Tyronne del Pino volvió por sus fueros el pasado sábado. Dispuso de 35 minutos para demostrar que puede aportarle cosas al Tenerife en esta recta final, demostró su compromiso y se sacó la espinita de la inactividad. No así la de ayudar a lograr puntos. Por eso, estaría incluso dispuesto a sacrificarse para que la permanencia sea una realidad.

¿Cómo van esos ánimos después del batacazo sufrido en Elche?

Fue un palo duro para todos porque era una final y no pudimos conseguir los tres puntos. Pero tenemos que dejar eso atrás, quitárnoslo de la cabeza y pensar en lo que nos queda. Si tenemos tan presente el pasado no vamos a rendir como deberíamos.

¿Qué pasó en Elche? Dieron impresión de estar bloqueados.

Es verdad que el entrenador tuvo pocos días para trasladar sus ideas al grupo, aunque intentamos coger los conceptos que él quiere desde el principio. Nos pasó lo que nos lleva pasando toda la temporada: encajas un gol y el equipo se viene abajo. Nos bloqueamos y ahí cuesta todo un poco más. Esta vez no reaccionamos ante el golpe y encima, siendo fuera de casa, nos costó más aún. En casa sí que nos ponemos las pilas y vamos a más, pero fuera no lo estamos consiguiendo. Todo eso influyó para que las sensaciones no fueran buenas.

Se les vio superados.

Es que la situación pesa, queda cada vez menos y te ves ahí abajo. Los golpes pesan más, no los toleras como antes, pero hay que sobreponerse. Ahora estamos entrenando bien, con muchas ganas y una intensidad superalta. El míster también nos está ayudando porque la temporada ha sido muy dura y lo que tenemos que intentar es borrar el pasado y cambiar el chip para afrontar lo que queda.

Será difícil aislarse de los resultados de los demás equipos y los calendarios.

Quieras o no la cabeza se te va a eso. Somos humanos, somos personas y está siendo una temporada bastante dura. Hay que borrar el pasado y centrarse en lo que viene ahora porque es vital para nosotros. No podemos desviarnos de nuestro camino porque si no hacemos nuestros deberes no vamos a ningún lado. La primera final es el domingo y me gustaría hacer un llamamiento al aficionado porque, aunque son momentos duros, sé que van a estar ahí apoyando. Los necesitamos y no nos van a fallar. El Heliodoro va a estar lleno y entre todos vamos a sacar esto adelante.

Cuando se han producido dos cambios de entrenador, uno de director deportivo y han sucedido tantas cosas se duda de todo, incluso del compromiso.

Del compromiso del jugador no se puede dudar. Vivimos por y para esto. Durante la temporada puedes tener momentos difíciles porque quieres y no logras sacar la situación adelante. Ves que tienes mimbres y no hay resultados. Pero el equipo está comprometido, quiere y creo que dando un paso adelante podemos salvar la categoría. Además, nosotros somos los primeros que perdemos, los máximos perjudicados. Perdemos prestigio, una categoría...

¿Cómo está Tyronne en el apartado personal?

A estas alturas eso importa poco porque hay que salvar la categoría. Firmaría no jugar ni un minuto más y que el equipo consiga ganar estos tres partidos y logre la permanencia. Después de esta temporada tan dura en lo personal, valoro los 30 minutos que tuve en Elche como si fueran 90. Para mí fue muy importante. Ya entrar en convocatoria, con todo lo que me ha pasado, fue importante. Salir a competir lo valoro a muerte, siendo el primer cambio y demostrándole al entrenador que estoy comprometido. El domingo estaré ayudando dentro, en el banquillo o desde fuera.

Lo que no se le puede discutir a Tyronne es que quiso aportar cosas en esos minutos.

El míster me sacó para pedir el balón en zonas intermedias del campo. El ritmo, porque llevo mucho tiempo inactivo, me cuesta. No voy a mentir. Pero salí con ganas, ambición e ilusión por aportar cosas. Pude filtrar un buen balón a Nano, me hicieron un penalti y salí contento por jugar, pero decepcionado por la derrota.

¿Qué opina del Oviedo?

Tuvieron un cambio de entrenador, tienen esa presión en tu campo y ese carácter, con su juego directo, que los hace un equipo complicado e incómodo. Vendrán jugándose el playoff, pero no podemos estar mirando lo que hacen ellos. Tenemos que ganar duelos, ganar las segundas jugadas y tratar de hacerles daño.

Se tiene que notar la necesidad.

Desde el primer minuto no podemos dejarlos respirar. Hay que hacer que se sientan incómodos, apretarles. Es mucho más importante la permanencia y se tiene que ver lo que nos jugamos.

¿Qué les dice Sampedro?

Que no hay que pensar en el pasado, eso es lo que nos ha dicho. Trabaja el aspecto mental, buscando que nos sintamos positivos, pero también el aspecto táctico para contrarrestar el juego del Oviedo, frenar su fútbol directo y encontrar el camino para ganar el partido.

Confiar en que se puede, saber que no hay lugar para el error...

Es que es la clave. Tres finales y algo muy importante en juego. El equipo quiere sacarlo y va a sacarlo. No queda margen y tenemos que hablar en el campo, que es donde se consiguen los resultados, demostrando que tenemos claro que nos la jugamos.