La fiel afición de la Ciudad de Los Almendros tuvo que esperar 8.434 días para celebrar un nuevo ascenso a categoría nacional. El pasado sábado -por fin-, llegó. El Atlético Paso cumplirá la campaña 2019/20 su quinto curso en Tercera, división en la que se estrenó en 1988. Quico Acosta, en la 1994/95, enderezó el rumbo -algo torcido- del equipo hasta entonces dirigido por Luis Guiance. En esta ocasión, Javier Vales y León Gómez no consiguieron consumar su trabajo con un ascenso que llevará el nombre del interino Rubén Tabares.

Lo bueno se hizo esperar para el CD Atlético Paso, quizá, más de lo que merecía la Ciudad de Los Almendros. Los 21 años que separan la actualidad y su última presencia en Tercera le atribuye mayor relieve a dos fechas verdinegras, el 26/05/1996 y 29/06/2019.

Corría el año 1994 y el Atlético Paso se hundía en la tabla clasificatoria con Luis Guiance. La acuciante situación de un equipo desmembrado en el penúltimo puesto obligó a la directiva a buscar soluciones. El relevo en el banquillo, la primera acción. Quico Acosta llegó para insuflar confianza y espolear a unos jugadores atenazados por las urgencias. El giro fue de 180º. Tanto es así que sumaron 23 jornadas sin hincar la rodilla y acabaron segundos. La condición de subcampeón de la Preferente lo emparejaba con el CD Tablero grancanario que, a posteriori, lo dejaba en la estocada.

El desenlace reunió algunas similitudes con lo que se dio en la 2017/18, cuando el Icodense fue verdugo verdinegro en el playoff. Sin embargo, antaño la pérdida de efectivos resultó sangrante. José Ángel y Ceire firmaron por la SD Tenisca, empero llegaron Cristian (Artesano) y Míchel (UD Aridane). La apuesta de la 1995/96 era el producto local -80% del Valle-. Mientras, la de la campaña recién concluida fue más fuerte con jugadores con experiencia, incluso, en Segunda B -Dani López, Juanda, Gárate, Matías, etcétera-.

La opción del ascenso en los despachos existió en ambos periodos estivales. Si en el verano 2018 el Paso se quejaba de no haber disputado prórroga ante el Icodense; en el de 1995, la Federación reculó y le dio el salto de categoría al Güímar en detrimento del cuadro palmero después de la invitación hecha al Gáldar para que jugara en Segunda B. Tocaba hacerlo en el verde.

En el caso del cuadro dirigido por Quico Acosta, tardó en arrancar y coger la velocidad de crucero que mostraría a partir de su visita al Municipal de Barlovento en la jornada 5 -encadenó 19 triunfos-. Su buena dinámica lo hizo erigirse como primero en la tabla clasificatoria, aunque sin lograr desquitarse de la presión de Sauzal y Cruz Santa. Por su parte, el Atlético Paso 2018/19 quemó a dos entrenadores -Javier Vales y León Gómez- antes de llegar a su partido decisivo con el técnico del juvenil Rubén Tabares.

Al final, el 26 de mayo de 1996, Emilio, Ángel Tomás, Víctor Martín, Jonay, Cristian, Giovanny, Julio, Fernando, Polaco, Douglas, César Hernández, César González, Víctor Simón, Míchel y Yánez superaron (5-0) al Esperanza, resultado que les daba el ascenso matemático. Aquellos protagonistas son recordados; en un futuro, lo serán los que han roto un maleficio de casi un cuarto de siglo.

"El Paso merece la Tercera"

Esta temporada terminó de erigirse como máximo goleador en la historia del Atlético Paso. Diego Hernández Plasencia, más conocido como Diego Gomero, suma 191 dianas en sus seis campañas de verdinegro. El capitán reconoce que lleva "muchos años esperando este momento. A la tercera fue la vencida, después de caer ante Santa Úrsula e Icodense. Hemos seguido trabajando y terminamos saliendo gloriosos. El sacrificio y esfuerzo tiene su recompensa. La Tercera es dónde merece estar el Atlético Paso". Para el ariete colombino ha sido una temporada "muy atípica" y con una "última semana muy rara", pero contrarrestada con la plantilla "muy enchufada", asevera a El Día. "Más allá de tener a los mejores jugadores, hemos sido un equipo que ha ido a una", explica el killer. Para Diego "hubiera sido un fracaso el no ascender", y más después del "esfuerzo de la directiva", termina diciendo.

"Nadie daba un duro por nosotros"

Disputó los 34 encuentros oficiales en la 1995/96 y portó el brazalete pasense. Julio Alberto Pérez aún recuerda la gesta de un equipo "por el que nadie daba un duro. Se consiguió algo que era impensable y, pese a haber logrado otros ascensos, aquel lo llevo en el corazón", relata a El Día. "Mucha gente dudaba de lo que podíamos hacer el segundo año (por la 1995/96) porque el equipo se había desmembrado y muchos entrenábamos en Tenerife, separados del grupo. En aquel entonces, la calidad no se valoró, se valora con la perspectiva de 23 años", recuerda Julio. El nacido en El Paso ha "seguido en la sombra" la eliminatoria que disputó el Paso ante el Teror, en la que resultó clave la "apasionada afición" local, según apunta. "Ahora es importante no volverse loco y gestionar analizando la situación del equipo, así como reforzar los puestos que lo requieran con liderazgo, personalidad, ambición y capacidad de aglutinar", concluye Julio.