Un partido ganado y 23 perdidos. Colista de su grupo y peor equipo de la División de Honor Plata Femenina. El Salud Tenerife del curso 2016/2017 fue una caricatura de conjunto sobre la cancha. La metamorfosis llegó la siguiente temporada, cuando las santacruceras disputaron las eliminatorias previas de la fase final por el ascenso a la División de Honor. Un año después, el representativo se ha convertido en la mejor escuadra de las 56 que han compuesto el segundo escalón del balonmano femenino nacional.

El origen del cambio llegó tras una reunión a tres bandas entre "tres locos", como reconoce uno de ellos, el presidente Javier Doblado, al que acompañaron otros dos históricos del conjunto saluteño: Octavio Pérez y José Luis Gómez, actuales primer y segundo entrenadores del equipo blanquiazul.

"Hace dos años nos sentamos y sabíamos que teníamos que crecer. Nos jugamos todo a un proyecto a tres años con el que queríamos estar en la División de Honor. La supervivencia del club era complicada. Octavio, Vivi y yo somos tres locos enamorados de este deporte y del Balonmano Salud. Seguramente, hemos sido las tres personas que más hayamos creído en este club, a pesar de que hemos pasado por épocas muy difíciles", cuenta un Doblado que arribó con 14 años a una entidad de la que ha sido jugador, delegado, entrenador...

A la extravagancia planteada en un momento tan delicado le ha sobrado un año. El pasado domingo, el Salud confirmó en el recinto homónimo del barrio santacrucero que su sitio esta entre las mejores -Liga Guerreras Iberdrola- para la venidera campaña 2019/2020.

Después de recibir agasajos de todo tipo en las últimas horas, una representación del equipo visitó El Día con el objeto de rememorar momentos que ya son historia del balonmano tinerfeño, cuando no para proyectar situaciones futuras en la cúspide que lo puedan llegar a ser.

Al presidente Javier Doblado, al segundo entrenador José Luis Gómez y a las jugadoras Stephania Oliveira, Andrea Roda y Alba Noriega todavía les cuesta asimilar lo obtenido en la pista. "Yo no me lo creo. Estoy como si ayer hubiera jugado un partido normal de Liga", asevera, aún afónica, Roda. "La euforia no nos permite ser consecuentes con lo que hemos conseguido", añade el máximo mandatario capitalino.

Las tres pupilas de Octavio Pérez vivieron, por unas circunstancias u otras, el definitivo encuentro por el ascenso, frente al catalán Sant Quirze, desde el banquillo en la mayoría del tiempo. "A veces se pasa peor ahí. Hay una euforia que cuando estás jugando no la sientes de la misma manera".

Así lo explica Oliveira, quien ha hecho de tripas corazón para ayudar a sus compañeras. Una recaída de una anterior lesión de rodilla, de la que tendrá que volver a ser intervenida a corto plazo, tiene la culpa. A su lado, Noriega -también corta de voz- muestra un dedo roto contra el Benidorm -fase eliminatoria previa-. Simplemente y llanamente, compromiso máximo.

Otros secretos del éxito han sido el "trabajo, la humildad, el crecimiento personal y la unión. Es un grupo fantástico, el mejor que hemos tenido en los últimos años y eso es digno de admirar. Nunca ha habido una mala cara, un no por respuesta, siempre predisposición... Eso nos ha facilitado muchísimo el trabajo diario", indica el presidente.

Todo ello, dentro de una actividad diaria plagada de competitividad y de fricciones. "El puesto hay que ganárselo. El balonmano es un deporte de contacto y hay veces que nos damos golpes a destiempo, pero lo bueno es que siempre estamos pidiéndonos perdón", afirma Roda.

Las horas de más invertidas en la preparación han marcado la diferencia física entre el Salud y sus adversarios. "Normalmente, los equipos lo dan todo en la primera parte y en la segunda casi no les queda gas. Nosotras somos al revés", expresa Noriega.

Al respecto, Oliveira pone en valor una "plantilla muy completa. Podíamos rotar. Los demás equipos, aparte de Sant Quirze, que tuvo alguna rotación más, no las tenían y creo que es algo a favor. Octavio -Pérez- ha jugado muy bien con los tiempos", remarca.

Amén de lo que ha pasado dentro de la cancha, el entorno también ha ayudado a que el hito fuera una realidad. En palabras de la propia brasileña, "jugar en casa resultó un plus. Ver el pabellón repleto fue una satisfacción muy grande". Mientras, Gómez lo tiene claro: "Se puede decir que jugamos ocho contra siete".

En la entidad aguardan por que la afición que se sumó en la fase de ascenso siga dando su apoyo en la Liga Guerreras Iberdrola, donde el objetivo es meridiano. "Pretendemos hacer un proyecto estable. Los primeros años apostaremos por la permanencia. Sí tenemos claro, y así se lo hemos trasladado a las instituciones públicas, que no queremos ser un equipo ascensor. Ambicionamos hacer un proyecto deportivo importante y competitivo, dentro de nuestras posibilidades. Ojalá Santa Cruz pueda disfrutar de estas chicas durante muchos años", manifiesta Doblado.

En el Salud entienden que habrá "una Liga más cara", toda vez que la competición estará configurada por 12 equipos -ha dispuesto de 14 en los últimos tiempos-, de los que dos descenderán. "Nos gustaría estar entre esos ocho o nueve conjuntos con un alto nivel competitivo", cierra.

Pocas modificaciones

"Nuestra idea es que no haya muchos cambios. Evidentemente, hay que hacer retoques por necesidades básicas, como el cupo de licencias de jugadoras extranjeras: la Federación Española nos permite seis -cuentan con ocho- en División de Honor. Las 16 que están son las que se merecen continuar. Han hecho méritos para eso. Son las grandes valedoras de que el Salud Tenerife esté el próximo año en la División de Honor", afirma Javier Doblado, quien entiende que no es el momento de "hablar de fichajes. Debemos atender a los compromisos que tenemos y descansar. Luego nos sentaremos y sobre el presupuesto valoraremos el número de jugadoras que podemos tener: 16, 18 o 20, depende", expresó.

Ligero incremento

"No estimamos que debamos tener más de un 20% o 30% de presupuesto con respecto al de este año. Lo bueno es que nosotros dependemos mucho del patrocinio privado, más que del público. Intentamos que las jugadoras estén al día: no podemos depender única y exclusivamente del tema público". Doblado argumenta la dificultad de lograr un patrocinador para el nombre de la entidad. "Hay muy pocas empresas en Canarias que apostarían por un naming en un club que no sea fútbol o baloncesto".