Con un desfile por la Avenida de Colón de Puerto de la Cruz y a semejanza de una ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos. Así arrancó ayer Baloncesto de corazón, una iniciativa destinada a casi 300 personas con diversidad funcional, procedentes de todas las Islas del Archipiélago y que, durante unas horas, se lo pasaron en grande en plena convivencia con el mundo de la canasta. Un tiempo que fue benévolo (las nubes mitigaron el posible calor) y una cuidada organización -auspiciada por la Federación Canaria de Baloncesto- ayudaron a una jornada inclusiva que ya quedará para el recuerdo en los diversos colectivos invitados.

Distribuidos por las canchas habilitadas al efecto y bajo la supervisión de la entrenadora María Sosa, los participantes, desde el más pequeño de cinco años hasta el más veterano -que superaba los 50-, pudieron llevar a cabo ejercicios de bote, tiro, pase y juegos adaptados. Todo, en diferentes estaciones antes de acabar en varias competiciones (tiro, triples y partidos) en las que fueron jaleados desde las bandas, tanto por sus propios compañeros como por la multitud de transeúntes que no dudaron en detenerse en su paseo y compartir un rato de felicidad con los protagonistas del evento. Los representantes del Ademi Tenerife y habilidades a bordo de las sillas de ruedas fueron quienes más interés y miradas suscitaron.

Y mientras los verdaderos protagonistas se lo pasaban en grande, Baloncesto de Corazón también tuvo su rinconcito para los monitores, aquellos que entregan su tiempo a mimarlos y enseñarlos a diario. Así, tuvo lugar una mesa redonda en la que representantes de diversos estamentos, desde la propia Federación Canaria, el CB Canarias, el Gran Canaria y alguno de los centros participantes, hablaron de sus vivencias cotidianas y de la importancia de normalizar eventos inclusivos como el de ayer. Es precisamente esa regularización la que se acabará logrando si el baloncesto y quienes lo dirigen siguen pensando y actuando con el corazón.

Una continuidad asegurada isla por isla

Carlos Olano, presidente de la Federación Canaria de Baloncesto (FCB), no paró de un lado a otro durante todo el Baloncesto de corazón. Su implicación fue tan grande como lo abrumado que se sentía por la respuesta para con el evento. Del público de a pie, de las instituciones, así como de los patrocinadores privados. "Estoy muy agradecido de cómo se ha volcado el Ayuntamiento de Puerto de la Cruz, así como nuestros patrocinadores, Caixabank y el Gobierno de Canarias por medio de Canarias, Cultura en Red, y los colaboradores, Cofarte, Hospital Parque, Plátano de Canarias, Libby's y Coca Cola, que han puesto todo de su mano para participar en esta cita", recalcaba el máximo dirigente cestista regional. Una iniciativa, la de ayer, que tendrá continuación, ya que la FCB ha cerrado con los patrocinadores que Baloncesto de Corazón "tenga carácter anual y de manera itinerante para que cada año se realice en una isla diferente". Una reedición en la que seguramente volverá a contar con el empuje de la Federación Española, ayer representada en Puerto de la Cruz por Fernando Romay, uno de sus más reconocibles embajadores y reclamo para todo tipo de aficionado y prácticamente. "Eventos como este hacen un pelín más grande este deporte, ya que visibilizan la práctica que llevan a cabo a diario estos colectivos, que además se dan cuenta de que no son solo unos pocos", expresaba el expívot.