"Nosotros somos un club humilde y de nuestro barrio. La intención es jugar en el Pabellón de La Salud", explica el presidente Javier Doblado sin dudar un ápice. El conjunto blanquiazul pretende que su irrupción en la élite femenina del balonmano español acontezca en el recinto municipal donde consiguió el ascenso.

Las inminentes obras a las que va a ser sometida la instalación santacrucera pueden impedir el propósito de la entidad. Doblado matiza que las intervenciones "no van a afectar al parqué. Si es una obra de tres o cuatro meses, no sería un problema. Jugaríamos las primeras jornadas fuera de casa. Si, como parece ser, se demora a seis meses, ahí sí es verdad que nos trastocaría los planes", reconoce.

En el segundo caso -plazo máximo estipulado por el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife-, al Salud no le quedaría otro remedio que jugar provisionalmente en el Pabellón Municipal Quico Cabrera, siempre y cuando el consistorio capitalino dé su bendición al respecto.

"El problema es que hoy por hoy no lo consideran apto para el balonmano. Es una cuestión de voluntad del Ayuntamiento. Quiero pensar que no nos van a dejar en la estacada. Somos un club que vamos a representar a la ciudad -en la élite-. Espero que el Ayuntamiento sea consciente de ello. El alcalde -en funciones- nos ha dado su palabra de que nos ayudará en lo posible. Jugar fuera del municipio no nos lo planteamos", apunta el presidente.