"Nuestra idea es que no haya muchos cambios", manifestó Javier Doblado, presidente del Salud Tenerife, horas después de lograr el ascenso a la División de Honor -Liga Guerreras Iberdrola- del balonmano femenino nacional.

El devenir estival ha terminado por distorsionar la intención de la directiva saluteña. Con la contratación de la joven central austriaca Lea Kofler, además de agotar el cupo de extranjeras -seis-, se completó la nómina de fichajes. En total, nueve: Rocío Rojas, Adriana Medvedova, Irene Sánchez, Nazaret Calzado, Danae Miranda, Aina Fernández, Ines Rein y la goleadora del pasado curso en la élite, Judith Vizuete.

Las renovaciones de Nagore Sáenz y de Eva Márquez -atadas, aunque no oficializadas por la entidad santacrucera- completan una plantilla de 18 jugadoras, que estarán a las órdenes del entrenador tinerfeño Octavio Pérez.

"La verdad es que estamos my contentos porque creo que hemos podido configurar una plantilla lo suficientemente competitiva como para que la parte técnica tenga todas las herramientas necesarias para afrontar la competición. Evidentemente, las notas salen en junio, pero somos optimistas", valoró a El Día Doblado.

El mandatario entiende que "la revolución no tendría que haber sido tanta. Hubo una serie de bajas que nos condicionaron, y luego decisiones del club. Entendimos que para nuestro primer año en la primera categoría había que ampliar la plantilla para exigir competitividad en los entrenamientos y un buen nivel de exigencia a las jugadoras. Esa es la razón por la que, finalmente, ajustando nuestro presupuesto, decidimos completar una plantilla de 18 jugadoras".

Hasta siete jugadoras que lograron el ascenso -Andrea Roda, Ariadna González, Romina Silva, Eva Bezpalcova, Armina Isic, Alina Iclanzan y Magdalena Szopinska- no competirán de blanquiazul en el curso 2019/202o.

En un mercado complejo, el presidente destacó la dificultad de hacer "entender el proyecto" a las deportistas, "de tal forma que ellas se quisiesen sumar. Sabíamos el perfil potencial que queríamos, que era el de jugadoras jóvenes y con experiencia en División de Honor". Y, además, apuestas: "Dos o tres retoques también jóvenes, pero para que en dos o tres años sean jugadoras que compitan a un nivel máximo en la élite".

Muchos tildan el proyecto capitalino como importante, aunque Doblado quiere mantener los pies en el suelo. "Nosotros no solemos hacerle caso a los cantos de sirena que se oyen. Nos consta de que en la Península se habla de que hemos hecho una plantilla bastante competitiva como para aspirar a algo más, pero la única realidad es que tenemos que ir jornada tras jornada, afrontar una competición que va a ser durísima y nueva para muchas jugadoras".

De este modo, el presidente del Salud Tenerife aseveró que el "objetivo único y principal" para la entidad debutante en la élite "tiene que ser la permanencia. Siempre hemos tenido claro que queríamos hacer un equipo que nos diese una serie de garantías para poder competir y no ser un equipo ascensor", completó.