"Alivio". Fue la palabra utilizada por Luis César Sampedro para definir la situación del vestuario del Tenerife después de sellar la permanencia con el empate cosechado en Lugo. "Son chicos que han sufrido porque la clasificación era algo que no pensaban que fuera a darse así hace meses. Cuando estás con ellos y los ves día a día te das cuenta. Ahora están felices. Afortunadamente lo hemos resuelto sin esa final contra el Real Zaragoza del domingo", explicaba casi en su primera respuesta.

A la hora de explicar lo sucedido en los primeros 90 minutos, se refirió a que "son los partidos de final de liga, en los que te juegas algo, tienen una química distinta". En este sentido, resató que había tocado "vivir este partido dramático", en el que dejó claro que su equiopo "quiso ganar" porque tenía el objetivo de que "sobrara la última jornada y que no sucediera nada impredecible contra el Zaragoza". Incluso, se animó a garantizar que buscarán la victoria para "quedar lo más arriba posible, tratar de acabar con 50, que para el Tenerife es importante".

El de ayer "era un partido de lucha, de mucha energía y entusiasmo. El plan de juego dependía de la competitividad, había que igualarlos en intensidad", describió el técnico tinerfeñista quien reconoció que "ellos han estado mejor en algunos momentos y nosotros pudimos hacerles daño en otros. Ninguno ha sido capaz de meter la pelotita".

Sampedro aseguró que "no sabía cómo iba el Rayo" y que "los jugadores tampoco lo sabían porque si damos esa información a los chicos les podíamos perjudicar". Luego sí tuvo tiempo para alegrarse incluso por el Lugo "porque soy gallego, aunque primero tenía que defender los intereses del Tenerife". Sobre sus sensaciones, expresó que se sentía "liberado" porque había aterrizado en una situación comprometida: "Son cuatro partidos y hay que hacer puntos. Si vas a un club en mitad de temporada es que vas a un equipo en problemas. Nos ha sobrado una jornada y hubiese firmado no tener que jugarnos nada contra el Zaragoza en la última jornada cuando llegué a la Isla".

No quiso hablar de renovación porque insistió en que llegó "para cuatro partidos" y citó a los periodistas para después del partido ante el Zaragoza. "Habrá tiempo para expresar mi opinión, sé a lo que vine y estoy muy contento por haber venido a este gran club. Vine para cuatro partidos y hasta ahí estaré" concluyó a modo casi de despedida.

Aprovechó para defender su trabajo en esta breve estancia afirmando que, pese a la derrota ante el Elche "le ganamos al Oviedo justamente y hemos acumulado méritos para salvarnos empatando hoy también". Tampoco quiso analizar la temporada completa porque, a su juicio, no le correspondía. "Llevo tres partidos y la situación es la que es, no soy el adecuado para analizar diez meses de competición".

Sampedro no vio problemas en quedarse tres días más en Lugo para afrontar el partido, aunque pudiera parecer "un trastorno", De hecho, aprovechó "para preparar mejor el partido. Siempre es mejor afrontarlo con siete entrenamientos que con cinco".