Víctor Moreno tomó el pasado fin de semana la "decisión más difícil" de su aún incipiente trayectoria como director deportivo porque deja "un cuerpo técnico damnificado" y por tratarse del entrenador "con más partidos en la historia del club". Su objetivo era el de "cerrar la temporada y pensar en la siguiente", pero "las circunstancias" no lo han permitido. "Es una decisión que nos ha hecho sufrir a todos, desde el presidente a mi equipo de trabajo, pero esto es alto rendimiento, el fútbol tiene estas cosas", incidió.

Y esas cosas tienen que ver con las sensaciones que transmitía el conjunto insular en el último tramo de la competición. "El partido del Almería en casa nos preocupó mucho, salir a Extremadura y no ser capaces de encontrar nuestra mejor versión también. Entendíamos que el derbi podía ser una inyección emocional de cara a tener un final de Liga positivo. Se dio la primera parte y no la segunda", empezó explicando antes de referirse al último partido, en el que "no se trata de perder en Granada, sino de cómo se afronta el partido".

Añadió en su análisis que le molestaba que el equipo no fuera "capaz de llevar el partido a nuestro plan de juego, que hayamos funcionado el último mes más por el impulso individual porque es algo a lo que te agarras, pero que no es del todo fiable".

El director deportivo eludió, sin embargo, entrar en detalle al respecto porque "hay ciertas cuestiones que son internas", escudándose en que su equipo de trabajo maneja "mil factores: desde valorar cómo se lleva a cabo el modelo de juego en el plan de partido hasta las cosas que se pueden cuantificar". De ahí que, como están ahí "para tomar decisiones", se haya dado el paso. En este sentido, Moreno llegó a exponer que lo fácil "hubiese sido esconderme detrás de la sombra de José Luis (Oltra), que es una institución aquí, y dejarme llevar. Porque si sucede lo malo no me salpica tanto".

En ese punto, tiró de ambición para explicarse: "Vengo aquí a matar, quiero un proyecto ganador, quiero meter este equipo arriba y tengo que tomar decisiones en función de lo que me dice mi yo profesional".

El director deportivo blanquiazul también se defendió por las formas en las que se produjo la destitución. "Existirán varias versiones y todas pueden ser verdaderas, pero ¿cuándo es el mejor momento? Justo después del partido te dirán que es en caliente, el martes que has perdido tiempo. Al final, es una decisión meditada y tratando de hacer lo mejor para el club", sostuvo. El objetivo no es otro que "agitar todo el entorno deportivo para reaccionar, porque los indicativos que manejábamos decían que poquito a poco nos estábamos deshinchando como equipo".

En el reparto de responsabilidades, Moreno se refirió a "todos los que hemos formado parte de la parcela deportiva (en alusión a entrenadores y directores deportivos)". Eso sí, con un dardo envenenado: "Pero yo soy el cuarto y él (señalando a Sampedro) es el quinto. Ahí está el quid de la cuestión".

Siguió a la defensiva cuando se le preguntó por el ostracismo de Héctor Hernández. "Hay más jugadores en último año y participaron el otro día. No podemos mezclar que yo tenga conversaciones con un entrenador y traslade mis opiniones con eso porque tengo unas competencias. Igual que en un fichaje decido yo. Claro que tengo mi opinión, que en una conversación hablas de estrategia y compartes ideas. A veces hasta haces pensar al entrenador. Pero eso no quiere decir que yo me meta en sus decisiones porque respeto las parcelas", explicó sin ser cuestionado por su supuesta influencia en la elección de jugadores del once.

Por este mismo camino, el profesional conquense pidió unidad y un esfuerzo a todos para ayudar al equipo a salir de la situación actual. "Intento construir dentro de la dificultad que entraña esta temporada, que no me esperaba que fuera a ser así", comentó algo afectado antes de lanzar otro mensaje al entorno: "No hay jugadores de Víctor, de Alfonso (Serrano), de Luis César o de (Miguel) Concepción. Es una plantilla de 23 futbolistas, del Tenerife, hábiles para competir y que tienen que dar su mejor versión".

¿Por qué Sampedro?

"Principalmente por el escaso tramo temporal del que disponemos, por la metodología que trae, su llegada al jugador y porque no necesitamos tiempo para conocernos y las cosas fluyen. Es por recortar tiempos de adaptación", expuso sobre su elección del nuevo entrenador.

Buscaba cambios

"Abrir las ventanas y que entre aire fresco es lo que se busca con este movimiento, además de cuestiones tácticas y de modelo de juego, que es algo interno. Cada uno maneja una metodología diferente. Habrá cambios que buscábamos", explicó.

Reunión con capitanes

"Os llega mucha información, pero yo no puedo airear situaciones internas. Los capitanes están responsabilizados. Mi mensaje es el paso al frente, tener una mentalidad saludable, siempre he tratado de empujarlos a que encuentren su mejor versión, desde la exigencia al apoyo emocional", dijo sobre su conversación del pasado lunes con los capitanes.

Cuentas para salvarse

"Dependerá del ritmo del cuarto por la cola y de que seamos capaces de aunar fuerzas, porque el que más y el que menos se juega algo en esta película", indicó sin desvelar una cantidad de puntos.