Prohibido fallar. De poco vale la condición de líder y el haber sido el mejor conjunto español en la primera vuelta de la División de Honor Plata femenina. El anfitrión Balonmano Salud Tenerife se medirá en el día de hoy (20:00 horas) al Bolaños en el que será el primer de los tres partidos que lo pondrán en la élite nacional o lo dejarán en tierra y sin opción a repesca. Ser el mejor o no ser.

El Pabellón de La Salud aguarda por un lleno en el día del estreno de la Final Four, y máxime para que, tras el Sporting La Rioja-Handbol Sant Quirze (17:00 horas), el Salud Tenerife sienta un respaldo vital en su feudo, en el que no hincan la rodilla desde el 17 de marzo de 2018 -frente al Morvedre-. Tras la ronda previa en la que las capitalinas superaron al Benidorm, este fin de semana se vive la última y definitiva criba en la que tan solo puede quedar uno, el que ascenderá a División Honor Oro.

El partido de las anfitrionas será una lucha entre dos rivales que se conocen al dedillo, y es que ambos compitieron por el título del Grupo D que finalmente se adjudicaron las tinerfeñas. El Bolaños intentará imponer su férrea defensa -fue el que menos encajó del Grupo D con 560 goles- al mejor ataque de los 56 equipos que compitieron en la División Plata femenina. Lideradas por la lateral Armina Isic, que hizo 162 goles, las de Octavio Pérez vieron portería 847 veces, lo que supone una media de 32,58 dianas por partido.

Si algo les permitió a las Berenguelas mantener las esperanzas de clasificarse como primeras, fue el contraste de dinámicas en la segunda vuelta del campeonato regular; el Salud Tenerife sufrió tres tropiezos, mientras que ellas escenificaron las denotaciones de regularidad con 9 victorias, tres empates y tan solo una derrota. El buen hacer de las pupilas de Juan Miguel Fernández quedó evidenciado en el escenario de la contienda de hoy, donde arañaron un punto (23-23) ante el plantel del barrio de La Salud.

Si las santacruceras toparon en buena parte del curso con diversas vicisitudes en forma de lesiones, ahora son las de Ciudad Real las que padecen ausencias significativas. Vicky González y Lila Noel -lesionada en el cruce de octavos ante el Lanzarote- sufren problemas físicos que les impiden enfundarse la verde. Mientras, Carmen Romero no se sumó a la expedición que arribó ayer a Tenerife por motivos personales.

Más allá de las mentadas ausencias, el roster bolañego tiene un potente arsenal con una columna vertebral muy bien armada. Miriam Rodríguez, pese a ser una novel cancerbera de 19 años, ya ha sido doble campeona de España -cadete y juvenil-. La manchega destaca por sus reflejos y su saque de contraataque. Miriam nutre a jugadoras verticales y con gran capacidad física, tales como María Dolores Aranda, Gracia Duque u Odalys Escalona. Por su parte, María González es la máxima realizadora ciudadrealeña con 132 tantos.

Bolaños, Logroño y Sant Quirze como antesala a lo que debe ser un ascenso tinerfeño a la Liga Guerreras Iberdrola. No obstante, el enfrentamiento de hoy (20:00) entre saluteñas y bolañegas es un envite de esos en los que no cabe especular... y la primera, para casa.

Si hay dos jugadoras del Balonmano Salud que pueden tener entre ceja y ceja esta fase, esas son Stephanía Oliveira y Andrea Roda, dos de las nacionales del equipo isleño. Y es que más allá del objetivo colectivo, ambas afrontan esta cita con el particular propósito desquitarse de los problemas físicos que, recientemente, las han alejado de las canchas. La primera, "pese a no estar al 100 por 100", jugará "tras un año muy duro", en el que apenas ha podido rendir por una lesión de ligamentos y menisco que la trae por la calle de la amargura desde hace un par de años, y por la que se volverá a operar nada más terminar esta intentona de ascenso. La otra, con la intención de rubricar una recuperación que deje atrás "una rotura de ligamentos en el primer partido" del curso pasado, y "otra fractura del metatarsiano en el primer entrenamiento" tras su recuperación. "Mi lema de vida es que todo pasa por algo y pienso que esas dos lesiones fueron para que este año lleguemos a lo más alto. Pisar hondo y ahora subir hasta el cielo", explica la pivote oriolana. Subir a la División de Honor será, para ambas, alcanzar el paraíso.

Roda y Oliveira piden cita para desquitarse con el físico