Fiel a sus principios. El Iberostar cerró a lo grande su minigira por Galicia con un incontestable triunfo sobre el Obradoiro que permite a los de Vidorreta meter un pie en las eliminatorias por el título a falta de dos jornadas para el término de la fase regular. Y lo hicieron los isleños agarrándose a sus principales señas de identidad, una notable circulación de balón (22 asistencias) y la producción desde el 6,75 (11/26), en especial cuando más apretó el necesitado cuadro local (72-76 tras un 55-71). Pese a la baja de Richotti el cuadro lagunero demuestra que llega con fuelle a este epílogo liguero.

La igualdad fue la nota predominante del primer cuarto. Los aurinegros estuvieron sólidos atrás (con San Miguel como una lapa sobre Vasileiadis), movieron bien la bola, mostraron aún más acierto cerca del aro que dos días antes en Lugo (6/6) y encima fueron capaces de responder inmediatamente a los primeros triples de los locales (10-14). Sin embargo, varias pérdidas y un par de desajustes defensivos que permitieron a Vasileiadis liberarse para anotar dos veces desde el 6,75, no hicieron posible que los de Vidorreta tomaran el control (18-16).

Pero una vez ajustaron atrás, los isleños vieron una autopista en ataque, con un Saiz muy solvente cerca del aro y sendas bandejas de Staiger y Bassas. A ellos se unió un incisivo Brussino, que con triple desde ocho metros culminó un parcial de 0-15 (18-31). La segunda unidad estaba funcionando a las mil maravillas (23 puntos de 37), con mucha culpa en una inmaculada hoja de servicios en ataque, tanto en el tiro de dos (11/11) como desde el 4,60 (10/10, que llegó a ser 12/12). Con Iverson dominando los rebotes de ambos aros, Beirán sacando ventaja en el poste, y sin apenas señales del Obra desde el 6,75 (1/6 en el cuarto), la renta canarista fue aumentando paulatinamente hasta alcanzar una máxima de 16 muy cerca del descanso (29-45). Como en Lugo, poco que objetar (quizá mayor acierto en el triple) a 20 minutos que marcaban el camino del playoff.

Y como contra el Breogán, una buena salida de los locales (tres triples de Sabat) cambió la tendencia de encuentro (37-47), y aunque los laguneros mantuvieron a salvo su renta (41-53), un par de triples liberados errados, la producción santiaguesa en el rebote ofensivo y una técnica a San Miguel por flopping (cuando hubo codazo de De Zeeuw) hicieron que el Fontes do Sar se convirtiera en una caldera (47-55, 26'). Pero cuando peor pintaban las cosas, un mate de Saiz, un triple de Brussino y cinco puntos seguidos de Bassas enmudecieron al recinto gallego (50-65, 30').

El Obra trató de agarrarse al choque gracias a sus segundas opciones (55-65), pero en uno de esos días en los que mueve el balón con soltura, el Iberostar mareó a los locales hasta encontrar a Brussino y Beirán en el 6,75 y devolver su diferencia al +16 (55-71, 33'). Lo que podía ser una puñalada para los locales no fue tal por un par de malas acciones bajo el aro, los triples de Vasileiadis y Sabat, y la enésima serie de palos para desquiciar a Iverson pusieron el partido en un puño (72-76, 37'). Momento delicado que los isleños solventaron con mucha paciencia en la circulación para un triple de Abromaitis y un 2+1 de Saiz (72-83). Ahora sí, con menos de dos minutos por delante, los laguneros habían puesto la puntilla para afianzar sus opciones de repetir presencia en el playoff. Depende de sí mismo.