José Luis Oltra se prepara para vivir uno de esos días especiales: un derbi. Puede que sea el último, pero es algo que ni se plantea. La situación clasificatoria del Tenerife no le deja espacio para el romanticismo, más allá de tratar de disfrutar de un partido tan especial, porque la necesidad aprieta. De ahí que emplee sus energías en mantenerse invicto de blanquiazul y contra Las Palmas.

¿Cómo se encuentra de ánimos?

Muchas veces, externamente, cuando llegas a sala de prensa, no transmites toda la energía que tienes. Quizás porque hay cierta preocupación por la situación, pero creo que sé afrontar estas cosas con tranquilidad y entereza, tratando de buscar soluciones y no de poner excusas. Si transmito ese estado de ánimo algo bajo es porque hay un punto de sentimiento y responsabilidad que está por encima de otros aspectos. Esto me hace vivirlo con más intensidad este tipo de cosas. Pero estoy bien y muy convencido. Creo en el equipo y creo en el trabajo que estamos haciendo.

El equipo ha hecho todo lo que no debía hacer: perder su colchón primero y dejar de sumar en Almendralejo, luego.

Hoy (por ayer) les he hablado a los futbolistas sobre eso. No podemos andar mirando para atrás en ningún momento. Nos queda una liga de seis partidos, tenemos que concentrarnos en ganarlos, centrándonos en el primero. Encima es Las Palmas, que no es un partido más. Por nuestra situación es importante, pero además es especial. Jugamos por el orgullo de toda tu gente, de toda tu isla, de toda tu afición. Es la fiesta del fútbol canario, pero queremos que lo sea después del partido para nosotros.

Ya ha calificado la situación como preocupante. No sé si buscaba un golpe de realidad en sus jugadores, si cree que les cuesta mantener la tensión competitiva.

En ningún momento nos hemos separado de ahí abajo. Siempre hemos mirado, aunque sea de reojo, y más cuando obtienes resultados inesperados como el del Almería. El del Extremadura duele, pero es verdad que el equipo dio la cara. Preferiría hacerlo mal y ganar, pero es que nosotros siempre perdemos si lo hacemos mal. Nos hizo más daño el de casa, igual que el del Córdoba. Son momentos de la temporada en los que podíamos salir y nos ha faltado competir mejor o contar una dosis de fortuna que nos ayudara. Ahora ves la clasificación y te preocupas. Pero también hay que ocuparse de salir de ahí. Estaría peor si veo que transmitiéramos que estamos muertos. Sé que tenemos recursos en el equipo y que contamos con la afición para lograr el objetivo.

Todos los rivales hablan de un buen equipo, de buenos jugadores, de que saldrán de ahí... esos elogios que acaban doliendo cuando no se cumplen.

Si yo me enfrentara al Tenerife, diría lo mismo. Creo que tenemos esa capacidad. Otra cosa son los rendimientos. Pero la apuesta del club y los futbolistas que componen la plantilla hacían pensar en otra cosa. También es cierto que el año del descenso a Segunda B pensábamos que había equipo para ascender. Te metes ahí, te encuentras situaciones inesperadas y no sales. Nosotros tenemos que trabajar para cambiar ciertas dinámicas. Creo que podemos conseguirlo.

En otra temporada, con este mismo equipo, ¿cree que el resultado sería distinto?

Sin ninguna duda. Es verdad que tendríamos que analizarnos todos. Y cuando digo todos es todos. Empezando por mí, para saber qué cosas he hecho bien y mal. Pero no es el momento. ¿Cuántos futbolistas de los que descendieron con el Tenerife jugaron luego en Segunda o más arriba? Fueron las circunstancias, no que se equivocaran en el nivel de los jugadores.

El equipo tiene una idea, algo imposible de rebatir, pero la ha intentado llevar a cabo de distinta forma. El otro día, con tres pivotes. ¿Esos vaivenes en las alineaciones son causa del problema o la búsqueda como consecuencia del mismo?

Es un poco de los dos. Me hubiera gustado y lo he hecho en todos los equipos que he podido. Siempre es mejor tener una estabilidad, un once más reconocible y una posición de partida más repetida. Nosotros hemos cambiado bastante de formación y futbolistas. Cuando las cosas van mal, te llaman cabezón si no cambias y te dicen que mareas o no lo tienes claro si cambias para buscar soluciones. Yo he tomado decisiones por el contexto, el rival, los momentos de la temporada… Claro que hubiera tomado otras visto a posteriori, pero es que me toca tomarlas antes. Tengo la conciencia tranquila en eso porque he tomado decisiones buscando lo mejor. En unos he acertado y en otros, no. En Gijón, por ejemplo, pongo cuatro mediocentros y las sensaciones son buenas. En Las Palmas salió peor y en Oviedo fue un desastre. Pues no lo hemos hecho más.

Se le ha criticado mucho la salida del equipo de Héctor Hernández y la apuesta por los fichajes del mercado de invierno, como una especie de hipoteca que ha tenido que aceptar.

No creo que haya perdido credibilidad porque siempre he sido claro y directo con los jugadores. A todos les suelo explicar lo que veo de ellos. Las decisiones no siempre son del todo justas ni gustan. Si encima no llegan los resultados, pues los que no juegan se desesperan más si no les llega su oportunidad. Pero las tomo exclusivamente yo.

Usted ha dicho que el equipo no ganaba y buscó soluciones.

A la hora de elegir hay muchos aspectos. Suelo dar muchas explicaciones, pero hay cosas que no se pueden explicar hacia fuera. Situaciones personales, contractuales, rivales, complementos dentro del equipo… Hay muchos factores que influyen a la hora de tomar una decisión. Los entrenadores decimos siempre que no hacemos las alineaciones para los medios o la afición, pero el que diga que no le condiciona que le machaquen con algo está mintiendo. En mi anterior etapa, por poner un ejemplo, fui cabezón con Culebras. En el ascensor de mi casa me llegaron a poner, escrito con llave, “pon a Culebras”. Claro que te termina afectando porque eres humano. Luego valoro todo y tomo una decisión. Lo que no puedo hacer es una encuesta. Mi trabajo es defender una idea y poner a los que considero mejores.

Con Racic, una victoria en doce partidos. Si es por números...

A veces, lo que sirve para poner a uno igual es por lo que estás quitando a otro. Con Uros, por ejemplo, los números son francamente malos. Pero salvo contra el Almería, que no entendió su función ni lo que le pedía, creo que nos ha dado muchas cosas. Si me aseguran que quitando a Uros ganamos los últimos seis partidos, no vuelve a jugar. Pero como eso es imposible valoro su trabajo y lo que considero bueno para el equipo.

El maldito problema del gol, generado en verano y sin resolver en enero, puede que sea el que ha lastrado toda la temporada. Pero se le da menos importancia a esos apagones defensivos tan habituales que han llevado al equipo a ir por debajo en el marcador 24 veces este año. Una barbaridad.

Este equipo es el segundo con más remates al poste, llegamos mucho y creamos ocasiones. El Almería, por ejemplo, no nos creó tantas situaciones como nosotros en Extremadura. Además, llevamos once partidos consecutivos encajando. Te preguntas por qué está el equipo ahí y vas encontrando las razones en estas cosas. En Almendralejo hemos perdido por un error nuestro. ¿Por las cinco que tenemos y no marcamos? También, pero es que los de arriba estuvieron bastante bien. La de Nano estuvo bien rematada y no entra. El caso es que cometemos una pérdida no provocada que desemboca en dos tarjetas, una de ellas acaba luego en expulsión, y la falta del gol. Además de ir a remolque otra vez. Esa falta de contundencia nos ha condenado. Recuerdo el córner del Sporting, el error del 0-1 del Almería…

Le hago una lectura del grupo: gente comprometida, que quiere, pero que igual carece del liderazgo para afrontar situaciones de este tipo. ¿Lo comparte?

Sí que falta algo de liderazgo. Creo que tenemos futbolistas que lo tienen, pero no son los que más están jugando en este momento. Lo están ejerciendo, están ayudando, pero no es lo mismo que cuando estás en el campo. Gente como Carlos, Raúl o Aitor no han podido aportar eso desde dentro.

¿Y no ha pensado en sacrificar algo de lo que tengan los que juegan y no ellos para dar entrada a estos líderes y ganar algo en ese aspecto?

Sí, es posible que Raúl y Carlos hubieran podido jugar algo más. Han tenido sus partidos y ese contagio que esperábamos igual tampoco ha llegado. No por ellos, que no tienen la culpa de perder un partido, sino por la situación. Quiero decir que te lo planteas, le das muchas vueltas, pero tampoco es una garantía. Es difícil saberlo.

¿Llega el derbi en mal momento?

Dependerá de cómo acabe. En este caso, creo que por nuestra situación nos puede venir bien si ganamos. Nos tiene que reforzar, aunque hemos tenido varias de estas y luego no le hemos dado continuidad. Si perdemos debería afectarnos menos porque no queda tiempo para lamentarse.

Como estos partidos suelen desconectarse de la realidad competitiva...

Puede ser que este esté más cerca de la competición que otras veces. Pero es que son partidos distintos. En los derbis no hay favoritos, clasificaciones, estados de ánimo ni de forma. Tienen una carga emocional añadida porque significan mucho para el entorno.

Nos agarraríamos al factor Heliodoro, donde Las Palmas no gana desde 2002. Pero viendo los dos últimos partidos del Tenerife en casa...

Yo nunca había perdido dos seguidos de local y llevamos dos. Pero en los derbis no hay estadísticas. El fútbol es caprichoso. El que juega de local, por ejemplo, tiene más respaldo. Pero es que nada de eso vale.

¿Condiciona mucho sus planes la baja de Jorge? Probablemente sea el central más dotado para la salida de balón y para defender con metros a su espalda.

Es una baja importante. Conmigo ha jugado siempre. Es el central que más goles ha aportado, tiene una salida de balón muy limpia, es rápido… Pero como siempre digo, no será excusa si perdemos. Es una oportunidad para un compañero que no está participando y seguro que lo va a hacer lo mejor posible. No me parece que su baja deba ser determinante en el partido.

En el lado contrario, un alivio poder contar con Luis Milla y Filip Malbasic.

Cierto. Además, recuperamos a Alberto y a Suso. Van a estar todos menos Aitor, Coniglio y Jorge.

¿Alivia el resultado de Las Palmas contra el Lugo? Porque se pueden hacer dos lecturas: que llega un rival recuperado o que el Lugo sigue a tres y eso debe destensar a los suyos.

Nunca se sabe. Si hubiéramos ganado lo hubiéramos visto de otra manera. El resultado importante es el tuyo. Lo que digo es que es un grandísimo equipo, aunque no haya hecho una temporada acorde al objetivo. Han hecho un esfuerzo presupuestario, tiene una plantilla brutal y han pasado tres grandes entrenadores. Luego, la realidad competitiva te dice que está lejos de lo que querían. Pero eso no quiere decir que no tenga un potencial brutal. Es un caso, salvando las distancias, similar al nuestro. Es un equipo con una gran pegada, con dos delanteros muy buenos y que sabe lo que tiene que hacer.

¿Qué análisis hace, en concreto, de la UD con Pepe Mel?

Cada entrenador le da unos matices. Pepe también ha ido cambiando de formación, hombres y disposición. El modelo, no tanto. Tiene mucha experiencia y transmite tranquilidad a sus jugadores. Ahora vienen de hacer un buen partido contra el Lugo, con una victoria holgada.

Pepe Mel va a vivir su segundo derbi. El anterior lo vivió sentado en el banquillo del Tenerife. ¿Se ve José Luis Oltra dirigiendo en uno a Las Palmas?

Ahora mismo es muy difícil pensar en eso, y más en la situación en la que estamos. Es verdad que en fútbol no puedes decir de esta agua no beberé o este cura no es mi padre. Pero tampoco soy dudoso en el sentimiento y el compromiso con el Tenerife. Es eso en lo que pienso ahora, en disfrutar de un partido que podré contar a mis nietos porque es muy bonito. Aunque tengan un punto de tensión.

¿En qué es mejor el Tenerife que Las Palmas y al revés?

No sabría decir ahora mismo. Prefiero quedarme con que tenemos argumentos y potencial. Pero es que todos los rivales tienen también sus posibilidades. A Las Palmas le quiero ganar siempre porque me meto en el papel, pero también le tengo respeto porque ha hecho cosas en el fútbol español históricamente.

¿Entiende el partido como algo definitivo en algún sentido?

No. Sería más importante una victoria para Las Palmas porque los acerca a tener un final de liga plácido. Y para nosotros porque nos aprieta más. Pero en sentido contrario vamos a tener que seguir compitiendo.

¿Ni para su futuro?

Es irrelevante ahora mismo. Pienso en la forma de conseguir la victoria y ya está. Si no se da bien, yo estaré preparado para pensar en el Granada. Lo que pase fuera de ahí no es algo que pueda controlar.

No debe ser agradable vivir tantas semanas con la sensación de estar al filo de la navaja.

Parece que los entrenadores somos inmunes, pero somos personas. Y tengo una familia a la que también le afectan las cosas. Todo eso nos llega, lo bueno y lo malo. Hay que ofrecer imagen y entereza pase lo que pase. Muchas veces se habla con ligereza de estas cosas. También sé que forma parte del sueldo, aunque no me guste mucho la frase.

¿Cómo se gana el sábado?

No cometiendo errores, adelantándote en el marcador, con un poco de fortuna, jugando con lo pasional pero también con la inteligencia futbolística necesaria para hacer daño al rival…

Imagino que durante años pensó en regresar a Tenerife y que no está siendo como lo había idealizado.

Ni de lejos es lo que había imaginado. Sufro más por los míos y la afición. Eso es lo que realmente me reconcome. A nivel deportivo lo estoy pasando mal porque además no preveía que pudiera pasar esto. Pero a nivel personal estoy donde quiero estar, me siento a gusto tanto en la entidad como en la Isla y me siento arropado, algo que ayuda en los momentos de debilidad.

Una frase que se le haya quedado grabada de uno de sus jugadores en estas últimas semanas.

Me viene a la cabeza una del pasado sábado. Al acabar el partido, y antes de la rueda de prensa, uno de los chicos estaba llorando y me dijo: “La puta mala suerte”. Me impactó ver a un profesional así. Habla bien del compromiso.

Cuéntele a la gente que no lo ha vivido por qué es especial un derbi canario.

Solo de pensarlo se me pone la piel de gallina. Tengo unos amigos aquí, pasando unos días, y les he dicho que es una pena que no se puedan quedar porque vivirían un partido muy especial. Es un derbi distinto. Es verdad que hay emoción, respeto y un ambiente muy sano. Quizás sea el más grande que he vivido, aunque también me sorprendió el Deportivo-Celta. Pero no es menos que el Valencia-Levante, que es mi ciudad. Este derbi es de los que gusta vivir.

Y solo ha habido uno en Primera.

Es una pena y es increíble. Ojalá pueda darse más veces y que sea pronto porque los focos siempre están en la máxima categoría. Por lo pronto, creo que en Segunda ya es la bomba. Si fuera canario me gustaría que estuviera muchos años viviéndose y, si es en la máxima categoría, mejor aún.