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La inspiradora historia de Navin Khatwani, el 'runner' tinerfeño que le ganó a la metástasis: "Doy gracias de que me haya pasado porque ahora veo la vida de diferente manera"

Ahora con 30 años, el adejero comenzó una segunda vida cuando le diagnosticaron un cáncer con 25

El deporte fue para él la mejor medicina y el trampolín hacia una metamorfosis total: ahora es feliz y apunta alto en las carreras

Navin Khatwani en la Gomera Paradise 2025.

Navin Khatwani en la Gomera Paradise 2025. / ChicPic Photo&Film / Gomera Paradise

Luisfer Cabeza

Luisfer Cabeza

Santa Cruz de Tenerife

Un cuarto de hora de conversación con Navin Khatwani es casi como una terapia de vida. Este adejero de 30 años te golpea cuando te habla del cáncer que sufrió y superó, te contagia con un torbellino de energía y alegría cuando se expresa y te inspira por la manera en la que se enfrentó a la metástasis. No es que saliera más fuerte la enfermedad, sino que lo hizo como una persona nueva y, de paso, como un corredor excelso.

De padres naturales de India, Navin nació y se crio en Adeje. Es “más canario que las coles”. Tanto, que advierte de que, cuando termine la llamada en la que atiende a EL DÍA, le toca “comer un escaldón” con su pareja. Empieza fuerte y con una sonrisa. Siempre con una sonrisa. Incluso en un día de madrugón para ir a la pista a correr series, salir volando al trabajo y, al terminar la jornada, pasar por el gimnasio.

De Las Zocas al 'running'

En el sur de Tenerife, el joven Khatwani llegó a practicar fútbol en la base de la UD Las Zocas, pero el deporte no le motivaba demasiado. No como ahora, que empieza a hacerse un nombre en el mundo del trail y del asfalto tinerfeño. Porque Navin es un ganador. Lo tiene claro, quiere “ser alguien en el mundo de las carreras”. Y está en el camino. Fue sexto en los 30 kilómetros de la Gomera Paradise en la primera carrera que hacía después de un tiempo de parón y, unas semanas después, ganó en la distancia corta (12 km) de la Isla Baja Trail.

Ahora que está en su mejor momento, Navin relata que ha tenido “dos vidas”. Una hasta 2020 y otra a partir de entonces, cuando le diagnosticaron un cáncer que acabó superando. “Antes tenía un estilo de vida y ahora tengo otro. A día de hoy, doy gracias de que me haya pasado eso porque ahora veo la vida de diferente manera. Yo solo pensaba en salir los fines de semana, en la fiesta. Mira, yo conozco a gente que sigue atascada. Me he alejado de esas personas. Abres los ojos y te das cuenta de las cosas. Te tomas un café con esas personas y tienen la misma conversación que hace cinco o diez años. No avanzan. Yo lo que pienso es: qué bonita es la vida. Donde haya discusiones, donde haya malos rollos... ahí no quiero estar. Me aparto y sigo mi camino”.

El diagnóstico

Y lo tuvo difícil, el 'Navin 2.0', para salir adelante. Apenas con 25 años, Khatwani comenzó a sentir “de repente” un fuerte dolor abdominal y en el pecho. “Estuve dos-tres meses sin dormir, recorriendo todas las urgencias de la Isla. Los médicos me decían que tenía gastritis, que tomara unas pastillas y en unas semanas estaría bien”. Nada más lejos de la realidad.

En esa época, el adejero tenía planificado trasladarse a Londres. Encontró trabajo y se marchó. Su llegada a Inglaterra coincidió con los meses más fríos del año y el clima acentuó su sufrimiento. “El dolor era cada vez más fuerte, tanto que, aunque me defiendo perfectamente en inglés, llegó un punto en el que ni siquiera entendía lo que me decían cuando me hablaban”, explica Navin.

Angustiado, regresó a Tenerife y acudió de nuevo al médico acompañado por su hermano. “Fui llorando porque ya no aguantaba más. Él les dijo que estábamos desesperados, que nos ayudaran porque ya no podía ni dormir. Al día siguiente me hicieron un TAC y vieron que tenía metástasis. Tenía el cuerpo lleno de ganglios. Recuerdo que al médico se le cayó la cara de vergüenza cuando me dio el diagnóstico. Fueron dos meses con 48 sesiones de quimioterapia. Me quedé sin pelo, claro, y pesando 40 kilos [Navin mide 1,79]. Luego vino una operación. 'Si tuvieras 50 años, no hubieses sobrevivido', me dijeron los sanitarios”, recuerda antes de apostillar que, gracias a dios, ahora se encuentra perfectamente.

Lo más curioso de la metamorfosis de Navin fueron el momento y el motivo por el que empezó a correr. Fue su oncólogo quien le dijo que la “mejor medicina” que le podía recomendar era “hacer deporte”. “Y así fue. Tenía razón. La mejor medicina es sudar. Te quita todos los males”, manifiesta Khatwani.

Navin Khatwani, en una carrera de trail.

Navin Khatwani en una carrera de trail, la Val d'Aran BY UTMB. / Sportograf

Sus primeras carreras

¿Entonces, empezaste a correr durante la enfermedad? Navin suelta una carcajada, una de tantas. Y cuenta con detenimiento. “Yo vivo en Fañabé... Fíjate en una cosa. Lo más duro que te puede pasar en la vida es someterte a quimioterapia. Te quedas muy débil y se te quitan las ganas de todo. Pero yo no. Yo tenía muchas ganas de vivir. Yo tenía una semana de quimio diaria y otra de descanso. El jueves y el viernes en la semana de quimio y, la siguiente semana, salía con la máquina puesta en el pecho [lleva un catéter] y hacía cinco kilómetros diarios. Yo empecé en ese momento y todavía tengo esa rutita de cinco kilómetros. Cinco kilómetros exactos”.

“Yo no podía descansar. No podía hacer reposo. Mi cabeza me pedía que no me quedase parado. Aunque saliese a las tres de la tarde a correr con la máquina a cuestas. La gente me decía que estaba loco, pero yo era muy cabezón. Yo sabía que lo iba a lograr, que iba a ganar”, continúa relatando el triunfador. Navin le ganó la batalla a una metástasis y, de paso, ganó una vida nueva. Una vida mejor.

Khatwani, liderando la Isla Baja Trail en la parte final de la prueba.

Khatwani, liderando la Isla Baja Trail en la parte final de la prueba. / Isla Baja Trail

Sus primeras conquistas

En la Gomera Paradise, su primera carrera tras un tiempo sin competir (pasó una época en la que se inscribía “en todas las carreras” y acabó perdiendo la motivación) fue sexto en la modalidad de 30 kilómetros y, en la Isla Baja Trail (Los Silos), primero en 12 kilómetros. Menos distancia para equilibrar después del gran esfuerzo en la Isla Colombina.

Pero Navin no es un corredor de montaña. Tampoco de asfalto. Lo es de las dos cosas. Trabaja a menudo en pista de atletismo y en su calendario destaca la Maratón de Valencia, que se disputa en diciembre. Unos meses después, en marzo de 2026, tocará la modalidad Ultra de la Tenerife BlueTrail: 110 kilómetros. “Me gustan todas las distancias porque, si te gusta correr y te esfuerzas, te sale todo”, afirma convencido. Así es Navin Khatwani, el corredor total y una auténtica inspiración.

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