Indignación en un equipo de fútbol tinerfeño tras no poder ascender: "Lo que nos han hecho es una canallada"

El CD Machuka, de la Cruz Santa, renuncia al partido definitivo por el ascenso al no tener jugadores disponibles en la fecha elegida de forma unilateral por el Juez Único de Competición

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El Día

Santa Cruz de Tenerife

“Lo que nos han hecho es una canallada”, lamenta Abel González, entrenador del CD Machuka. El combinado de la Cruz Santa terminó en segundo lugar la temporada regular en el Grupo 1 de la Regional Segunda Tinerfeña, clasificándose así para las eliminatorias de ascenso a Primera.

Victorioso en el duelo de semifinales ante El Tranvía, el combinado realejero debía medirse al Añaza B (Añapro B) a domicilio en la final por subir a Primera. El partido se fijó para la noche del 6 de junio a las 21:00 en el María José Pérez. La contienda arrancó con normalidad hasta que, superados los 12 minutos de juego y con 1-0 en el marcador, se produjo el lanzamiento de un objeto a uno de los asistentes, motivo por el que el árbitro principal decidió suspender el encuentro.

La secuencia derivó a partir de entonces en la invasión del terreno de juego de decenas de individuos que hicieron necesaria la intervención policial para proteger al trío arbitral y garantizar su salida segura de la instalación. El nivel de agresividad fue tan grande que testigos del momento aseguraron a EL DÍA que los vándalos en cuestión llegaron a utilizar cohetes como munición contra los agentes de la autoridad. Estos, de hecho, respondieron disparando un arma de fogueo como elemento disuasorio.

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El Día

Una resolución controvertida

A la postre, el Juez Único de Competición de la Federación Tinerfeña de Fútbol -órgano adscrito a la institución deportiva pero cuyas deliberaciones tienen carácter independiente- decidió que el duelo debía reanudarse a partir del minuto en el que había sido detenido en el campo de La Salud, a puertas abiertas, y el sábado 21 de junio a las 12:00.

Quizá lo más razonable hubiese sido que el juez único delegase en la Federación la tarea de acordar con los clubes un campo neutral y un horario que pudiese acercarse a las demandas de las dos partes, e incluso tomar en consideración el criterio de la propia Policía. De hecho, y a instancias de los cuerpos de Seguridad, el Ayuntamiento de Santa Cruz optó por prohibir la asistencia de público al choque, determinación que no gustó al Añaza según hizo ver el propio club en sus redes sociales.

El Machuka, sin jugadores

Para el Machuka, el problema no fue tanto el escenario alternativo (aunque neutral, mucho más cercano geográficamente para su rival) ni el lógico temor que llegaron a sentir cuando inicialmente se permitió la presencia de público, sino la fecha el horario elegidos. Primero, porque -igual que para el Añaza B-, la resolución se emitió sin apenas margen de maniobra: solo tres días desde la comunicación hasta la disputa del duelo. Y segundo, por el día y la hora: un sábado a mediodía, horario casi inédito para la categoría en cuestión.

Así, y según explica Abel González, el conjunto crusantero se quedó sin jugadores suficientes para afrontar el compromiso, por lo que se vio obligado a renunciar a jugar. “Esto es Segunda Regional, hay que tener en cuenta la realidad de los clubes. Nosotros teníamos disponibles a 11 jugadores de la plantilla, y dos de ellos eran porteros. Tendríamos que haber utilizado a uno de los dos porteros como delantero centro y eso no iba a pasar. Por respeto a este club y por amor propio. La mayoría de los chicos del equipo son del barrio y van caminando al campo, eso no lo íbamos a permitir”, cuenta el técnico con frustración y orgullo a la vez. Para él han sido días difíciles, de esos en los que se pierde la ilusión por el fútbol y la confianza en el sistema.

Triple castigo

Actualmente denominado Machuka, el equipo con sede en el histórico campo La Suerte es el nombre con el que se decidió denominar al club que sustituye provisionalmente al Cruz Santa, que renunció a jugar en Primera Regional justo antes de la 23/24 y fue sancionado con dos temporadas sin poder competir en categoría amateur. El curioso nombre es el de un extinto club más antiguo incluso que el propio Cruz Santa. Más allá de lo anecdótico, esta situación condiciona también para mal al Machuka, que no tiene equipos de base adscritos, por lo que el primer equipo no puede tirar de juveniles en caso de lesiones, bajas o sanciones.

La desgracia para los de azul y blanco no solo es doble (verse perjudicado por unos graves altercados primero y por una fecha de reanudación que imposibilitó a los de González participar en la eliminatoria después), sino triple. La previsión es la de que el partido les figure como por perdido por 3-0, quedándose también sin el premio de hacerse con una plaza de ascenso extra de la que disfrutará el perdedor con peor diferencia de goles en las dos eliminatorias definitivas. En la otra, el Barranco Hondo se impuso al Esperanza por 1-0, así que los de El Rosario acabarían subiendo.

Cambio de criterio

González se refiere también a esta circunstancia. “No tiene ningún sentido que los cruces de las eliminatorias se hagan por coeficientes, igual que la elección del equipo que juega de local [todos los cruces de la promoción son a partido único], y justo ahora se cambie de criterio. Sabemos que no somos un club influyente en la Federación, y quizá molestó que la temporada pasada se retirase al equipo cuando la Primera estaba a punto de comenzar, pero no merecemos esto. Hay clubes que están presionando mucho. Antes de la promoción, alguien de la Federación dijo a otro de los clubes participantes que la tercera plaza de las finales se repartiría por coeficiente, pero ha resultado no ser así”, reclama.

El técnico, de igual manera, asegura que el club no se han rendido y ya se ha asesorado a través de servicios jurídicos deportivos (con la ayuda del Ayuntamiento de Los Realejos) con el objetivo de agotar todas las vías legales posibles para salvaguardar unos derechos que consideran ultrajados.  

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