Compás de espera. La elección del nuevo entrenador del Tenerife no se producirá con la celeridad esperada y, salvo sorpresa, no habrá avances en los próximos días. El casting, eso sí, está abierto. Víctor Moreno se ha entrevistado en las últimas semanas con varios técnicos con la intención de conocer su predisposición para venir a la Isla y sus ideas tanto futbolísticas como en la gestión del grupo, analizando así pros y contras de cada profesional.

Entre los consultados, el que más convence sigue siendo Francisco Rodríguez Vílchez. Su caché, el interés de otros equipos punteros (el Girona) y la decisión del almeriense de esperar incluso una hipotética opción de Primera dificultan su contratación. Al menos por el momento. De ahí que se hayan sondeado alternativas como Curro Torres, al que le encantaría tener la opción de recalar en el CD Tenerife. No obstante, él ni confirma ni desmiente contactos.

Su pasado blanquiazul (ascendió como jugador a Primera en la temporada 2000/2001) va en su haber porque conoce el entorno y la exigencia a la que quedaría expuesto. Su trayectoria reciente, en el Lorca y el Córdoba, está en el debe. En cualquier caso, nombres hay muchos. Los ofrecimientos se multiplican estos días en las oficinas del Heliodoro Rodríguez López.

Pero Miguel Concepción ha mandado parar. No quiere precipitaciones en una decisión que considera determinante en el nuevo proyecto. El mal recuerdo de la renovación de Joseba Etxeberria, que aceptó el presidente a regañadientes, y su posterior destitución en la quinta jornada se considera el principio del fin de una temporada para olvidar. El dirigente palmero no quiere repetir ese error y ha dado margen a su director deportivo para que elija, con el tiempo necesario, al mejor entrenador posible.

Además de Francisco, por el que aún espera Moreno, y las alternativas ahora disponibles y ya sondeadas, queda una tercera vía: las fichas que caigan en las próximas semanas. Así, las distintas eliminatorias de playoff podrían abrir alguna puerta que está cerrada en este momento en función del movimiento de piezas que se produzca con los resultados.

La cuenta atrás adquirirá números rojos la próxima semana. No se espera, aunque nada es descartable, un movimiento definitivo antes del fin de semana. La hoja de ruta, en materia de fichajes de jugadores, sigue adelante.

El plan A era David Gallego, que se quedó en el Espanyol

David Gallego era el elegido de Víctor Moreno. El ahora entrenador del Espanyol tenía un compromiso con el Tenerife que solo estaba pendiente de una última muralla a salvar: su salida del conjunto perico. En la espera se produjo la espantada de Rubi, que aceptó una propuesta del Real Betis y pagó para quedar libre del vínculo con el conjunto barcelonés.

En el contrato de Gallego, que no quería seguir entrenando en la base del Espanyol, existía una cláusula por la cual el club debía tenerlo en cuenta como la primera opción para sustituir al técnico del primer equipo. Y aunque hubo dudas en la cúpula, y hasta candidatos como Pablo Machín y Quique Setién, el consejo de administración se decantó por el hasta entonces entrenador del Espanyol B.

Esta promoción descartó al Tenerife como destino de Gallego y situó a Moreno en la tesitura actual. Repescó opciones anteriores para el banquillo e reinició una búsqueda que le había llevado hasta el preparador perico... y hasta Álex Bermejo, su primer fichaje.