Reza el proverbio que a la tercera va la vencida. No fue el caso del CDB Clarinos, que tuvo que esperar un año para que a su cuarta fase de ascenso consecutiva se concretara su presencia entre las mejores escuadras del baloncesto femenino nacional.

El guion del ascenso tuvo de todo: problemas físicos, reveses, incertidumbre, emoción, felicidad y, sobre todo, calor, el que aportó un histórico que siempre rezuma leyenda a pesar de sus reducidas dimensiones y al paso inexorable de los años, el lagunero Pabellón Juan Ríos Tejera.

Todo colaboró para que el lapso de estos cuatro días -desde el jueves y hasta ayer- cercenaran un total de 16 años sin equipos tinerfeños en la élite española. Si nada se tuerce y, sobre todo, las prescripciones económicas son satisfechas en tiempo y forma, el Clarinos tomará el relevo del Isla de Tenerife -Symel-, que en la temporada 2002/2003 cursó un efímero año entre los mejores.

Tenerife siempre habló alto en la Primera División femenina. Lo hizo el pionero María Auxiliadora, del que cogió el testigo el mito Asunción Tenerife, que incluso llegó a compartir categoría con otro representativo insular, el Junta del Puerto, en la campaña 1984/1985.

San Cristóbal de La Laguna puede presumir de ser una de las sedes de los ascensos de los equipos tinerfeños. Antes lo fueron Cuenca, en 1976, para el denominado Krystal; Cádiz, en 1984, para el mentado Junta del Puerto; y Santa Cruz de Tenerife, en 1989, para el Isla.

Chantel Charles, Laura Fernández, Esther Montenegro, Berta Dalmau, Valeria Chinea, Elisabet Vivas, Irena Matovic, Lina Pikciute, Gabrielle Ortiz, Tanaya Atkinson, Cynthia Petke y Cristina Pedrals han dejado sus nombres grabados en la historia del baloncesto tinerfeño.

Dirigidas desde el banquillo por Claudio García Morales, son muchos los que han colaborado en la gestación del hito morado. También Juan Luis López, en un emplazamiento de honor en la historia de la entidad.

Elisabet Vivas: "Son muchas sensaciones entremezcladas"

La capitana, una de las jugadoras que ha sufrido cada uno de los tres reveses que han dejado al Clarinos a las puertas del ascenso a Liga DIA, Eli Vivas, pudo contar con los dos últimos minutos, e incluso, sumar una canasta que hizo desatar la euforia en el Ríos Tejera. "Son muchas sensaciones entremezcladas. Para mí ha sido un año un poco complicado, me ha tocado vivirlo más fuera que dentro. Poder llegar aquí y ver lo que han hecho ellas (por sus compañeras) ha sido increíble", reconoció a El Día.

La exterior tinerfeña derrochaba júbilo y orgullo por la gesta que consiguió su equipo en una temporada "con momentos duros" y con una lesión que no le permitió jugar todo lo que le hubiera gustado. "Mi propósito era ayudar, fuese de la manera que fuese, a conseguir un objetivo tan importante como este al final de un año que ha sido largo. Me invade la felicidad y una premisa: Tenerife tiene equipo en Liga Femenina 1 otra vez", aseveró Eli Vivas.

Entre las claves de la importante consecución se refirió a un grupo que ha trabajado "a una. Somos un gran equipo, con todas las letras; cada una de las jugadoras ha currado mucho este año y eso ha sido la clave", dijo.

Su alma, liderazgo y resiliencia, atributos de un Clarinos que reinó con su #13 en pista.

"Más no podemos hacer para que la Isla se vuelque"

Entre lágrimas, muestras de cariño y acompañado de las que han sido sus pilares en la plantilla durante varios años de intentos frustrados, Laura Fernández y Eli Vivas. Así se presentó el técnico Claudio García ante los medios de comunicación. "Han sido cuatro días con momentos muy malos, aunque ustedes no lo crean. Este equipo ha sabido sufrir desde el primer minuto y ahora estamos celebrando el ascenso", aseveró el técnico. Con respecto a su análisis del partido, el técnico morado evidenció, "con todo el respeto", que el Clarinos era mejor que el Almería, no obstante, existía "miedo a perder, a no hacerlo bien o a fracasar" ante el público tinerfeño. "Con el paso de los minutos nos hemos ido soltando y, al final, rompimos el partido", indicó con respecto a la línea ascendente que experimentó su equipo en el partido decisivo. A la cuarta fue la vencida para el Ciudad de los Adelantados, algo que, para García, sus dos capitanas lo merecían. "Estas dos (por Laura y Eli) han sufrido mucho en el baloncesto de la Isla y realmente han sido muy importantes en él; nunca nadie las ha respetado, defendido. Yo he sido un cabrón con ellas, lo han pasado mal y han sido las dos primeras que han estado a mi mano para ayudarme y arroparme; han sido las responsables de que el equipo se haya mantenido unido durante toda la temporada. Ellas se merecen que Tenerife tenga un equipo en Liga (Femenina) 1", subrayó el preparador que, paralelamente, refrendaba que lo importante no es el nombre del club y sí que Tenerife vuelva a tener un equipo en la máxima categoría. Del pasado prefirió no hablar un Claudio que sólo optó por mentar lo tortuoso de los inicios: "Crear el club con todas las piedras, críticas y palos que nos hemos llevado, ha sido duro, pero hemos seguido. Pocas veces nos han dado un aplauso". Lejos de especular con el proyecto venidero situó como parámetros fundamentales el "corazón" y la "cabeza" para construir un proyecto lo más "serio y estable" posible. "Si Tenerife no se vuelca ahora, no se pueden volcar nunca más; más no podemos hacer", terminó diciendo Claudio.