Tres horas y media le dieron a Víctor Moreno para despachar a veintiún jugadores en las oficinas del club en el Heliodoro Rodríguez López. Pasaron por allí Luis Pérez, Héctor Hernández, Otaño, Alberto, Milla, Isma López, Borja Lasso, Filip Malbasic, Tyronne del Pino, Ángel Galván, Carlos Ruiz, Aitor Sanz, Mauro dos Santos, Fernando Coniglio, Iker Undabarrena, Nano, José Naranjo, Dani Hernández y Raúl Cámara. Fueron citados por orden de dorsal en la camiseta, aunque algunos intercambiaron su turno.

El director deportivo pidió, en un esfuerzo inútil, que la plantilla guardara silencio hasta el próximo lunes. Ese día, después de que se dispute el Tenerife-Zaragoza del domingo, tiene previsto comunicar su decisión sobre todos los profesionales blanquiazules. Pero los secretos, en un grupo tan numeroso y con representantes y entorno al corriente, resultan imposibles. De ahí que trascendiera con cierta celeridad que Raúl Cámara, Héctor Hernández y Paco Montañés no recibieron oferta de renovación.

No fue una sorpresa para ninguno de ellos. Tampoco para Fernando Coniglio, por el que el Tenerife no ejercerá opción para alargar su estancia en la Isla. Sin goles después de 614 minutos, el delantero argentino no esperaba una cosa distinta.

Peor le fue a Tyronne del Pino, al que ya quiso sacar Moreno en el mercado de invierno. La comunicación de ayer fue parecida. El Tenerife espera alcanzar un acuerdo para rescindir, mientras que el futbolista se aferra al año de contrato que le queda. Los contactos con su agencia de representación (Wasserman Media Group) comenzarán en breve, pese a la irreprochable actitud del grancanario en estos meses.

Dos jugadores cuentan con una prórroga: Camille y Mauro dos Santos. El primero firmó su renovación automática y aseguró al abandonar la sede del club que no se le descartó para el próximo curso. El asunto queda en suspenso. Al segundo se le pidió una mejoría notable en su estado físico y prestaciones. La pretemporada, en su caso, dictará sentencia. Si el central argentino no da un paso adelante con respecto al rendimiento ofrecido en estos seis meses se le podría plantear una salida.

Carlos Ruiz fue el único que salió con inmejorables noticias del despacho del director deportivo, que ratificó la intención ya comunicada hace dos semanas de ofrecerle la renovación, por una temporada más, después de sus recientes actuaciones, claves en la salvación del equipo.

El resto se marchó con las vacaciones y a la espera de conocer los planes del club en cuanto al nuevo entrenador se refiere para el proyecto 19/20. Y del estadio casi directamente a la cena de despedida de la temporada.

Héctor 'canta las cuarenta' al director deportivo

La conversación más caliente de la tarde tuvo lugar en el despacho del director deportivo con el lateral Héctor Hernández. Este, que se comportó como un profesional cuando fue recuperado para el once en los dos últimos partidos y después de una extraña desaparición de diez jornadas, no quería abandonar la entidad sin expresar su opinión sobre lo sucedido en estos meses.

Así, el vallisoletano exhibió datos y números, herramientas que utiliza con mucha frecuencia Víctor Moreno, para argumentar lo incomprensible que había resultado su salida del once inicial. Además, comparó comportamientos de otros profesionales y mencionó en esa conversación a José Luis Oltra. El defensa culpa al anterior técnico de haber transigido con los deseos del director deportivo a la hora de prescindir de sus servicios en las alineaciones.

Héctor, que podría tener ya un acuerdo con otro club, no recibió oferta de renovación. Pero al menos se va con la tranquilidad de haber dicho las cosas donde debía decirlas: de puertas adentro. Moreno ya sabe los motivos del enfado de un futbolista defendido por la afición blanquiazul desde que explotó en el mes de enero.