Daniel Mesa Lucas -29/09/1997, San Sebastián de La Gomera- acaba de poner el colofón a su quinta temporada consecutiva en la Liga Nacional de Fútbol Sala. Su Ribera Navarra no pudo superar a ElPozo Murcia en los cuartos de final de los playoffs por el título en Primera División. Los tudelanos estuvieron muy cerca de llevar el tercer y definitivo duelo a la prórroga. Hubiera sido coronar un curso para enmarcar, donde el ala colombino ha dado un nuevo paso en su crecimiento en la mejor competición del planeta.

Qué poco faltó...

Sí. Nos quedamos a las puertas de las semifinales. En el tercer partido, el resultado nos era desfavorable, con 4-1 abajo; decidimos sacar el portero jugador, pudimos meter dos goles para presionarlos, pero al final llegamos justos de tiempo. Hasta el final estuvimos luchando y tuvimos una ocasión faltando poco.

Hacer el doble de tiros entre palos que un grande de este país, como es ElPozo, es significativo.

Su mejor jugador fue el portero. Un buen meta en este tipo de partidos es un 60-70% del equipo. Fede estuvo bastante bien. Nos paró todo lo que quiso y más.

Esto no empaña una campaña fantástica del equipo.

Conseguimos meternos en la final a cuatro de la Copa del Rey, en los playoffs de la Liga... En la primera vuelta, nos quedamos a 23 segundos de colarnos en la Copa de España, dado que el empate del Peñíscola nos valía. La temporada ha sido espectacular. No se nos puede reprochar nada en cuanto al trabajo. El vestuario se fue contento porque sabía que lo había dado todo para poder ganar en Murcia.

Hablemos de José Lucas Mena Pato. ¿Qué significa para usted tener a una leyenda del fútbol sala nacional como entrenador?

Es mi padre futbolístico. Fue el que apostó por mí cuando yo tenía tan solo 15 años. Con 16 di el paso de venirme a Navarra. Es un profesor de fútbol sala. Trabaja cada día por y para nosotros. Año tras año se supera. Somos un club con un presupuesto muy bajo. La directiva y el cuerpo técnico tienen que apostar por jugadores jóvenes. Somos los que damos la cara. Eso tiene mucho mérito. El día que Pato se vaya de Tudela van a tener que hacerle una estatua. Se la merece.

¿Cómo se ha visto en este curso?

Muy bien. Tudela es mi casa. Aquí lo tengo todo. No necesito más. Es el club que apostó por mí y yo le estoy devolviendo la confianza a base de trabajo. Esta temporada he dado un buen nivel, tanto individualmente como colectivamente. Estoy muy contento. Tengo un año más de contrato. Es el club perfecto para seguir creciendo como jugador y como persona.

Imagino que factores como la afición que existe allí también ayudan a este ambiente que percibe.

La verdad es que sí. Somos afortunados de tener, para mí, la mejor afición de España. En los momentos buenos están ahí; en los menos buenos, más todavía. Es una ciudad que respira fútbol sala. Vas por la calle y te encuentras con aficionados, hablas con ellos, siempre un buen trato, mucha amistad...

¿Qué ha cambiado de ese jugador que debutó contra el Xota en septiembre de 2014?

Lo pienso y la verdad es que se me pone la piel de gallina. Llegué siendo un chaval de 16 años. Fue un cambio increíble. Han pasado ya unos años y me doy cuenta de lo que he crecido, de lo que he aprendido de los mejores... Vas recibiendo consejos de ellos, del entrenador Pato, que siempre ha estado ayudándome... A raíz de ahí vas sacando tus armas y vas tirando hacia delante. Ha sido un cambio brutal. Personalmente, lo he notado muchísimo. Ahora me encuentro en un nivel bastante bueno. Tengo que seguir creciendo.

El tiempo pasa y ya no va a volver a vestir la camiseta de la selección española sub'21.

Tuve la oportunidad de ir a la sub'19. Luego, a la sub'21. El ir a la selección es el premio al trabajo que llevas realizando durante todos estos años. Ha sido una experiencia muy bonita, donde he conocido grandes compañeros. Representar a mi país en las categorías inferiores es lo mejor que me ha pasado.

Teniendo en cuanta la dificultad, porque por ejemplo su paisano Javi Rodríguez, con el nivel que posee, nunca ha podido acudir, ¿sueña con la absoluta?

La absoluta tiene un nivel máximo, pero soy un jugador que no mira al futuro. Trabajo día a día para mejorar y, a raíz de ahí, estar preparado para el equipo. Si llega la oportunidad, mejor. No me preocupa el ir ahora mismo a la selección. Si sigo trabajando a un buen nivel, puede que tenga la oportunidad. Si no se da, seguiré trabajando.

¿Le gustaría poder compartir equipo con Rodríguez y que dos gomeros porten algún día la misma camiseta en la élite?

Con Javi tengo muchísima amistad. Es como si fuese un hermano. Me ha ayudado muchísimo desde que salí del Gomera rumbo a la Península. Cuando empecé a jugar a fútbol sala, mi referencia era él. Era el único jugador gomero que estaba en la élite. Siempre ha dado gusto verlo jugar, cómo disfruta dentro de la cancha. Espero ser una sombra de Javi Rodríguez. Muchas veces hablo con él y le digo que a ver cuándo coincidimos en un equipo. Siempre me ha gustado jugar con él. Aparte, nuestro sistema aquí, en Navarra, lo ha practicado con Pato. Es un jugador que lo entiende perfectamente y nos vendría muy bien. Ahora mismo está contento en el Levante. Esperemos que algún día se pueda cumplir ese sueño y poder jugar en el mismo equipo.