Una salvación «de película»

27 segundos. Con un jugador menos. Empate en el marcador. Y el Arona Tenerife Guanches al borde del precipicio –el playout por el descenso– ante el Espanya Hoquei Club de Palma, el tercero. Pero llega el milagro. En el último segundo, literalmente, Eric Baldwin coloca el 4-3 para sellar la victoria y escapar del abismo. El Arona Tenerife Guanches elude la salvación y mantiene su lugar, un año más, entre los grandes del hockey línea nacional.

Lo ocurrido en el pabellón de Arona la tarde del sábado roza lo inexplicable. Era la última jornada. Los de Asier Gayoso necesitaban un milagro: ganar a uno de los mejores equipos de la temporada, el Espanya Hoquei Club de Palma, y esperar a que Las Rozas cayera. Y sucedieron ambos hechos... contra todo pronóstico. Pero lo primero no fue un simple triunfo. Lo describe Gayoso, entrenador-jugador del equipo, como «de película». Y tiene razón. Lo vivido en el Domínguez Grillo contó con un guion imposible de predecir.

En Las Rozas (Madrid), arrancaba a la misma hora (20:00) el Joker Floors-Tres Cantos, antepenúltimo contra último –el playout esperaba a los dos últimos–. Los locales, favoritos, partían con todo a favor: el partido en casa y la victoria le bastaba para evitar el descenso. Pero en una muestra de la aleatoriedad de una Liga Élite donde solo 15 puntos separan al último del tercero, el Tres Cantos se imponía en Las Rozas con un abultado 2-5.

Primer paso dado, pero en Tenerife la salvación se escapaba con el 3-3 a menos de un minuto del final. Los Guanches (penúltimos) necesitaban el cuarto justo cuando se quedaban con un jugador menos en pista. Había que tirar del pabellón Jesús Domínguez Grillo –que regaló una de sus mejores postales de la temporada– para llevar al cuadro sureño en volandas en los instantes finales del envite. «Puede sonar romántico, pero en esos 27 segundos, la afición suplió la falta del jugador en la pista», recuerda Gayoso. Luego, un tiempo muerto, un robo, un ataque... y el gol. Eric Baldwin, cuando quedaba un segundo, materializaba el 4-3 para salvar a Los Guanches. «Estaba justo detrás. Me giro, miro el marcador, y solo queda un segundo… Es de película. Es de película», repite el estratega.

«Probablemente sea una de las cosas más épicas que he visto en el mundo del deporte. Incluso siguiendo muchos deportes, esta forma de conseguirlo es bastante épica», así de claro lo dice el preparador navarro. Histórico no, aclara. Porque el objetivo al principio de la temporada era otro. No era salvarse. Era luchar por estar arriba. Pero las circunstancias convirtieron la permanencia en algo que va más allá.

Ahora toca descansar, como dice su entrenador. Descansar, respirar… y preparar el futuro. «Nos hemos tomado unos días para disfrutarlo, para celebrarlo, para desconectar, tanto física como mentalmente», confiesa el entrenador, que desvela –sin atreverse a asegurar– que, por fin, el cambio de pista parece inminente: «Nos iremos al pabellón de Las Galletas con suelo nuevo y valla nueva». Eso supondrá mejores entrenos, de más calidad. «Este año, las horas de pista fueron pocas y de mala calidad», admite en este sentido.

Se avecinan cambios, también en la plantilla, para evitar caer en los mismos errores, para luchar por lo que les corresponde: la cima de la Liga Élite, como debió haber sido este año. Porque, como recalca el técnico-jugador, «este equipo tenía plantilla para estar más arriba». ¿Seguirá Asier Gayoso liderando el barco? «Lo más probable es que sí».

La liga ha sido una locura. El descenso más caro de la historia. El último termina con 15 puntos y el primer clasificado a playoff –el cuarto–, con 28. «Eso nunca se había visto», verbaliza el navarro. Una montaña rusa. Pero Los Guanches seguirán un año más subidos en ella. Vivos. Más vivos que nunca. n

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