El español Fernando Alonso (Toyota Gazoo Racing), doble campeón del mundo de Fórmula Uno, que busca certificar el triunfo en el Mundial de Resistencia en las 24 Horas de Le Mans que se disputan el próximo fin de semana, declaró este miércoles en el circuito de la Sarthe que la prueba "es un reto" contra ellos mismos "y contra la carrera".

"La sensación es muy similar a la del año pasado. Ni más ni menos; venimos con mucho respeto a la carrera. Venimos con las condiciones muy parecidas al año pasado", dijo Alonso con miras a la última prueba de un certamen que lidera junto al suizo Sebastien Buemi y el japonés Kazuki Nakajima.

"Tenemos el coche más rápido, más robusto; los dos Toyota, el coche 7 y el coche 8, son los favoritos; así que será un reto contra nosotros, de alguna manera; y contra la carrera", explicó el doble campeón mundial asturiano este miércoles en la mítica pista gala, antes de que se disputen el entrenamiento libre y la primera parte de la calificación, que se completará este jueves.

"Toyota siempre ha tenido uno de los mejores coches; pero sabe lo difícil que es esta carrera, en la que no es fácil acabar. Y eso lo tenemos que tener en cuenta; a pesar de que el año pasado tuviéramos una carrera sin problemas aquí", explicó Alonso, que el año pasado logró la primera victoria para Toyota en la carrera de un día más importante del mundo.