Un Pedri a lo David Silva y Valerón

El tinerfeño vuelve a dar una lección en la Roja y sube peldaños para convertirse en el mejor jugador canario de la historia. Pisando el área, es el punto preciso de equilibrio y genialidad con los aviones de Yamal y Nico Williams. Con una medalla de plata olímpica y una Eurocopa, el domingo busca su primera Liga de las Naciones.

El tinerfeño Pedro González 'Pedri' luciendo la primera equipación de la selección

El tinerfeño Pedro González 'Pedri' luciendo la primera equipación de la selección / Europa Press / Europa Press

Un Pedri desatado, pisando área y bailando al son del gol como David Jiménez Silva en la final de la Eurocopa de 2012 en Kiev (1 de julio de 2012) o Juan Carlos Valerón en el Mundial de Japón y Corea (perforó el arco de Eslovenia en junio de 2002 en la fase de grupos). La conexión Archipiélago-gloria se reactiva con el papelón del infante de Tegueste, que ayer hizo el cuarto en el histórico y loco (5-4) a la Francia de Mbappé y Dembelé en el Mercedes Benz Arena de Stuttgart. En ese ida y vuelta sin control, la Roja dejó constancia de su instinto, voracidad y capacidad de autodestrucción. Es el fin del tiqui-taca y del control estéril. Con Yamal, Pedri y Nico Williams bajo los acordes de Quevedo, España luchará por su segunda corona de la Liga de las Naciones y como firme aspirante a campeona del mundo.

Mientras todos miran a Yamal y a Dembelé, en ese pulso por el Balón de Oro, Pedri colecciona elogios. Una devoción planetaria al Iniesta de Tegueste, que tiene cosas de Valerón y otras de Silva. El temple y la elegancia del Flaco, así como el nervio para defender como un maratoniano sin balón. Con solo 22 años, el domingo se cita con Cristiano Ronaldo (20.00 horas, TVE) con el único desafío de ampliar su palmarés. Medalla de plata en los Juegos de Tokio, semifinalista y campeón de la Eurocopa (2020 y 2024) y ausente en la conquista de la Liga de las Naciones de 2023 por lesión en Róterdam. Ahora podrá redimirse de su particular calvario por las lesiones y su evolución física le delata.

Es el mejor Pedri con su cartel ultraofensivo. «No diré quién prefiero que gane el Balón de Oro, para mí ya es un orgullo que se me nombre. Se trata del mayor reconocimiento a mi trabajo, pero yo prefiero quedarme en un segundo plano», manifestó ayer el tinerfeño, con una cláusula de mil millones y que dejó 25 kilos en las arcas de la UD Las Palmas. La mayor transacción en los 75 años de vida del club pío pío y la mayor herida en la historia del CD Tenerife. Dejaron escapar a un diamante infinito. La simbiosis perfecta con Valerón y Silva. Un híbrido entre el fútbol de salón de Arguineguín y la furia. Un elemento para el desequilibrio cuando Nico y Yamal se suben al Ferrari.

El mejor de la historia canaria

El reto de Pedri es el de superar a Silva –campeón del mundo en Sudáfrica– y convertirse en el mejor jugador en la historia del balompié canario. Icono del Barça y de la Roja, le falta la corona de Estados Unidos, Canadá y México de 2026. Valerón (46 duelos internacionales, 5 tantos) y Silva (125, 35) personifican la clase infinita, así como el pase imposible. El ADN de Moleiro y Yeremay. Pero Pedri es la mezcla más perfecta, un potaje entre la anticipación y la definición. El ‘20’ cautiva en una España directa y con fisuras. Adiós a la posesión mentirosa para sembrar el pánico con una partitura salvaje.

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