No hay temor a que la Euroliga se convierta en coto cerrado

Independientemente de lo que ocurra el fin de semana en Amberes y con la firme intención de "participar en la competición europea que dicte la clasificación final en la Liga Endesa", en el Canarias no creen que el club lagunero esté peor posicionado que otros clubes de la ACB en el caso de que la Eurocup decida otorgar una wild card al baloncesto español. Una teoría que se podría sustentar en lo ocurrido hace dos veranos, cuando los laguneros renunciaron al segundo torneo de la Euroliga con el fin de "defender el título" logrado unos meses antes en la Champions. "Es normal haberla jugado, no solo por ser el campeón, sino también por tener un poco de responsabilidad con la propia competición", señala Félix Hernández.

"No sé qué criterio tendrán para invitar, supongo que será al mejor clasificado", comenta el máximo dirigente del club lagunero, que en el caso de los suyos no cree que "influya la decisión haber dicho que no" hace poco. Desconocedor de si finalmente esa wild card existirá o no, Hernández sí pone sobre la mesa un supuesto, a modo de queja, en relación a cómo está montado el pastel europeo: "Si este año a nosotros, al Manresa, al Andorra, al Joventut o por ejemplo al Unicaja nos da por ganar la Liga, no tendremos plaza en la próxima Euroliga". Es solo una suposición tan complicada de cumplir como reveladora de una evidencia, la división de poderes que existe dentro del basket continental.

Llevarse su segundo título en apenas dos años, aumentar su prestigio continental, embolsar en sus arcas la nada despreciable cifra de un millón de euros, saldar la temporada 18/19 con un sobresaliente independientemente de lo que ocurra en la Liga Endesa? Si el Canarias logra levantar este domingo, a eso de las 7 de la tarde, el trofeo de ganador de la Basketball Champions League prolongará el momento de gloria en el que parece instaurado desde hace unos años. Una consolidación con no pocas connotaciones positivas, tanto deportivas como económicas, de presente? y también de futuro.

Más allá del millón de euros que se llevaría como suculento premio, y la consiguiente posibilidad de engordar el presupuesto del próximo curso, si el Iberostar Tenerife sale airoso de esta cita de Amberes olvidaría cualquier tipo de preocupación en lo que a su próxima presencia en competición europea se refiere. Y es que la BCL ha decidido (pese a no estar recogido en las bases de competición), que el vencedor de la Champions 18/19 tenga plaza asegurada en la cuarta edición de este todavía imberbe torneo. Así lo comunicó hace unas semanas su secretario general, Patrick Comninos, a todos los clubes que estuvieron presentes en Mies (Suiza) con motivo de la celebración del sorteo que deparó los cruces de octavos de final.

Un premio añadido del que el Iberostar saldría beneficiado en al menos dos aspectos. Por un lado, el de las urgencias que supone su puesto final en la actual Liga Endesa. Así, con cuatro licencias que reserva la Euroliga para los clubes españoles y otras tres por parte de la Eurocup, todo apunta a que serán el octavo y el noveno clasificados los que entrarían en la Champions 19/20. Con lo apretada que se encuentra en este epílogo la pugna por el playoff, un deficiente final podría descabalgar a los de Vidorreta de esas plazas de privilegio y, por consiguiente, de repetir por cuarto año competición europea, ya casi un mínimo dentro de las aspiraciones y exigencias canaristas.

Pero es que el pasaporte de regalo también trae aparejados consigo menos dolores de cabeza para el cuerpo técnico aurinegro. Pese a que la BCL no descarta disminuir el número de participantes y a la vez se mantiene en la idea de ampliar a más países su círculo de acción, el órgano dependiente de la FIBA también podría abrir la mano, a modo de invitación, para con el basket español. Pero en esta invitación, y como ya ha ocurrido con Murcia, Joventut y Estudiantes, el Iberostar (salvo que se tenga en cuenta su notable trayectoria de estos tres años) correría el serio riesgo de verse abocado a disputar las rondas previas, con todo lo que ello supone. Principalmente, arrancar la pretemporada antes de lo habitual, esto es, a principios de agosto, para hacer frente a uno o dos cruces preliminares, fijados habitualmente para finales de septiembre. A ello habría que unir que, con la disputa del Mundial de China el cuadro canarista podría no disponer de toda su plantilla hasta bien entrado su trabajo de preparación. Motivos pues, no le faltan al Canarias para asaltar el Sportpaleis entre mañana y el domingo.