El Martínez Valero no es un escenario nuevo para el debut de un entrenador contratado por el Tenerife con la temporada avanzada. Como pasará mañana con Luis César Sampedro, otros tres técnicos inauguraron su etapa profesional en el club tinerfeño visitando al Elche: Fernando Castro Santos, José Antonio Barrios y David Amaral. El balance en esta particular coincidencia es de una victoria y dos empates.

El primero en poner en marcha el contador de partidos dirigidos al frente del equipo blanquiazul en la cancha ilicitana fue Fernando Castro Santos. Después de la apuesta fallida del italiano Mauro Sandreani y de una jornada de transición con Felipe Miñambres en el banquillo, la directiva encabezada por Javier Pérez eligió al experto preparador gallego para acercar al Tenerife a su único objetivo, el regreso a Primera, categoría de la que había bajado la campaña anterior, la 1998/99, poniendo fin a su ciclo más exitoso. Castro Santos debutó con un triunfo por 1-3 en el campo del Elche el 12 de octubre de 1999. Pablo Paz, Slovak y Barata marcaron para un equipo en el que también tuvieron minutos aquella tarde Navarro Montoya, Javi López, Ballesteros, Lussenhoff, Hugo Morales, Emerson, Pier, Mista, Antonio Pinilla, Marcelo Santos y Aira. Ese punto de partida tuvo continuidad con otro 3-1, en este caso frente al Villarreal y en el Heliodoro. La tendencia positiva se mantuvo hasta el comienzo de la segunda vuelta de la Liga, momento en el que la dinámica se enfrió, provocando un nuevo cambio de técnico. En la trigésima segunda jornada, un empate en casa con el Toledo agotó la paciencia de los rectores del club, quienes ordenaron otro relevo: salió Castro Santos y entró Ángel Cappa. Al final, el Tenerife acabó en la mitad de la tabla y tuvo que esperar al curso siguiente para subir a Primera.

Con el paso de los años, el Martínez Valero acogió el debut de otro técnico sustituto. Se había consumido la primera vuelta de la Liga 2004/05 cuando el club comandado por Víctor Pérez de Ascanio trató de dar un giro a la trayectoria deportiva del equipo prescindiendo de Pepe Moré y confiando en José Antonio Barrios, quien vivió su primera experiencia como entrenador del Tenerife en un desplazamiento a Elche, el 29 de enero de 2005. El Tenerife, instalado en el decimocuarto lugar de la tabla, se acercaba peligrosamente a la zona de descenso y el Tigre cogió las riendas para, en principio, frenar la caída. Su primer paso fue dejar la puerta a cero y firmar un empate. Kelemen, Edu Moya, Óscar Álvarez, César Belli, Daniel Fagiani, Jesús Vázquez, Antonio Hidalgo, Vitolo, Raúl Martín, Keko y Cristo Marrero jugaron de inicio un encuentro en el que también intervinieron Jaime Gavilán y Kiko Ratón.

Con Barrios, el Tenerife solo perdió cinco partidos en la segunda vuelta -tres en las cuatro últimas jornadas-, pero no pudo engancharse al grupo de aspirantes a dar el salto a la máxima categoría.

En la temporada posterior, iniciada con Barrios como míster, la afición del Elche volvió a ser testigo de un relevo en el banquillo blanquiazul. Antes de llegar a ese momento, el Tenerife había sido dirigido por Quique Medina -un partido- y por Antonio López. Con el club a la deriva por la dimisión en cascada del consejo de administración presidido por Pérez de Ascanio y del citado López, se activó la solución de emergencia de un profesional tinerfeño de garantías que ya había ocupado el cargo, David Amaral. Su entrada en esta segunda etapa tuvo lugar en el Martínez Valero. Y como Barrios, pudo sumar un punto, aunque con goles de por medio (2-2, Toñito y Jesús Vázquez). Fue el 7 de enero de 2006, con un once compuesto por Kelemen, Cristian Álvarez, Edu Moya, Almirón, Kirian, Roberto Carlos, Ayoze García, Gal Alberman, Jesús Vázquez, Toni Moral y Toñito. Como suplentes actuaron Jao Paulo, Cristo Marrero y Aarón.

En el Elche, protegido en la portería por Sergio Aragoneses, lograron anotar Raúl Martín y Nino.

David continuó trece partidos más hasta que fue destituido por los recién llegados al club Miguel Concepción y Alfonso Serrano. Con su sustituto, Bernd Krauss, el Tenerife añadió los puntos suficientes a su clasificación para evitar el descenso a la Segunda División B.