Entrevista | Lisbet Arredondo Exjugadora del Haris

Lisbet Arredondo: "Fueron cinco años maravillosos en el Haris y tocaba cambiar"

Tras cinco temporadas defendiendo la elástica azul y blanca, la receptora cubana cambia el papel de jugadora por el de leyenda

Se marcha la capitana, brújula y latido del Pablos Abril

Lisbet Arredondo.

Lisbet Arredondo. / CV Haris

Santa Cruz de Tenerife

¿Qué le genera este adiós?

Bueno, la verdad es que, a pesar de todo, estoy bastante contenta. Me voy tranquila, porque creo que el Haris me ha dado muchas cosas, pero yo también se las he dado. O sea, que estamos bien, estamos en paz. En la vida todo es una etapa, y yo creo que esta ya tiene que terminar para que yo siga avanzando y encuentre otro camino. Así que no hay nada de tristeza ni de nostalgia, al contrario. Creo que pueden venir cosas muy bonitas para mí, muy interesantes, y es lo que quiero y lo que toca.

Llegó a Tenerife en 2020, y tras eso, una Superliga, dos Copas de la Reina y una Supercopa de España, ¿se imaginaba que todo saldría tan bien?

Yo creo que sí, porque siempre, con el proyecto que plantea el equipo al inicio de temporada, los fichajes que se hacen y tal, la forma de trabajar... uno más o menos sabe cómo pueden ir las cosas. Así que sí, yo creo que sabía que venía a un equipo competitivo, que siempre luchaba por estar en buenas posiciones en la tabla, y eso es algo que me gusta. También que siempre trabajamos para ganar, sobre todo cuando estaba la etapa de Juan Diego García, que fue magnífica y se trabajaba con objetivos claros y sin dudas. Por eso, con la forma de trabajar y los proyectos que se planteaban, creo que desde el inicio se veía un poco lo que se podía conseguir. 

¿Cómo se gestó la salida?

Bueno, yo creo que pasaron cosas por ambas partes que llevaron a eso. Lo primero es el tema de mi transfer, que para las cubanas suele ser un problema bastante caro, y el club no podía afrontarlo. Por mi parte, también necesito un cambio y, como te dije antes, todo son etapas. Yo también quería tomar otro camino. Entonces, creo que se dio por ambas partes. La decisión, en realidad, el primer planteamiento lo hizo el club, pero aunque no lo hubiesen hecho, yo también habría querido irme, porque ya, como te dije, fueron cinco años maravillosos en el Haris y, bueno, tocaba cambiar.

Viene de una temporada marcada por las lesiones, pero pudo regresar en el playoff, siendo incluso MVP en el partido de ida contra el Heidelberg.

Sí, bueno, me hubiese gustado jugar toda la temporada y terminar con un título, obviamente. Pero si no se puede, ya no hay nada que hacer. Tenemos que aceptar las cosas como son y, al final, me queda la tranquilidad de que me esforcé y di siempre lo mejor de mí, lo que podía en cada momento para aportar y ayudar al equipo. Creo que por eso me voy tan tranquila, porque en cada situación busqué la forma de estar con el equipo.

¿Con qué título se queda?

Bueno, fueron tantas cosas que… [silencio] a veces, incluso momentos en los que no conseguimos títulos, pero que fueron muy bonitos. Pero creo que me quedo con el año en que ganamos la Copa y la Liga, y en el que estuve jugando, porque hubo otro año en el que también se ganó, pero yo estaba con la lesión del codo y tal. Así que me quedo con el año en que, estando en cancha, ganamos la Copa de la Reina en Lugo y la Liga en casa. Eso fue insuperable, de verdad. Una sensación muy bonita y algo que nunca olvidaré.

¿Y el momento más especial?

Tendría que pensar bastante. Como te decía, fueron muchos años y muchas cosas. Para mí, la etapa más especial, la más bonita, fueron los primeros tres años, cuando tuvimos casi siempre a la misma plantilla. Tuvimos un grupo muy bonito y vivimos cosas muy especiales. Los puntos, casi todos intensos, pero yo creo que el partido en casa contra Panathinaikos, para el pase a la final de la CEV, fue uno de los más emocionantes. Me quedo con eso, con ese partido y con el final de ese partido.

Da la impresión de que algo de usted se queda en el Haris.

Yo siempre dije que, desde que llegué, me sentía como en casa. Es un club muy familiar, que acoge a las jugadoras y siempre intenta tenernos lo mejor posible. Eso es algo que se agradece. La afición también es muy importante. Los fieles, los que están desde toda la vida, desde que estaban con el Marichal, son personas que apoyan al club a muerte, sea cual sea el resultado, y son muy cercanos, muy cariñosos y comprensivos con las jugadoras. No solo están en los momentos buenos, sino también en los malos. Y la verdad es que me quedo con ese cariño, por la afición y por el club.

¿Tiene encaminado su futuro?

No te lo puedo confirmar, pero sí, ya tengo algo casi cerrado y estaré cerca. 

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