Aitor Sanz aportó ayer la visión de un jugador de la plantilla del Tenerife que no ha podido participar ni un minuto en la competición, al estar de baja desde la temporada pasada; pero la suya también es la voz de un futbolista que porta el brazalete de capitán y que lleva seis campañas en el club. En definitiva, su análisis puede ser hasta necesario en un momento delicado como el que sigue soportando el equipo en su intento de impedir la caída a la Segunda B.

El madrileño no juega partidos ni interviene en los ejercicios de sus compañeros, pero está en el vestuario, vive el día a día como los demás... Es decir, conoce al detalle cualquier problema del grupo. Y ayer transmitió un mensaje esperanzador para el tinerfeñismo. No lo hizo por corporativismo o por el simple deseo de que todo acabe bien. Habló en esos términos porque, según contó, cree firmemente en la capacidad de los futbolistas que, como él, forman parte del Tenerife. "Tengo total confianza en ellos y en la gente que está en el campo, porque veo al equipo trabajar y la unión que hay en el vestuario; miro las caras de los jugadores y veo que están preocupados y que tienen esa tensión encima, pero son perfectamente capaces de sacar esto adelante".

Sanz dio a entender que no le está sorprendiendo este tramo de Liga tan "desagradable", porque "se sabía que las cosas iban a estar difíciles hasta el final" después de los "problemas" que han ido condicionado al Tenerife, pero insistió en destacar el "compromiso" que percibe en los futbolistas y añadió el valor de la "energía" con la que llegó al club Luis César Sampedro y que igualmente aplican los jugadores. "Es algo que me da toda la tranquilidad del mundo. Confío en que estos jugadores van a sacar la situación adelante".

Lejos de darle vueltas al decepcionante debut del nuevo entrenador (3-0 en Elche), Aitor aconsejó no perder tiempo en el proceso de asimilación de ese tropiezo. "No nos serviría de nada", opinó el mediocentro, convencido de que es preferible "darle toda la normalidad y tranquilidad posible a esta situación, afrontar el partido ante el Oviedo con energía y confianza, y saber que el Tenerife tiene un grupo de futbolistas muy buenos y comprometidos".

Entrando en la responsabilidad de los capitanes en semanas de crisis, dijo que el equipo está en buenas manos. "Los veteranos son muy importantes: Suso, Carlos, Raúl, Dani... Esta gente es la que le sale a tirar del carro. Y lo sabe hacer. Apoyándonos en ellos, y con el empuje de todo el equipo, saldremos adelante".

Son futbolistas que compartieron con Aitor la angustiosa experiencia de evitar el descenso a Segunda División B en la penúltima jornada de la Liga 2014/15, gracias a un triunfo ante el Real Betis. Esa vivencia marcó para siempre en su memoria la certeza de que el factor Heliodoro puede ser muy influyente. "Nos ayudó muchísimo, fue fundamental", contó trasladándose a aquel 31 de mayo. "Fue un partido que los jugadores ganamos en el campo, pero que la gente lo ganó en la grada".

Ahora espera que se repita, tanto este domingo en la visita del Oviedo como en la última fecha, la que medirá al Tenerife con el Zaragoza. Aunque espera que en ese cierre del curso el representativo esté salvado, cuenta con el impulso de la afición. "La gente tiene que saber que su papel es muy importante", apuntó para revelar que "en pocos campos" pudo sentir un "ambiente que arrastre tanto al futbolista" como en el Rodríguez López. "Esta misma temporada tuvimos muchos ejemplos en partidos que pudimos sacar adelante gracias al apoyo de la gente", comentó Aitor haciendo alusión a las remontas ante el Alcorcón, Osasuna y Las Palmas. "Ese será un factor diferencial para nosotros en los dos partidos que quedan en casa, porque cuando el Heliodoro se pone a empujar, somos un equipo imparable", remarcó.

En ese sentido, pidió que se dejen los reproches para el final de la temporada, en el supuesto de que aún sigan latentes. "Ahora mismo, los jugadores que estamos de aquí somos los mejores del mundo. De aquí al final de la temporada no hay otros mejores; y sé que la gente nos va a apoyar como tal. Luego, al final de la Liga que cada uno haga el juicio que estime oportuno".

De momento, el Tenerife aspira a sumar el número suficiente de puntos que le permita asegurar su continuidad en Segunda División una campaña más. Se trata de una cifra en la que Aitor no ha pensado, ya que es partidario de centrarse en cada partido y "no hacer cábalas". Reduciendo el volumen de exigencia, afirmó que si el equipo "hace los deberes" ante el Oviedo, estará "un poquito más cerca" de su objetivo. "No sé si habrá que llegar a 50, 49 o 47 puntos. Y tampoco quiero pensarlo".

Ahora toca superar a un rival que, al igual que el Tenerife, necesita vencer; en su caso, para seguir con opciones de alcanzar los puestos de promoción. Es un Oviedo al que Aitor perteneció durante tres temporadas, antes de unirse al club insular. "Es uno de los equipos de mi vida y sé que va a venir a darlo todo en el campo, porque lo lleva en el ADN", avisó el futbolista.