Aseveraba Txus Vidorreta recientemente que a su equipo le iban los partidos grandes. El de esta tarde, a partir de las 17:00 horas y en la Fuente de San Luis, lo es.

El Iberostar Tenerife se enfrenta a un desafío de órdago, frente a un Valencia Basket que viene de levantar -el pasado lunes- su cuarta Eurocopa con autoridad.

La empresa toma la especial dificultad que supone históricamente para el representativo insular el hecho de ganar a domicilio al conjunto taronja. Solo lo logró una vez en el contexto de la competición doméstica: fue el 16 de diciembre de 1989 -hace casi 30 años-, en su primera visita.

Los fastos por la consecución continental de la escuadra dirigida por Jaume Ponsarnau pueden favorecer un nuevo asalto al feudo de uno de los grandes equipos nacionales.

Una vez rota la mala racha liguera -siete derrotas consecutivas- ante el UCAM Murcia el pasado sábado, el Canarias pretende equilibrar su balance -marcha con 13 victorias y 14 derrotas- y poner en jaque a los conjuntos que marchan por delante, en puestos de playoffs por el título ACB.

En pos de ello, el técnico Txus Vidorreta ha decidido proseguir con su política de rotaciones, dando de alta a Janari Jõesaar y prescindiendo de Davin White. El estonio debe aportar mejores prestaciones físicas frente a un equipo sumamente atlético en algunas de sus posiciones exteriores.

Mientras, en los locales serán baja, por sendas lesiones, Guillem Vives y el capitán Rafa Martínez. Con respecto al duelo continental frente al Alba Berlín, la única novedad será Sergi García.

Atacar bien para poder defender mejor es la premisa del Iberostar, algo que ya llevó a cabo en la contienda de la primera vuelta ante el Valencia, cuando se impuso con claridad por 100-66.