Las coronadas hijas del Teide. María González y Arinegua Pérez celebraron, el pasado domingo, un nuevo título con el Rocasa Gran Canaria. La consecución de la EHF Challenge Cup -segunda competición continental- supone el quinto para la capitana tejinera, mientras que el tercero para la joven aronera.

Se trata de "una época muy bonita, con un nivel de exigencia muy bueno. Jugar por estar arriba es muy atractivo", señala la central lagunera, con una docena de años en el conjunto, que también degustó la Challenge 2015/2016, así como las copas de la Reina 2014/2015 y 2016/2017 y la Supercopa de España 2017/2018.

La renta de siete goles obtenida en la ida frente a las polacas del SPR Pogon Szczecin hizo que la vuelta, en el pabellón Rita Hernández, se viviese con más tranquilidad. El 15-12 al descanso terminó de relajar a una escuadra grancanaria que terminó perdiendo (23-24) el encuentro.

"En la segunda parte se bajó un poco la intensidad. Cuando hemos trabajado a alta intensidad, sobre todo defendiendo, no han tenido opción, aunque cuentan con un altísimo nivel", afirma la lagunera.

El Club Balonmano Remudas "se ha adaptado muy bien en los últimos años a la competición". De hecho, fue finalista el pasado curso y cuartofinalista el anterior. En esta, salvaron con sufrimiento la antepenúltima ronda. "Tuvimos el mayor problema en Bielorrusia -estuvieron cerca de quedar eliminadas en la vuelta frente al HC Gomel- y lo solventamos. El equipo se lo merecía el título".

Su paisana señaló estar "muy contenta" con el que fue su primer cetro europeo. Arinegua va a título oficial por año, desde que arribó a Gran Canaria en 2016, procedente del Club Balonmano Los Cristianos. "Haber ganado tres títulos con 20 años es un orgullo".

En cualquier caso, la extremo izquierdo no se conforma y quiere seguir dando lustre a la que está siendo "una gran temporada. Nunca nadie se acostumbra a ganar títulos. Siempre quieres más y seguir ganando todos los posibles".

La ambición es compartida por María González, a pesar de sus problemas con el tendón rotuliano de su rodilla izquierda. "Me he ido dosificando. Ahora estoy bien, sin dolor. Lo que necesito es descanso", indica la jugadora de 32 años, que ya visualiza su retirada. "Llevo muchos años jugando al balonmano y me va a cambiar la vida dentro de uno o dos años".

La "ilusión" de la Liga

El Rocasa apenas ha podido celebrar la Challenge Cup. Y es que mañana recibe al Gijón con la Liga Guerreras Iberdrola en juego. Las grancanarias necesitan dos triunfos y un empate en los tres partidos que restan para suceder en el palmarés al donostiarra Bera Bera. "La Liga es una ilusión que tenemos desde hace muchos años. La hemos rozado y perdido de muchas formas. El Rocasa se la merece", manifiesta María González. Arinegua Pérez es tajante. "Nos quedan tres finales. A ver si podemos conseguir el doblete este año. Es el título que le falta al club", pese a tener un palmarés ya envidiable.