Cristofer Clemente volvió por sus fueros el pasado fin de semana. Reeditó su triunfo en la Stubai Ultra Trail, tras casi más de nueve horas de recorrido -72 kilómetros y más de 6.000 metros de desnivel acumulado-, para recuperar sensaciones después de su amargo paso por el reciente Mundial de Portugal, donde fue descartado a última hora por la selección española. Finalmente, el gomero decidió no correr -podía hacerlo, aunque sin sumar para el combinado nacional- en tierras lusas y ahora la Real Federación Española de Atletismo reaviva el asunto con una amenaza de sanción.

Parece que le tiene tomada la medida a la blanca cita por los Alpes austriacos.

La verdad es que sí. He participado dos veces y en ambas he ganado. Es una carrera muy diferente a lo que me encuentro habitualmente. Me motiva mucho el lugar. Es muy bonito y salvaje.

La meta es impresionante.

Es un regalo a la vista. Las montañas, con todos los Alpes nevados, es una imagen que se te queda grabada. Fue lo que me hizo volver a repetir este año porque tenía ese buen sabor de boca.

¿Cómo fue la carrera?

Salí a un ritmo constante, sabiendo que empezaba a ser muy dura a partir del kilómetro 20. Llegué ahí con el segundo y el tercero. Ya en el 25, quise probar a ver si me podía escapar porque empezaba una subida bastante dura hasta el kilómetro 30. Apreté bastante y vi que los podía despegar. Me dieron referencias de que tenía cinco minutos -de ventaja- y ya fue intentar mantener el ritmo. Por suerte, la renta iba aumentando y me iba encontrando bien.

Imagino que necesitaba este triunfo tras el chasco de ser descartado para el Mundial.

La verdad es que sí. Sobre todo, era vital ponerme un dorsal porque aquel día, por cómo fueron las formas de decirme que estaba descartado a última hora de la tarde un día antes de la competición, me dejó hecho polvo. Me fui a la cama y no pegué ojo. Me levanté como el que tiene una resaca muy grande. Me tomé tres cafés, pero era imposible salir a correr. Estaba agotado. Sabía que no podía. Tenía ganas de hacerlo bien -en Austria- y de ver que soy competitivo. Hay ocasiones en las que llevas 15 carreras en la temporada y ya no hay tanta motivación. En esta, tuve una motivación como si fuera la primera.

¿Sigue enfadado?

Lo intento olvidar, pero sigue el mosqueo porque creo que las formas de hacer las cosas no fueron las correctas. Y más, una Federación que te habla de que todo es muy profesional. Que jueguen con el trabajo de dos meses de un atleta, comunicándote una decisión tan infantil a ocho horas antes de una salida, me parece un poco broma de mal gusto. Ayer -por el martes- recibí una carta, vía correo electrónico, para que yo les exponga, antes del 8 de julio -lunes próximo-, los motivos por los cuales tomé la decisión de no correr. Me han avisado de que me pueden sancionar porque tengo una beca de las dos veces que he sido subcampeón. Me parece que están siendo muy formales, cuando realmente me podían haber dicho dos meses antes que era el descarte y no tirar ese tiempo de trabajo a la basura. Creía que el tema estaba zanjado, pero ahora que veo la broma esta? Lo redactaré y diré lo que pasó. No deseo a nadie que tenga un día tan malo. Lo máximo que podía hacer era retirarme en el kilómetro dos. Hubo compañeros a los que se le fue el tiempo bastante y otros que se retiraron, y no han tenido el tipo de trato que están dándome a mí. Creo que se debe a la respuesta de las redes sociales, a la gente que me ha amparado. No les gusta que les digan que han hecho las cosas mal.

Sorprende este requerimiento que le hacen cuando Juan Carlos Granado, responsable de la selección española de Trail, declaró recientemente que respetó su decisión de no tomar parte en la carrera.

Sí. Hubo gente dentro de la delegación que me dijo que había obrado bien. No hubo nadie que me dijese que lo que hice me traería repercusiones. Nunca transmití en ningún momento malos modos ni gestos. Fui a hablar con Granado y le dije que respetaba la situación, pero que no la entendía. Me lo podía haber dicho con tiempo para haber hecho otro tipo de entrenamiento o aclarar mi calendario. Es todo un poco raro.

¿Volverá a la selección?

Sí. No me importa, si lo pasado, pasado está. Espero que no haya ningún tipo de sanción porque entonces sí que nos vamos a poder enfadar todos. Me parece que sería una decisión muy injusta, cuando creo que en dos años les di mucho, y en uno en el que me pasó una situación bastante incómoda, no me pude levantar con buena cabeza para salir a competir. Espero que esto se quede en pura, vamos a llamarlo, burocracia. Cuando haya una prueba clasificatoria, si me motiva el recorrido, intentaré presentarme para ganarme la plaza. Yo me siento español.

¿Cualés son sus próximos retos?

El día 27 de julio iré al DesafiOSOmiedo, una carrera en Asturias que ya hice hace unos años. Es Campeonato de España de la Federación de Montaña. La Canaria me ha pedido que si corría, ya que es a nivel autonómico, y les ayudaré. A final de agosto iré al Mont Blanc a la CCC, que estará muy disputada, con corredores como Luis Alberto Hernando o Thibaut Garrivier.

Kilómetros de desnivel cargados de suma solidaridad

El doble campeón del mundo gomero sigue adelante con su campaña Mis kilómetros de 2019 suman, en solidaridad con la Asociación de mujeres Firekutzen, que ya está trabajando sobre el terreno para apoyar a las mujeres en su lucha por la igualdad de oportunidades en pueblos de Senegal -África-. Por cada carrera de larga distancia que termina, Clemente aporta un euro para la iniciativa por cada kilómetro recorrido. El propósito comenzó en el mes de abril y Cristofer ya ha cumplimentado los 116 de Penyagolosa y los 72 de la reciente Stubai Ultra Trail. El donativo para la asociación se puede realizar a través del número de cuenta ES55 0073 01005705 05566038, con el concepto Sumo con Cristofer Clemente.