Virtus Bolonia: Kelvin Martin (2), Kevin Punter (21), Tony Taylor (5), Amath MBaye (9), Yanick Moreira (5) -inicial-; Dejan Kravic (8), Mario Chalmers (5), Pietro Aradori (6), Alessandro Pajola (0), Filippo Baldi Rossi (5) y David Cournooh (1).

Brose Bamberg: Tyrese Rice (21), Nikos Zisis (4), Louis Olinde (0), Patrick Heckmann (2), Cliff Alexander (3) -inicial-; Ricky Hickman (4), Elias Harris (9), Augustine Rubit (5) y Bryce Taylor (2).

Árbitros: Yohan Rosso (Francia), Martins Kozlovskis (Letonia) y Oskars Lucis (Letonia). Sin eliminados.

Parciales: 22-11, 20-17, 11-11 y 14-11.

Incidencias: Antwerps Sportpaleis, ante unos 15.500 espectadores.

El Segafredo Virtus Bolonia se convirtió en el primer finalista de la BCL tras superar, con más facilidad de la prevista, a un Brose Bamberg que acusó su pobre porcentaje en el tiro de campo, con apenas un 26% de acierto. De este modo, los transalpinos serán el rival del Iberostar Tenerife en la gran final de mañana.

Tras un inicio igualado en el que Hunter y Rice protagonizaron un interesante duelo anotador, la entrada de Kravic (ocho puntos en el primer cuarto) comenzó a desequilibrar la balanza para los de Djordjevic (22-11, 10').

Dos triples de Rice parecieron meter a los alemanes en el choque (31-23), pero un parcial de 11-2 justo antes del descanso volvió a disparar a la Virtus (42-28). A la vuelta de vestuarios los germanos se toparon de nuevo con la mejor versión de Kevin Punter, que con seis puntos seguidos puso a los suyos 20 arriba (48-28). Completamente negado de cara al aro (Rice acabó con un pobre 1/11), el Brose solo pudo colocarse a 14 (53-39) antes de un final plácido para los italianos.