La presencia y llegada de Uros Racic o el equilibrio y la buena salida de Iker Undabarrena. José Luis Oltra deberá tomar una decisión mañana ante el Almería que marcará a dos jugadores que están ofreciendo un rendimiento, cada uno con sus prestaciones, más que aceptable. El serbio parte con ventaja porque es el que cuenta con la condición de titular. Solo la convocatoria con la selección sub'21 de Serbia y la sanción por acumulación de amonestaciones le han apartado del once desde su llegada a la Isla. Pero el vasco, siempre solvente en sus apariciones, acumula victorias ante el Osasuna (3-2) y el Rayo Majadahonda (1-3), en ambas con notables actuaciones.

Es cuestión de elegir. El futbolista cedido por el Valencia abarca mucho campo, es más contundente en los duelos individuales y pisa más las proximidades del área contraria. Con él se puede decir que el conjunto blanquiazul ha ganado presencia. Desde su llegada, Oltra apostó ciegamente por él.

Deslumbró en su estreno contra el Nástic, en el que fue sustituido a los 88 minutos. Posteriormente, ha enlazado nueve partidos completos con las obligadas excepciones ya mencionadas. Su rendimiento ha perdido en regularidad. En sus primeros encuentros se acercaba a los 60 pases de media por 40 en los más recientes. También ha incrementado el número de pérdidas.

El caso de Undabarrena es algo distinto. Prácticamente fijo hasta enero (acumulaba doce titularidades consecutivas hasta el debut de su compañero), pasó desde entonces a ser el sustituto de los pivotes. Volvió contra el Córdoba para reemplazar a Milla y se le vio afectado por su nueva situación. Pero en sus reapariciones para ocupar el lugar de Racic se le ha visto más recuperado.

Sin apenas fallos en campo propio en las entregas, garantiza una salida más limpia de balón y un mejor criterio a la hora de distribuir. Parece mezclar mejor con Milla y Lasso a la hora de darle continuidad al juego combinativo, aunque él mismo reconoce que le falta la contundencia y llegada de su compañero.

"Creo que él tiene más presencia y yo le doy más equilibrio"

Iker Undabarrena, con su tono humilde de costumbre, reconoce que Uros Racic le da "más presencia" al centro del campo del Tenerife y que además "pisa el área" con más frecuencia que él. Es su manera de respetar al hombre que le ha arrebatado la condición de titular desde su llegada en el mercado de invierno. Sin embargo, él no se ha rendido. "Cuando no juegas, solo puedes dedicarte a trabajar en cada entrenamiento para estar en las mejores condiciones el día que el entrenador considere que debes jugar", asume con naturalidad.

Solo cuando se le insiste en que defienda sus aptitudes, el vasco acepta argumentar que "quizás" él pueda aportar "algo de equilibrio al juego" del conjunto blanquiazul, "ayudando mucho en la salida" y otorgando algo más de seguridad posicional "en las transiciones" porque fija más el sitio que su competencia directa por el puesto. "Lo importante es que se está viendo que la gente no se relaja, los que entran y los que salen lo puede hacer igual de bien. Y eso dice mucho y bien del vestuario", sostiene Undabarrena que también considera que se podría "complementar bien con Uros".

En cualquier caso, él se prepara para el rol que le corresponda cada fin de semana. "Son cosas que tiene que decidir el míster", afirma comprensivo con una situación que podría cambiar si José Luis Oltra decide variar su apuesta ante el Almería.

Será un partido difícil, el de mañana, puesto que el andaluz es un equipo "muy dinámico" contra el que hay que estar muy pendiente "en las vigilancias para evitar sus contras". Ahí puede estar la clave del duelo. "No podemos permitir que salgan como aviones, estamos trabajando en cómo frenar sus virtudes", cuenta Unda. A la hora de comienzo del choque, los blanquiazules sabrán qué han hecho sus rivales. "Eso puede ser una motivación más, pero presión no porque siempre hay en el fútbol", concluye.