Disfrute, atasco y sufrimiento final, pero victoria. El Iberostar Tenerife sacó ayer adelante su compromiso contra un Andorra que si bien se llegó a ver 15 abajo (68-53, 27') nunca bajó los brazos hasta el punto de ponerse en disposición final de voltear el signo del electrónico. Una primera parte fulgurante basada especialmente en el acierto exterior (10/15), pero también en un buen trabajo defensivo y en una aportación coral (en el minuto 18 ya habían anotado los 11 que jugaron) para el 54-39 no tuvo su continuidad en los minutos finales pese al 68-53 (27'). A los de Vidorreta se les bajó la persiana por completo y solo fueron capaces de mantener a salvo su renta a base de tiros libres. De uno en uno, pero suficiente para que los isleños mantengan vivas sus aspiraciones de play off y además lleguen en la mejor disposición posible a su momento culmen de la temporada, la Final Four de Amberes.

Bien con la impronta interior de Iverson, a la carrera o tras rebote ofensivo (triple de San Miguel), el arranque del Iberostar fue notable (11-6), pero como contra el Valencia los aurinegros permitieron demasiados tiros abiertos liberados y fueron incapaces de atar en corto a Albicy, que con 10 puntos y tres asistencias participó en todos los puntos iniciales de los suyos (13-17). Sin la mordiente de tres días atrás, el cuadro lagunero recurrió a la paciencia en ataque, un camino que derivó en no solo igualar el 5/6 (para 21-23) desde el 6,75 de su rival, sino incluso mejorarlo.

En medio de una continua rotación de piezas para mantener una gran intensidad (10 pérdidas del adversario al descanso), Vidorreta encontró esa racha positiva que demandaba en Lucca Staiger. Y es que el alemán, como queriendo borrar de un plumazo su irregularidad más reciente, anotó cuatro triples sin fallo en menos de cinco minutos, los dos últimos en los 50 primeros segundos del segundo acto para capitalizar un 13-0 (34-23). Con Jordan el Andorra ganó presencia interior (34-27), pero los laguneros apretaron dientes para cerrar el rebote y siguieron entregados a su estado de gracia desde el perímetro, con White, Brussino y Richotti tomando protagonismo en el festín (49-34). Fiables desde el 4,60 (8/8 al descanso), otro triple de White, sobre la bocina, dejó un 54-39 en el electrónico tras dos primeros cuartos a los que, al menos en lo ofensivo, apenas se le podían poner peros.

Al Andorra no le quedaba otra que endurecer el partido para no claudicar demasiado pronto, y eso hicieron los de Ibon Navarro, más encima en las marcas y además elevando su acierto para acortar diferencias (58-49). Pero entre un triple de Richotti, los posteos de Javi Beirán (incluso en un gancho con la izquierda), y la dirección de Bassas (seis puntos casi seguidos) mantuvieron a buen recauda la renta canarista (68-53 y 71-59 al final del cuarto).

Dos mates seguidos de Saiz parecían mantener al partido en la senda adecuada (75-61), pero entre que el Iberostar se había quedado huérfano casi por completo de su producción exterior (solo un 2/13 tras el descanso) y Ennis y Shurna despertaron (dos puntos entre ambos en los dos primeros cuartos, y 17 tras el intermedio), el Andorra fue pegando pequeños mordiscos a su desventaja para acabar acogotando a los locales: 82-76 a 3'30", 83-79 a 1:21" y 84-81 a 24" del final. El Iberostar anotaba únicamente a cuentagotas, hasta el punto de que en los últimos nueve minutos solo fue capaz de sumar desde el tiro libre. Así llegaron, y cuando ya se mascaba la tragedia, los dos aciertos de Tim Abromaitis a 11 segundos del final (87-83) que daban carpetazo a una victoria que refuerza al conjunto lagunero de cara a la Final Four de Amberes y también en su propósito de luchar hasta la jornada 34 por entrar en el playoff de la Liga Endesa.