La penúltima bala del Tenerife para conseguir la permanencia está ya en el cargador preparada para ser disparada esta noche en el Anxo Carro contra el Lugo, un rival directo al que le vale el empate para seguir una campaña más en Segunda. No es el caso de los insulares, que necesitan ganar para no depender de terceros. El Carlos Tartiere, donde se juega el Oviedo-Rayo Majadahonda, es el otro estadio en el que se dirimen los intereses de los afectados en la lucha por eludir el descenso.

Todo lo que no sea un triunfo de los madrileños convertiría en testimonial lo que suceda en tierras lucenses, por cuanto condenaría a volver a Segunda B al cuadro de Antonio Iriondo. De ahí que la especulación aspire a ganar terreno en el enfrentamiento entre gallegos y canarios.

Hechas las cuentas, el discurso de Eloy Jiménez y Luis César Sampedro pasa por no fijarse en lo que suceda a más de 200 kilómetros del Anxo Carro, centrando esfuerzos en imponerse al adversario que tienen enfrente. Para ello, los visitantes deberán modificar el once que derrotó al Oviedo hace nueve días. Sin Jorge (por sanción) ni Suso (por lesión), el técnico blanquiazul prepara cuatro novedades (dos nombres y dos cambios de posición). Para empezar, Alberto retrasará su posición al centro de la zaga. La vacante que deja en el medio la cubrirá Racic, habilitado finalmente por la Federación de su país. Malbasic pasará probablemente a la banda derecha, quedando la izquierda para Isma López o Montañés.

No tuvo tanta suerte el Lugo con su internacional, el georgiano Giorgi Aburjania, que se incorporó ayer a su selección. La duda para Jiménez es si alinear en su lugar a Sergio Gil o recuperar para la medular a Carlos Pita, lo que abriría otra duda en la defensa. A ese puesto aspirarían José Carlos y Menosse. Será titular el tinerfeño Iriome y volverá José Carlos Lazo, suplente en Almendralejo y el mejor futbolista de la temporada en las filas gallegas.