Los equipos formados por Lorenzo Hernández y Sergio Marrero, con Ford Anglia 105 E del año 1955, primeros absolutos y del grupo D con 56,6 puntos de penalización; y Nicolás Sánchez-María Teresa Báez (Saab C de 1971), segundos absolutos y primeros del grupo E con 97,6 puntos de penalización, fueron los vencedores en la décima edición de la Clásica de Aguere, prueba de rallyes de regularidad que, con la organización del Real Automóvil Club de Tenerife (RACT), tuvo su podio de salida y llegada en la plaza de La Concepción de La Laguna.

Con una lista de inscritos formada por medio centenar de equipos -el vehículo más antiguo fue un MG TC de 1945, y el más moderno, un Ferrari Testa Rosa de 1980-, el podio de la categoría D se terminó de configurar con Iván Dorta-Jorge Hernández (Austin Heale y Sprite de 1955), con 126,9 puntos; y Miguel Hernández, padre e hijo, con Volvo P1800 de 1961 y un total de 165,2 puntos de penalización.

Por su parte, en la categoría E, la segunda plaza la ocuparon Juan y Armando Conde (Alfa Romeo 1750 GTV de 1968), con 118,8 puntos; mientras que Agustín Cuesta y María Vega (AC Cobra de 1970) subieron al tercer cajón de podio, con 157,5 puntos.