Hay vida. El Canarias se rehízo tras un mal inicio y varios de sus habituales apagones para hacer hincar la rodilla del Joventut. Los laguneros se colocan a una victoria de los barceloneses y de los playoffs, aunque anoche no pudo voltear el basketaverage -de 20 perdió en la ida-. La actividad defensiva -15 recuperaciones y 22 pérdidas visitantes- y las piernas aurinegras (17-0 al contragolpe) fueron claves. Como las actuaciones de Beirán -24 créditos de valoración- y de San Miguel -22 puntos, su tope en la ACB-, quienes paliaron los discretos partidos de dos referentes de la talla Abromaitis y Iverson. El binomio Laprovittola-Todorovic fue eclipsado y no brilló como suele.

Richotti, gran novedad en el quinteto canarista, abrió el marcador con un robo que culminó en el otro aro. La conexión Nico-Marko no tardó en comenzar a producir para los visitantes. El capitán aurinegro estaba activo y recuperó otro balón que volvió a poner por delante a los locales, gracias al triple de Brussino (9-8). La defensa canarista incrementó la presión y los cambios zonales para limitar la producción jalonada por el base argentino. No solo no lo logró, sino que los visitantes encontraron fugas tanto dentro -continuación para Todorovic y puerta atrás con Morgan- como fuera -triples de Lopez-Arostegui y del propio canadiense-. Total, la máxima ventaja (11-18). Cortocircuitada una defensa muy física -al borde de la ilegalidad-, el Iberostar pasó más de cinco minutos sin anotar en juego. In extremis, Bassas logró reducir a cinco (13-18). Una asistencia y un exiguo 14% de acierto en tiros de tres fue el pobre bagaje de los aurinegros.

Gillet pareció querer dar continuidad a su buen partido en Valencia. Con dos triples y una penetración que culminó Saiz dejó a la fiebre a tiro (23-25). El excanarista McFadden embocó un triple antes de que Beirán se vistiera de protagonista para relanzar a los suyos. La actividad defensiva del Canarias era frenética, también al límite, limitando las acciones de Laprovittola -sumó cinco créditos y otras tantas pérdidas hasta el descanso- y corriendo al contragolpe -12 puntos por ese concepto, ocho recuperaciones y 16 puntos tras pérdidas badalonesas-. Uno de los robos de San Miguel propició un dos más uno de Iverson y la máxima lagunera (36-30). Un palmeo de Tododovic en el segundo rebote ofensivo catalán cerró el cuarto con cuatro arriba (39-35) para los de Txus Vidorreta.

El bilbaíno repitió el quinteto de inicio, a excepción de la modificación de Beirán por Richotti -con Brussino al dos-. El madrileño cercenó el lapso de tres minutos sin sumar de los suyos, y aunque Laprovittola se echó al equipo a sus espaldas para dejarlo a dos (42-40), Brussino -desde ocho metros-, San Miguel al poste alto, un nuevo triple de Bassas y Beirán en transición obraron un parcial 10-2 para el 52-44. La defensa canarista se permitió el lujo de agotar alguna posesión verdinegra. Dimitrijevic acumuló cuatro puntos seguidos, mas un inspirado Gillet colocó la máxima renta (57-47), aumentada por Saiz -11 arriba-. En el epílogo del cuarto, Delía aprovechó la antideportiva de Staiger para anotar cuatro puntos (59-52).

El intercambio de triples en el inicio del último cuarto apretó el marcador. McFadden los embocó -dos-; San Miguel, no -tres-. Delía completó el parcial 0-12 para que el Divina Joventut pasara a liderar (59-60). Un desaparecido Abromaitis marró una canasta hecha bajo tablero -no fue la única-. Empero, el base maño lo siguió intentando y rompió casi cinco minutos sin canastas aurinegras desde el poste alto. Con el encuentro en un pañuelo, apareció la mano de Brussino -dos triples sin resuello-, así como el liderazgo de Beirán y un nuevo acierto de San Miguel desde más allá de los 6,75 metros, para sellar la decimocuarta victoria (79-72). Hay esperanza.