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Tenerife CajaCanarias

El fenómeno David Delgado: talento, trabajo y disciplina

Sobresaliente curso de los blanquiazules con dos victorias masculinas en la fase de liga y el ascenso del femenino a División de Honor

Héctor González, presidente del Tenerife CajaCanarias.

Héctor González, presidente del Tenerife CajaCanarias. / TENERIFE CAJACANARIAS

El Día

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Santa Cruz de Tenerife

El Tenerife CajaCanarias baja el telón a una temporada de enorme regularidad, jalonada por el brillante ascenso del conjunto femenino a la División de Honor y el afianzamiento del equipo masculino entre la élite del atletismo nacional. La entidad blanquiazul alineará, por tanto, a sus dos escuadras –masculina y femenina– en la máxima categoría el próximo año. No es algo inédito, pero sí la constatación de un proyecto que transita por una de sus etapas más armónicas y prometedoras.

Así, y después de acariciar el ascenso en el curso anterior, el cuadro femenino conquista por fin el salto de categoría, mientras que el conjunto masculino rubrica una temporada magistral que les permitirá seguir entre los mejores clubes del país. «Si me dices que las dos plantillas van a estar en División de Honor y que el próximo año vamos a estar peleando con los mejores del país, la nota es muy alta», sintetiza el presidente del club, Héctor González Galván.

Fue la renuncia por causas económicas del Celtíberas, conjunto de la División de Honor, la que abrió una rendija para el equipo femenino del CajaCanarias. La normativa federativa jugó entonces a favor de las tinerfeñas. «Nos llevamos la sorpresa de que el mejor equipo femenino entre los que podían optar a la plaza éramos nosotros, así que nos correspondía por puntuación internacional», relata el presidente. El destino, en esta ocasión, quiso recompensar la constancia de un proyecto minucioso, cultivado con paciencia, y de un grupo que ya había rozado la gloria apenas un año atrás.

Más allá del ascenso en sí, lo trascendente es lo que simboliza. Es una validación del auge de un grupo joven y rebosante de potencial. «Nuestra plantilla femenina es muy joven y todavía no tiene esos referentes claros como los chicos, pero este nivel de competición hará que suba el nivel medio del grupo y les permitirá consolidarse entre las mejores del país», asegura el máximo mandatario. Para el club, en definitiva, supone este salto no solo una recompensa, sino una inversión de futuro.

No implicará el salto a la élite grandes retos logísticos para las chicas. Viajar es una constante, como lo fue en Primera y como lo será en División de Honor, toda vez que en ningún caso se celebran jornadas ligueras en casa. Ahora bien, el salto sí será sustancial en términos de nivel. Le tocará al femenino medirse contra colosos del atletismo español como el Playas de Castellón o el Valencia Terra i Mar. Un contexto de máxima exigencia, pero también un escenario privilegiado para que las atletas canarias continúen su evolución.

Y mientras las chicas celebraron su ascenso, los hombres blanquiazules ratificaron su estatus en la cúspide. La temporada del conjunto masculino ha sido «excelente», según su propio presidente. Y con razón. Por primera vez en su trayectoria, el Tenerife CajaCanarias se impuso en dos jornadas de la Liga de División de Honor.

«Nos presentamos en la final con la máxima puntuación posible de la fase previa y competimos muy bien, pero hay que tener en cuenta que nos enfrentamos a superpotencias», explica González Galván, consciente de que, aunque el título se les escapó, el club dejó claro que es capaz de batirse de igual a igual con entidades que le superan con creces en recursos.

Con la mirada puesta en la próxima campaña, las metas son realistas. «Queremos cerrar la temporada con ambas plantillas firmemente instaladas en División de Honor, habiéndolo conquistado en la pista y sin depender de un desenlace de infarto», detalla.

Pocos clubes en España ostentan una plantilla tan genuinamente autóctona como la del Tenerife CajaCanarias. En el club insular, la gran mayoría de sus atletas han nacido o se han forjado en el Archipiélago. Esta singularidad, sin embargo, también plantea sus interrogantes.

«El modelo se mantendrá sostenible mientras existan atletas en el Archipiélago con el potencial suficiente para alcanzar el nivel», reconoce González Galván. El problema no es tanto la cantidad de talento, sino la continuidad del trabajo técnico. «Es fundamental que haya entrenadores que sepan gestionar la carrera deportiva de los atletas y llevarlos al rendimiento que su potencial permite», puntualiza el dirigente.

En los últimos años, la institución ha asistido al paulatino adiós de emblemas del atletismo tinerfeño como Jonay Jordán, Simón Siverio o Samuel García, todavía en activo pero ya en la fase final de su carrera. Para asegurar el relevo generacional, el club se encomienda a su red de equipos asociados, que se encargan de la detección y formación de jóvenes prodigios isleños. «Ellos hacen la captación en las primeras etapas y, cuando su rendimiento mejora, pueden incorporarse a las primeras plantillas del club», explica.

No obstante, el presidente admite que será imprescindible reevaluar el modelo año a año. «Tendremos que valorar si lo mejor es mantenerlo o si, llegado el caso, aceptaríamos competir en Primera División. Es un diálogo permanente que tendremos», expone.

El indiscutible protagonista de la temporada del Tenerife CajaCanarias ha sido Jesús David Delgado. El especialista tinerfeño de los 400 metros vallas ha destrozado registros históricos y ha inscrito su nombre entre los mejores del atletismo español y continental.

En 2025, Delgado derribó dos veces la barrera nacional de los 400 metros vallas, que llevaba nueve años en pie, mejorando los 48,87 que firmó Sergio Fernández en los Juegos Olímpicos de Río 2016. Primero, con 48,60 en Soria, en la última jornada de la Liga Joma de Clubes, y después con 48,45 en el Memorial Czesława Cybulskiego de Poznań (Polonia). Su ascenso, vertiginoso, no tomó por sorpresa a nadie dentro del club.

«Sabíamos que Jesús David tenía margen de mejora y la capacidad para hacerlo mejor de lo que había hecho hasta ahora», confiesa el presidente Héctor González. Este año «ha tenido continuidad, no ha tenido problemas físicos y ha sabido aprovechar sus oportunidades». «Creo que eso –los dos récords de España– tiene que ser un punto de inflexión para que Jesús David sea consciente de que puede estar entre los mejores del país y de Europa», subraya González Galván.

Eso sí, el vallista isleño, que se prepara en el Centro de Alto Rendimiento de San Cugat (Barcelona) –mismo enclave donde también se entrena Samuel García– «sigue siendo el mismo de siempre». «No se le ha visto un cambio de actitud ni de forma de ser pese a todo lo que ha conseguido», apunta su presidente. Esa humildad, unida a una ética de trabajo ejemplar, bien podría explicar por qué Delgado está destinado a inscribirse entre los grandes próceres del deporte canario.

El dirigente canario lo define como una «generación espontánea», un diamante en bruto que, no obstante, se ha esculpido a base de horas de esfuerzo. «Por mucha calidad que tengas, si no trabajas cada día los resultados no llegan solos», verbaliza en este sentido.

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