Derrota neta, indiscutible de un Tenerife que empezó el partido ilusionado con ganar y casi cerrar así esta larga pesadilla, y lo terminó muy bajo, desarmado en el campo y con la sensación de que esta recaída es más profunda que las anteriores.

El equipo de Oltra, no obstante la trascendencia que todos lo otorgaban al encuentro, no entró fuerte al juego. De hecho, el gol que abrió la brecha, el 0-1, llegó como consecuencia de una serie de malas respuestas en cadena. Fue algo tan simple como que el Almería ganó dos saltos de cabeza prolongando el balón hacia el área local y, con ello, abrió un pasillo por el costado izquierdo que acabó con un centro de Luis Rioja que remató, llegando muy solo, Álvaro Giménez. Nadie estuvo a la altura requerida en el bando local en esa jugada, y los rojiblancos, más activos en los saltos, más vivos en la recogida del balón prolongado y, más decididos y astutos en la zona de remate -a la que Racic llegó tarde- lo aprovecharon y se pusieron por delante en el marcador. Habían transcurrido solo 5 minutos y la realidad es que, antes incluso que en el marcador, en el juego ya saltaba la vista que el Tenerife estaba por debajo de su rival, y que tenía enfrente a un equipo en toda la extensión de la palabra.

La respuesta blanquiazul al mazazo fue degenerando según pasaban los minutos. Con la salida de balón atascada por la presión alta de los andaluces, el equipo de Oltra se precipitó y convirtió la búsqueda de soluciones en un permanente ejercicio de hacer cada uno la guerra por su cuenta. El Almería lo atacó frontalmente, convirtió sus transiciones en un cuatro contra cuatro (Rioja, Giménez, Juan Carlos y Corpas contra los cuatro zagueros locales) y a partir de ganar además la pelea de los mediocentros, logró descoser al Tenerife , en especial con las frecuentes entradas por el costado izquierdo de Luis Rioja, al que Luis Pérez no pudo ajustar nunca. Una de esas acciones acabó en un pase de la muerte que remató Giménez solo ante Dani. El balón dio en el larguero, bajó a la raya y botó hacia el área. El Tenerife evitó así por fortuna el 0-2 con solo 28 minutos jugados, en los que, dicho sea de paso, René no tuvo que intervenir ni una vez. Con Milla desconectado, Borja bajando a buscar alguna solución, Racic perdido y los delanteros aislados, el equipo de Oltra no encontraba la manera. La segunda vía para intentar llegar al área rival era el pase largo sobre los desmarques de ruptura de Suso y Nano, porque el Almería se juntaba en 20 metros y muy lejos del su área, pero las veces que el Tenerife buscó ese camino, Nano cayó en fuera de juego... La única vez que el portero visitante entró en acción fue para rechazar un remate del propio Nano cerca del descanso.

En el intermedio, Alberto entró por Jorge, aquejado de molestias musculares. El comienzo del segundo tiempo parecía prometedor, porque los andaluces dieron un paso atrás, pero esa sensación se desvaneció en un abrir y cerrar de ojos: en el minuto 53' un empujón sin castigo a Milla en la frontal, que al menos era falta, dio origen a la contra del segundo gol visitante, aprovechando Juan Carlos un agujero mayúsculo en el centro de la defensa blanquiazul. Dani salvó el mano a mano con su excompañero, pero en el rechace tuvo que hacer penalti a Álvaro Giménez, que había recogido el rechace y se disponía a marcar tras driblar al meta. El propio Álvaro Giménez transformó la pena máxima. Oltra reaccionó poniendo a Naranjo y quitando a Borja Lasso. Con el cambio, el equipo tuvo más presencia ofensiva a lo ancho, aunque casi no hubo tiempo de aprovecharla, porque solo cuatro minutos después, una pérdida absurda de Mauro dos Santos en la salida dio origen a una contra de Luis Rioja, que corrió más de 20 metros con el balón e hizo lo que quiso hasta encontrar el mejor perfil y batir a Dani: 0-3.

El partido decayó en medio de un ambiente muy crispado. Suso hizo dos o tres rupturas buena por su costado, pero Nano malogró uno de sus pases para marcar en bandeja (73'), y Oltra tocó la tecla más extravagante: quitó del campo a Racic, silbado, y puso a Coniglio, de manera que Malbasic acabó de mediocentro... Poco después de este cambio, Naranjo anotó el 1-3, que devolvió la sensación de las remontadas inverosímiles de esta misma temporada, pero esta vez el equipo no tuvo reacción. No había fuerzas ni claridad para optar a algo. Todo se redujo a un feo final, cargado de reproches, que evidencia el peligro de esta recaída.

FICHA

CD Tenerife: Dani Hernández, Luis Pérez, Jorge, Mauro dos Santos, Isma López; Milla, Racic; Suso, Borja Lasso, Malbasic y Nano. En el descanso, Alberto sustituyó a Jorge Sáenz; en el minuto 53', Naranjo entró por Borja Lasso; en el 76, Coniglio por Racic.

Almería: René (1); Romera (1), Owona (1), Saveljilch (1), Martos (1); Corpas (2), De la Hoz (2), Eteki (1), Luis Rioja (3); Juan Carlos (3) y Álvaro Giménez (3). En el minuto 47', Narváez (1) entró en lugar del lesionado José Corpas ; en el 70, David Rocha (1), por Yan Eteki; y en el 81' Demirovic (s.c.), por Álvaro Giménez.

Árbitro: Aitor Gorostegui Fernández-Ortega (Comité Vasco). Muy meticuloso al principio, puso el listón de las tarjetas muy alto. Dejó sin sanción un claro derribo a Milla, que pudo ser fuera del área, pero era falta y dio origen a la jugada del segundo gol visitante. Amonestó a Borja Lasso (16'), Jorge Sáenz (24'), Mauro dos Santos (44'), Dani Hernández (52'), Suso (79') y Alberto (81'), y a Juan Carlos (20'), Yan Eteki (46') y Demirovic (91').

Goles: 0-1, m. 5: Álvaro Giménez remata a bocajarro un centro de Luis Rioja; 0-2, m. 53: Álvaro Giménez transforma el penalti de que fue objeto; 0-3, m. 57: Luis Rioja, tras una galopada individual; 1-3, m. 79: Naranjo remata desde el centro del área.

Incidencias: Partido de la trigésimo quinta jornada de la Liga 1|2|3, disputado en el estadio Heliodoro Rodríguez López ante 10.385 espectadores. Se entregó a Luis Milla el premio al mejor jugador del mes de marzo, de la Liga 123. Además, se guardó un minuto de silencio en memoria de Francisco Fajardo Silva 'Francis', exjugador blanquiazul. Tarde fría y terreno en aparentes buenas condiciones.