José Luis Oltra sigue sin perder en un derbi canario. Y eso que ayer estuvo cerca de hacerlo. Hubiera llegado el indeseado estreno en el peor momento, pero su equipo manejó bien la tensión y sacó la casta que acostumbra cuando va perdiendo en el Heliodoro para remontar y darle una alegría a su entrenador. Alivio es la otra palabra que se podía utilizar para un profesional que comete errores, pero que lleva sometido al juicio del club demasiadas semanas para trabajar como es debido.

"Ha sido un derbi, con todo lo que supone en mayúsculas. Ha habido de todo: goles, una expulsión, emoción, tensión y tres puntos muy importantes para nosotros", empezó diciendo el valenciano antes de iniciar un análisis más detallado de los noventa minutos. "No hemos salido bien al campo. De hecho, no me ha gustado la primera parte. En los primeros 15-20 minutos hemos estado incómodos. Luego hemos dado pasos adelante y hemos sufrido menos, pero sin llegar a estar bien", aceptó sin remilgos.

Tras el descanso, vio "mejor" a sus jugadores. "La expulsión es determinante. Quedarte con un jugador más te da una superioridad que se ha acabado notando, aunque también se ha notado la tensión y hasta hemos cometido dos errores. Pero cuando lo hemos visto negro y hemos estado en una situación límite, por la obligación y la necesidad, apareció el Tenerife con garra, que va, que empuja, con carácter, que quema naves y que ha acabado dándole la vuelta al partido", resumió.

Los cambios ayudaron en esa reacción. "Con el segundo empezamos a arriesgar. Solo me quedaba jugar con tres en el fondo, dos jugadores muy abiertos (Suso y Naranjo), un 3-4-1-2. Luego, cuando hemos marcado quería línea de cuatro con Filip a la derecha y un 4-4-1-1 pra cerrar el partido", explicó un José Luis Oltra que quiso destacar el papel del central granadino Carlos Ruiz en el partido ante Las Palmas: "Hay que ponerle una nota muy alta, una mención especial, por el golazo, por la jugada del segundo gol y por el carácter que le ha imprimido al equipo. El que más cosas importantes y determinantes ha dado es Carlos".

En esta línea se refirió a "la paciencia" que había tenido en la acción del segundo gol y a que incluso "había rematado otra" antes del 1-1. El cambio, curiosamente, llegó "para evitar una segunda amarilla a Mauro (dos Santos), que estaba amonestado y al límite". No obstante, el técnico blanquiazul no quiso aceptar que le faltara carácter al Tenerife hasta la entrada de Carlos Ruiz. "Lo que ocurrió es que leíamos mal el partido. He dicho alguna vez que nos faltaba carácter, como en Soria, Oviedo o Mallorca. Hoy (por ayer) no es un problema de carácter", insistió antes de referirse a José Naranjo, que "viene haciendo muy buenos ratos y ha marcado el 2-1. Ya la semana pasada estuvo fenomenal".

Oltra calificó la victoria como "importante", aunque eludió los grandes festejos porque "no estamos en situación para eso, aunque me alegro por la afición". Incluso, desveló que hubo botellas de champán en el vestuario. "Las han traído las mujeres de los jugadores, que también les han hecho un vídeo para antes del encuentro", confesó.

Respecto al árbitro, aseguró que "todos tenemos para protestar" durante la temporada. "En Extremadura me quejé sin decir nada. En los dos enfrentamientos hemos tenido más suerte que no, el penalti allí me pareció clarísimo y luego no era. Digo las cosas como son. Hoy no puedo valorar las acciones polémicas. Pero el árbitro, en el cómputo general, hasta estaba más para ellos", dijo.

Fue un día duro para Oltra. "Este año estamos sufriendo demasiado. Ya sabéis que defiendo que este mismo equipo con otra dinámica y en otra situación estaría mejor. Hemos ido entrando por circunstancias y parece que necesitamos ir siempre a la heróica y al límite. Es verdad que por fases nos ha podido la tensión", reconoció para dedicar por último la victoria "a la afición y a mi familia", además de tener un recuerdo muy especial: "Hoy hubiera sido el 51 aniversario de boda de mis padres. Allí donde esté, seguro que mi madre me ha echado una mano".