que el Zaragoza no estuvo ahí, como sí hizo el Tenerife", señaló Gómez en la rueda de prensa que protagonizó, desarrollada en el espacio Tenerife 2030. Al joven jugador le gustó el detalle de que Víctor Moreno, director deportivo del club insular, viajara a Madrid para exponerle una idea que le pareció muy atractiva. "Me decanté por el Tenerife porque creo en este proyecto y en que puedo progresar aquí", confesó.

Dani reveló que esa conexión se estableció "hace tiempo", según le contó su agente. "Luego, al terminar la temporada aparecieron muchos equipos, pero el Tenerife fue constante, estuvo ahí desde el primer día. Y cuando vienen a verte, como hizo Víctor, no hay que pensárselo mucho", dijo el atacante, quien, no obstante, pidió más referencias sobre su nuevo destino profesional; entre otros, al tinerfeño Cristo González, uno de sus compañeros en el filial del Real Madrid.

Con todo esto, se hizo una idea de que se iba a incorporar a un club "grande y con historia", y supo que estaba preparado para asumir tal responsabilidad. "Ahora falta que demuestre a qué he venido, que es hacer goles y ayudar al equipo a estar lo más arriba posible", indicó.

En esa faceta, reconoció que le gusta marcarse metas individuales, aunque no dio a conocer la cifra de goles que se exige. "Eso es algo personal", aclaró. "Ya lo iré viendo según vaya avanzando la temporada, pero espero acabar con una buena cantidad de goles", apuntó.

De hecho, desde que empezó a dar sus primeros pasos en este deporte, no hizo otra cosa que anotar. "Siempre lo he tenido en la cabeza y espero continuar igual".

La temporada pasada llegó a diez dianas, incluyendo dos en la fase de ascenso a Segunda División A. Su media fue de un gol cada 140 minutos, dato que puso de relieve Víctor Moreno. "Tiene uno de los mejores promedios anotadores a nivel nacional", destacó el dirigente antes de asegurar que la de Dani fue una contratación que le hizo una ilusión especial. "Sé que puede existir una pequeña duda por su inexperiencia en la categoría siendo un jugador tan joven, pero a lo largo de su trayectoria ha demostrado que ha sabido resolver con absoluta solvencia cada reto que se le presenta", añadió.

Dani, el nuevo delantero blanquiazul, se incorporó ayer a la pretemporada del equipo tinerfeño deseando "ver cómo es la Segunda División y pisar el Heliodoro".