Mientras, gana enteros la contratación de Gio Shermadini en el puesto de pívot y como posible sustituto de Colton Iverson. El georgiano, de 2,17 metros y 30 años, se encuentra en la isla de vacaciones y el CB Canarias parece haber tomado la delantera en la carrera por hacerse con sus servicios. Así, ayer el Joventut hizo oficial el fichaje de Alen Omic, al que consideraban segunda opción para sustituir la marcha de Dejan Todorovic. La primera era Shermadini, al que descartaron al considerar que tiene decidido jugar como aurinegro la próxima temporada después de dos campañas en el Unicaja Málaga.

Pendiente de lo que ofrezca el mercado. Mientras en el CB Canarias ven cómo se le va marchando una pieza tras otra de su última plantilla, la dirección deportiva del club lagunero trabaja para cubrir de la mejor manera posible sus vacantes. Así, y según ha podido saber El Día, los aurinegros han puesto sus ojos en la situación de Dani Díez, todavía con contrato, eso sí, en el Unicaja de Málaga para la próxima temporada. Sin embargo, Luis Casimiro no parece estar muy convencido con el alero madrileño, que vería con buenos ojos una salida.

De hecho, y según informó ayer La Opinión de Málaga, el club de Los Guindos ha pedido al representante de Díez que le busque acomodo para la próxima temporada, toda vez que su condición de cupo ya la tienen cubierta los andaluces, que además cuentan con el polaco Adam Waczynski y con la versatilidad de Dejan Milosalvjevic como fijos en el perímetro. Además, los cajistas andan tras los pasos del serbio Aleksa Avramovic, que procede del Varese.

Ante esta tesitura, el representante del internacional español vería con buenos ojos una compensación económica por parte del Unicaja para romper dicha vinculación y facilitar la puesta en mercado de su jugador. Y en este sentido es donde podría entrar en juego el Canarias, un destino que es del agrado del alero (que en ocasiones también podría irse al cuatro), que también cuenta con otros pretendientes, caso del Andorra. Por ahora, los laguneros están atados de pies y manos.

Con Omic a la Penya, el cerco sobre Shermadini se estrecha