Avanza en su idea Luis César Sampedro, que, en las dos sesiones preparatorias de ayer, insistió una y otra vez a sus futbolistas en que sean agresivos en ataque para llevar el balón a la banda y hacer daño a la defensa rival. Lo hizo con su peculiar estilo, muy claro a la hora de dar instrucciones y hasta provocando alguna mala cara en los receptores del mensaje. "Los extremos son los rápidos, hay que buscar la espalda, para recibir al pie pongo ahí a un central", dijo en más de una ocasión.

Apurando en la presión al equipo que defendía, pidió abrir líneas de pase al que atacaba y a los mediocentros que cambiaran la orientación del juego buscando siempre la mejor opción, la más liberada. "Ahí hay dos de azul, aquí hay ocho. ¡Mira!", solicitó en otra oportunidad. José Naranjo, la novedad desde el entrenamiento matinal una vez superadas sus molestias, fue de los que recibió algún reproche: "No puedes acompañar, tienes que llegar para que él (señalando a Milla) te pueda dar el pase y tú asistir a Nano en el área".

El técnico blanquiazul repartió dos onces, en los que mezcló jugadores dejando algunas cosas claras: utilizó dos líneas de cuatro por detrás de dos atacantes, aunque uno de ellos (Borja Lasso en un lado y Tyronne en el otro) era más mediapunta. Isma López, por ejemplo, siempre actuó como interior. Los laterales zurdos fueron Héctor Hernández y Samuel Camille. Sin Racic, ausente por la tarde, siguió ejercitándose Javi Alonso con los mayores.

En algunos ejercicios sobraron dos futbolistas, a los que Sampedro envió a realizar remates a portería ayudando en el trabajo específico del guardameta que sobraba del partidillo (a los dos del primer equipo se sumó Otaño). "Por dentro, remata por dentro, que puede haber un rechace del portero o la puede desviar alguien. Si la tiras arriba, no", le dijo delante de todos al argentino Fernando Coniglio.