Buenas camadas, notable trabajo y excelentes resultados. El baloncesto de base tinerfeño atraviesa uno de sus mejores momentos, al menos en lo que a títulos se refiere. Así lo han refrendado los balances de los 14 regionales, masculinos y femeninos, desde premini hasta júnior, donde el basket chicharrero conquistó ocho oros, a los que añadió diez platas y seis bronces.

Desde que la Federación Canaria posee un registro de los campeonatos autonómicos (temporada 2002/03), los clubes tinerfeños no habían alcanzado nunca más de la mitad de los oros en juego. En el ejercicio 07/08 llegaron al 50% (cinco de 10), frente a los ocho de 14 del presente curso. Un hito que confirma una marcada y constante mejora en los últimos ejercicios; crecimiento, en medallas, que ha sido todavía mayor tras la creación de la categoría premini.

Pese al auge del Canterbury como alternativa al Granca y al Islas Canarias en la otra capital de provincia, la diversificación de poderes le está reportando notables réditos al basket de base tinerfeño. Así, la potenciación del CB Canarias de sus categorías inferiores, la consolidación de clubes como el Adareva y el Tenerife Central, la continuidad del Santo Domingo, el resurgir del Santa Cruz y del Virgen del Mar, y sobre todo la impronta que viene dejando el Luther King La Laguna entre los más pequeños, ha permitido que la balanza se esté inclinando hacia la base tinerfeña.

El gran triunfador del curso es el Canarias, que se subió a lo más alto de podio tres veces (cadete, precadete y preminibasket), mientras que los otros cinco oros estuvieron repartidos. En chicos, el Luther mantuvo su dominio, por cuarto año seguido, en minibasket; mientras que en féminas fueron Adareva (júnior), Tenerife Central (infantil), Santa Cruz (mini) y Virgen del Mar (premini) las que saborearon la gloria.

Eduardo Trujillo, seleccionador regional mini, pone sobre la mesa algunas causas para esta inversión. "Puede tratarse de algo generacional, pero también es importante que el número de licencias sea mayor en Tenerife que en Gran Canaria", argumenta inicialmente el preparador isleño. Pero por encima de todo, Trujillo se centra en el cambio de planificación. "Tenerife ha empezado a competir desde prebenjamines, a partir de los ocho años, algo que se hace desde tiempo en Gran Canaria. Eso, unido a un buen trabajo, y la coincidencia de buenas generaciones permite obtener estos resultados", argumenta, sin olvidarse de otro factor de peso: "También entra en juego la presencia de los becados, un aspecto que condiciona las competiciones porque esos chicos son muy determinantes". Solo el tiempo dirá si esta forma de trabajar deriva en profesionales de nivel o, como suele ser habitual, el baloncesto solo les sirve como vehículo de diversión y formación como persona durante su niñez y adolescencia.

El Adareva, la última alternativa en féminas

Sendos subcampeonatos (júnior y precadete) el pasado curso, y otra segunda plaza (cadete) y, sobre todo, el título júnior en el ejercicio recién terminado, confirman al CB Adareva como una de las alternativas en la base femenina en el propósito de acabar con la tiranía de un CB Islas Canarias que probablemente pase por sus momentos menos brillantes -en lo que a resultados se refiere- desde su creación. Ya el año pasado fue el Canterbury quien logró doblegar en semis al club fundado por Begoña Santana y Domingo Díaz, para luego vencer al Adareva en la final por un apretado 68-67. Esta campaña las de Finca España se desquitaron y ganaron por un cómodo 58-43 al Islas. Por primera vez en 13 años, desde que el Uni Tenerife se alzara con el cetro canario (y luego también con el Nacional), no ganaban unas tinerfeñas en esta categoría.