El Monsters World Tour lleva la firma de la familia Stey. De origen germano, prácticamente desde el primero hasta el último de este clan de especialistas es parte activa del espectáculo. Como speaker oficia su padre Peter, mientras que a los mandos de muchos vehículos se encuentran sus tres hijos, Patrick, Christopher y David, la cabeza pensante del evento y capaz incluso de bailarse un vals encima de un tractor. Incluso hay un hueco en el show para los más pequeños de los Stey: Abel y Júnior, ya bautizados, con solo cinco años, como el piloto suicida y el piloto del infierno. Una familia entera entregada al espectáculo y que va con la casa a cuestas casi todo el año. "Claro que me gusta esta vida y disfruto con ella", afirma con orgullo David, que recuerda que su última visita a la Isla databa de 2008. Sus palabras, como no podía ocurrir de otra manera, se plasman a la perfección desde el inicio hasta el final de cada espectáculo.

El genuino espectáculo americano del motor, Monsters World Tour, ya está en Tenerife. La Avenida Marítima de Santa Cruz, frente al Intercambiador, acoge desde ayer y hasta el 16 de junio, un show de primer nivel en el que los enormes monster trucks son los grandes protagonistas. Se trata de vehículos de tres metros de altura, seis toneladas de peso y que están impulsados por motores que alcanzan los 1.400 caballos de potencia.

Ya en la sesión inicial de ayer el público pudo escuchar el rugido de los motores mientras los pilotos realizaron imposibles acrobacias en las que el equilibrio y la habilidad son la clave. Derrapajes controlados de 180, 360 y 540 grados, tractores a dos ruedas, ejercicios de alto riesgo saltando varios vehículos y realizando a la vez figuras de freestyle y crash americanos, son algunos de los trucos con los que puede deleitarse el público isleño, que incluso tuvo la posibilidad de ser partícipe de este show.

Pero la parte más salvaje y espectacular de la velada llega con el Mad Max Show, una reproducción en vivo de dos escenas de la saga protagonizada en los 80 por Mel Gibson. En ella un especialista es arrastrado por un vehículo en llamas mientras el piloto se sube al techo del automóvil. "Es totalmente salvaje", asegura Peter Stey, promotor del evento. Tampoco faltan las explosiones, los accidentes simulados y los bowlings.

Los momentos más espectaculares se viven con la aparición en pista de los enormes monster trucks, también llamados big foot. Lo hacen saltando, atravesando y destrozando cualquier obstáculo que se le pone en su camino, como chatarra y otros vehículos. Al mando de estos gigantescos coches están Johnny Lightfoot y Jack Daniels. Ambos han trabajado para grandes superproducciones de Hollywood, doblando a actores y coordinando escenas de riesgos en películas como Misión Imposible, James Bond, Ronin y 60 Segundos entre otras. Alicientes no faltan para acudir a una cita única.

La familia Stey, con gasolina en la sangre