Juan José Rivero reparte las notas de fin de curso en el área del Tenerife que dirige, la de fútbol base. Sostiene que la calificación es "muy alta", y no tanto por éxitos como el que alcanzó el Juvenil A al proclamarse campeón de Canarias, sino por el "crecimiento general" que van experimentando los equipos. Tras casi una década y media en el cargo, Sesé confiesa que ha aprendido a convivir con las críticas, al tiempo que pide que se haga justicia con su trabajo en el club.

¿Qué balance hace de los resultados de los equipos de fútbol base del Tenerife en el curso 18/19? El mayor protagonismo se lo llevaron el Juvenil A, por su campeonato de Canarias, y el primer filial por su pase al playoff de ascenso.

Destacamos muchas más cosas. Sobre todo, que hay un crecimiento importante en general de los futbolistas de la cantera en las distintas categorías. Y sería injusto no reseñar la gran temporada del Tenerife C en una competición tan complicada como la Primera. Los chicos dieron la talla y ascendieron. Quizás eso se ha pasado por alto y habría que incluirlo en ese crecimiento. Estamos muy orgullosos de ese progreso.

¿Qué nota pondría?

En lo referente a todos los profesionales, a mis compañeros, pondría una nota muy alta. Estamos muy contentos con el trabajo y la profesionalidad que hay en la Ciudad Deportiva. Me siento muy orgulloso y espero y deseo que ese crecimiento y esa profesionalidad se mantengan por el futuro del fútbol base y de nuestros canteranos.

¿Percibe muchas diferencias en la culminación de esos progresos respecto a los últimos años?

Los que llevamos tanto tiempo en la Ciudad Deportiva podemos ver ese crecimiento. Antes había algunos futbolistas que destacaban por encima de los demás y ahora hemos conseguido que no solo estén esos jugadores, sino que los grupos, en general, sean mejores. Eso se traduce en los resultados, en el juego, en la búsqueda de una idea... El fútbol base del Tenerife crece cada año. Si no, hablaría muy mal de nosotros.

¿Se refiere a igualar el nivel de esos futbolistas que no parten con el talento natural de otros?

Los que son muy buenos siempre van a salir. Eso está claro. Pero hay un perfil de futbolista que no tiene ese nivel tan elevado y que con mucho trabajo también tiene posibilidades de llegar al fútbol profesional. En ese sentido, por ejemplo, hemos mejorado mucho en el aspecto físico. Se trata de intentar ser mejores cada año.

¿En el análisis de la temporada tiene en cuenta la presencia de canteranos de nueva generación en partidos del primer equipo?

Es algo que depende de todo, de que nosotros sigamos haciendo un buen trabajo y preparando a los futbolistas cada día mejor para que la distancia entre el mundo profesional y el amateur sea más corta, y también de un trabajo conjunto en el que entran la dirección deportiva, el cuerpo técnico del primer equipo... Entre todos se tiene que ir en una dirección, y es la de intentar que los futbolistas de la cantera que veamos que están preparados y han crecido a un nivel importante, tengan la posibilidad de que se muestren. A partir de ahí está el reto de que ellos sean capaces de rendir en el mundo profesional. Pero siempre he defendido que esas oportunidades dependen de un trabajo en común.

En las dos últimas temporadas no se consolidaron canteranos en el primer equipo. Los últimos, Nano, Cristo González, Jorge...

Jorge es un futbolista internacional por España y no es fácil que un canterano llegue a ese nivel. No obstante, cada día intentamos mejorar para que eso sea una realidad. Pero hay futbolistas con otros nombres que siguen teniendo posibilidades de llega al fútbol profesional. En cualquier caso, no es fácil en una situación complicada como la que tuvo el primer equipo esta temporada. Primaba ganar partidos para salvar la categoría y eso le correspondía al entrenador del primer equipo. Pero en la última jornada vimos que Javi Alonso está a un muy buen nivel. Rindió aceptablemente. Me quedo con eso, con que si los chicos tienen oportunidades, las aprovechan.

Trasladando el trabajo de cantera al plano económico, las últimas operaciones aportaron unos 10 millones de euros. La venta de Jorge fue la última. ¿Lo asume como un mérito personal?

Estoy convencido de que el tiempo da la perspectiva y la evidencia de lo que se ha hecho. Y en ese proceso participa muchísima gente. Sería injusto poner solamente un nombre y un apellido. Está motivado por el buen trabajo que se hace en el fútbol base y la apuesta decidida que ha hecho el club. Por mi parte, solo pienso en trabajar y dar lo mejor de mí cada día. A partir de ahí, el tiempo es el que hace justicia con el trabajo que he realizado durante tantos años en distintas facetas dentro del club, de segundo entrenador y preparador físico en el primer equipo en Primera y en Segunda, y ahora con esta labor apasionante.

Pero, ¿cómo valora los beneficios logrados con esos traspasos?

Es algo que no se nos puede escapar. Para tratar con rigor una información, hay que dar datos. No se puede estar especulando ni hablando por hablar. No podemos olvidar que el Tenerife es un sentimiento, y cuando se utiliza a las personas que estamos dentro para hacer daño, no se es justo con el club. Hay que tener más respeto. Cuando atacamos sin rigor ni conocimiento, montando incluso calumnias, se perjudica al club; y no tanto a las personas, porque los que estamos dentro ya estamos curados en salud. Pero al Tenerife se le hace un daño terrible y los verdaderos accionistas, aficionados y simpatizantes no están de acuerdo con esa línea de actuación.

¿Está conforme con la experiencia de los canteranos cedidos?

Nahuel tuvo la mala suerte de la lesión que sufrió final, pero participó bastante en el Murcia. Por otro lado, quizás Brian Martín no tuvo la continuidad que hubiese querido, pero no podemos obviar que ha estado en un equipo de Segunda División B muy competitivo. Y Giovanni tomó una decisión en un momento determinado que para él estaba más relacionada con una situación personal. Pero ahí ha estado, participando en otro lugar, en otra competición (Gibraltar). Ha sido importante para su equipo y eso demuestra que en el Tenerife se trabaja en la línea de intentar que esos jugadores se puedan consolidar en un futuro.

¿Giovanni será el más fácil de reubicar en la pretemporada?

No lo sé. En verano suceden muchas cosas. Lo que sí tenemos claro es que queremos contar con él, pero habrá que ver cómo se va desarrollando la planificación de la temporada y la misma pretemporada. Como club, creo que siempre hemos atendido la demanda de los futbolistas y nos hemos sentado en una mesa buscando lo mejor para todos.

¿Hay muchas esperanzas puestas en la generación del equipo juvenil campeón de Canarias?

No seré el que se salte al Tenerife C. Ahí hay buenos futbolistas. Hicieron una gran temporada y han pasado desapercibidos. Contaremos con más de uno para el Tenerife B. Dicho esto, el equipo de División de Honor también realizó una gran campaña y no tengo ninguna duda de que más de uno dentro de ese grupo tendrá opciones de estar en el mundo profesional.

¿Tiene a alguno señalado?

Sí. Por supuesto. Incluso del Juvenil B. Normalmente, la gente ve el ahora y el momento, pero hay que ir más allá. Eso es lo verdaderamente determinante, tener la capacidad de calibrar el potencial de un canterano en un largo recorrido, porque la formación tiene que ver con eso, con años de aprendizaje y no solo con el ahora.

Llevan años buscando jóvenes valores fuera de Canarias. ¿Cuáles son las últimas apuestas?

Por ejemplo está el caso de Faridi, que es internacional por Tanzania y ahora está en la Copa de África. Y Yuya, el japonés, también tiene muy buenas condiciones. Lo que pasa es que lleva dos temporadas y media en el fútbol español y no ha sido fácil para él, pero creemos que puede crecer. Ojalá lo haga aquí, en el Tenerife.

¿Ya han dado alguna baja en la plantilla del Tenerife B?

Hemos hablado con algún jugador, como Davor y Christian, que estaban en el Tenerife B, dieron un muy buen rendimiento y tuvieron un excelente comportamiento. Pero llegó un momento en el que tuvimos que tomar unas decisiones que no son agradables y les comunicamos que no les vamos a proponer nada.

¿Y Otaño y Valiño, dos de los fichajes del pasado verano?

Les hemos comentado que queremos que sigan con nosotros.

Estarían una campaña más a las órdenes de Leandro Cabrera. Su renovación generó algo de polémica. ¿Lo tuvieron claro con él?

Hay muchos especialistas en no decir la verdad y en intentar crear polémicas. En el club nos dedicamos a trabajar mucho e intentamos hacer las cosas con el mayor rigor posible. En ese sentido, Mazinho tenía contrato con nosotros hasta el 30 de junio, así que estábamos en fecha y forma para comunicarle que tuviera un mínimo de paciencia y que la íbamos a dejar cerrada (la renovación).

Pero, ¿lo tuvieron claro?

Somos conocedores de su trabajo y creemos que es uno de los mejores entrenadores que hay en Canarias. Eso no se nos puede escapar. Otra cosa muy diferente es que, de cara al futuro, su crecimiento no sea el que el club espera, pero a día de hoy lo vemos como un técnico con potencial y con crecimiento. Estamos contentos con él.

En el tramo final de la Liga, Cristo Marrero subió al primer equipo y Samantha Tormo pasó a dirigir al Juvenil A. ¿Qué planes tienen?

Samantha seguirá siendo segunda entrenadora del equipo de División de Honor con casi total seguridad. A partir de ahí, están por conformar los distintos cuerpos técnicos. La temporada para el primer equipo terminó hace una semana y los del fútbol base estamos expectantes para saber las decisiones que se van a tomar. A partir de ahí tomaremos las nuestras. Estamos trabajando en ello.

¿Cuál será el lugar de Cristo?

No tengo la menor duda de que pronto se sabrá la decisión.

¿Se descarta su regreso al banquillo del Juvenil A?

No está descartado. Cuando se tomen las decisiones con respecto al primer equipo, abordaremos esas situaciones. Y no solo está Cristo. También está Yeray Luis, que estaba con la readaptación del primer equipo. Hay que ver cómo se conforma el cuerpo técnico de la plantilla profesional. A partir de ahí abordaremos esas situaciones.

¿Cuántos años lleva en el cargo de director del área de fútbol base del Tenerife?

Si no me equivoco, en torno a trece o catorce temporadas, pero soy poco amigo de ver esas cosas, porque hago mi trabajo con tanta pasión y tanta ilusión, que me da la sensación de que llevo poco tiempo. Pero van pasando los años.

Entonces, ¿no hay desgaste?

El tiempo pasa muy rápido y eso quiere decir que disfrutamos con el trabajo que hacemos. Para mí, eso es fundamental. La pasión, la convivencia con nuestra gente y la empatía que tenemos son muy positivas, y eso te da muchos ánimos y fuerza para seguir trabajando muy duro. Estamos muy contentos.

¿Se acostumbró a las críticas?

Recuerdo cuando decían eso de El clan de los Rivero (se refiere a la presencia en el club de su hermano Fabián, ahora segundo entrenador del Deportivo). Afortunadamente, mi hermano ha seguido trabajando duro y ahora está fuera, dando muestras de que El clan de los Rivero está formado por unos trabajadores natos. El tiempo hace justicia con los buenos profesionales y espero y deseo que conmigo no sea distinto.