Por lo que dijo en la rueda de prensa que ofreció ayer en el Heliodoro Rodríguez López, Luis César Sampedro quiere que el Tenerife de mañana en Elche sea un equipo solvente en el trabajo defensivo y directo en la búsqueda el gol, y que no se pierda en elaboraciones intrascendentes. Además, el nuevo entrenador del club blanquiazul espera que sus futbolistas sean "expertos en olvidar" el pasado.

¿Qué sensaciones tiene después de haber dirigido cuatro sesiones?

Hemos ido cumpliendo los procesos que me planteé al venir y midiendo muy bien las posibilidades en cada sesión para llegar al partido de Elche en las mejores condiciones. A partir de ahí, hemos desarrollado los contenidos previstos para empapar a los jugadores de los conceptos que queremos que se plasmen el sábado y buscar que el entrenamiento sea el escenario simulador. Pienso que llegamos bien al partido.

¿Al grupo le ha costado asimilar los nuevos conceptos?

Tuve que hilar muy fino para hacer la convocatoria. A los no convocados les dije que se podían ir a casa con la conciencia tranquila. Tuve que elegir por criterios de distinta índole. No piensen que los que dejé sin convocar están muy lejos de los demás; es una cosa del entrenador. El equipo ha estado fantásticamente bien a nivel de actitud, de concentración, de observar al nuevo entrenador, de ser un grupo trabajador... Los veo ilusionados; los veo bien. Estoy satisfecho de cómo llegamos. En Elche tenemos que competir bien, y eso no significa solamente querer ganar, porque eso es lo que queremos todos. Se trata de poner el talento que tienes y añadirle determinación, entusiasmo, energía, ilusión, pasión y optimismo. Ese cóctel, unido a la disciplina, hace que compitas bien. No es solo querer ganar.

¿El ingrediente del optimismo es el más difícil de encontrar?

Hay que borrar el pasado y ser expertos en olvidar. El agua pasada no mueve molinos. Hay que dejar atrás todo lo que no suma. Los futbolistas tienen que olvidar y aprender de todo lo que sucede. Si te ha salido un buen partido y todo te va bien, olvídalo; porque te van a juzgar por el siguiente. Si te va muy mal todo lo anterior, olvídalo; te van a juzgar por el siguiente. Hay que vivir el presente y ya está. Así tendremos que afrontar el partido: son 90 minutos para vencer a un buen rival, un equipo que ha hecho las cosas muy bien, que está salvado y que nos va a poner las cosas difíciles. Y atrás quedó lo que quedó.

Aunque forme parte del pasado, el Tenerife ha acusado el problema de ir casi siempre con el marcador en contra. ¿Le preocupa?

Hay que ser solvente. Los buenos equipos tienen que manejar varios registros, ser buenos en las áreas, conceder poco y generar mucho. Hemos incidido en las dos áreas. Hay que ser un buen equipo defendiendo y contragolpeando y atacando; un buen equipo a balón parado defensivo y ofensivo; un buen equipo en cada situación, sabiendo dominar todas las fases de un partido. En eso estamos, tratando de entrenar todo lo que puede pasar en un partido.

¿El Tenerife intentará ser protagonista o será conservador?

Las dos cosas. Un partido da para mucho: para ser protagonista, homogéneo, compacto, rudo, dueño con y sin el balón... Hay que manejar todos los registros y no solo eres protagonista por pasarte la pelota. Al final, esto es un deporte de generar ocasiones de gol y no de acumular pases. Si nos diesen un gol por cada diez pases que acumulamos, haríamos muchos. Se trata de avanzar y de no dejar avanzar al rival. Un partido te exige ser bueno en muchos aspectos que tienen una incidencia importante en el resultado, porque este es un deporte de tanteos bajos.

¿Es el momento de los futbolistas con más experiencia, como Suso, Carlos Ruiz o Raúl Cámara?

Son expertos. Pero miro al banquillo y a la alineación y veo gente experta. Todos hemos vivido momentos de crisis y de incertidumbre, y lo que hay que hacer es afrontarlos y nada más. Es cuestión de aceptar el reto y saber que estamos en los cuatro últimos partidos de Liga y en una posición no deseada, pero ya hemos estado todos ahí antes. Los jugadores del Tenerife han estado en otras situaciones de tener que ganar partidos. La presión es inherente a la profesión. Los resultados de los partidos del final de la Liga no tienen nada que ver con los del inicio por la trascendencia, pero todos hemos vivido situaciones similares.

¿Tiene clara la alineación?

Sí, pero no es conveniente que la diga para que no se enteren los rivales y para que los chicos estén pendientes y en tensión, y con la mente puesta en ayudar y en competir. Es lo que queremos.

¿Jugadores como Héctor o Tyronne, que no estaban teniendo minutos, cuentan con opciones reales de ser titulares en Elche?

Puedo opinar de lo que ha pasado desde el lunes. El pasado es como es. Lo que me importa es preparar el equipo, la manera de jugar, las alineaciones y las herramientas que hay en el banquillo para solucionar las cosas que no vayan bien o que sí vayan bien, dependiendo del partido. El currículum anterior y los minutos jugados no me incumben. Tengo que pensar en el partido que viene, no en los anteriores.

¿Ve a Isma López más como interior o extremo que como lateral?

Lo veo en los dos puestos. Si solo viese a Isma en un puesto, no estaría en la convocatoria.

¿Y a Naranjo? ¿Le parece más delantero que jugador de banda?

También lo contemplo en la posición de delantero. Hay que saber utilizar las herramientas oportunas, y Naranjo puede jugar por fuera y por dentro. Veremos qué hacemos el sábado. Además, un jugador puede empezar un partido en una posición y, a lo largo del mismo, dependiendo de las necesidades, ir variando. Evidentemente, son jugadores polivalentes; no son específicos. Es bueno que haya gente polivalente. Naranjo e Isma lo son, pero en la plantilla hay más.

¿Es bueno que el Elche no se juegue nada en este partido?

No pienso en eso. Es un rival que nos va a querer ganar delante de su afición. El Mallorca visitó al Nástic, que había descendido la jornada pasada, y a lo mejor fue lo peor que le pudo pasar. No me fío de nadie; solo de mis jugadores. Sabemos que tenemos que dar unos registros puntuales para ser un equipo competente y competitivo, y tener en cuenta siempre al rival, porque no jugamos solos. Estar salvado es un arma de doble filo. No me atrevería a decir si es mejor o peor. Lo que sí puedo decir es que será difícil.