Sin nada que perder ante una máquina de ganar

El Club Voleibol Haris se asoma hoy (18:30 horas) en el Miguel Solaesa de Gran Canaria a uno de los retos más ambiciosos de su historia reciente, la vuelta de los cuartos de final del playoff por el título. Enfrente, el Heidelberg-Volkswagen, el coloso que reinó con puño de hierro la fase regular. Pero el Tenerife Libby’s La Laguna ya ha demostrado que no teme a los gigantes. Lo hizo en el primer asalto de la serie, y esta tarde, en el duelo definitivo, buscará volver a oponerse a la lógica y derribar al todopoderoso rival grancanario.

Llegaba el Haris al playoff con más dudas que certezas. Una liga regular de altibajos, lesiones y discontinuidad. Lo decía Facundo Morando, su técnico, en la previa de la ida: «Nunca pudimos repetir alineación en dos partidos consecutivos». Un equipo remendado, con piezas tocadas. Entre ellas, su capitana Lisbet Arredondo, en duda hasta el último momento por una distensión en la mano. Al otro lado de la red, un rival casi intocable, con una sola derrota en toda la fase regular. Apuntaba a un vendaval en contra.

Pero allí estuvo el Pablos Abril para hacer lo suyo. El coliseo lagunero, abarrotado, y una Lisbet Arredondo que regalaba destellos de su mejor versión que hacían inspirar, empujar y creer al cuadro de Morando. El resultado, una victoria de carácter. Un 3-2 en el tie-break que deja a la escuadra blanquiazul más viva que nunca.

«La verdad que fue mágico», confiesa David Martín, presidente de la institución lagunera. «Todos nuestros aficionados, todos los niños de cantera… Es bonito estar en esa situación. La gente salió muy contenta con el partidazo que hubo por ambas partes, y sobre todo por la magia que se vivió en el pabellón rodeado de tanta gente», afirma el dirigente, que sabe que «aún queda mucho por recorrer» y, sobre todo, «lo más difícil».

No hay dudas. A pesar de la victoria en la ida, a pesar de tener asegurado un tercer partido que se jugaría el domingo en Gran Canaria, el Tenerife Libby’s sigue sin ser el favorito. Porque delante volverá a estar el rival más temible de la liga. «Aunque hayan perdido contra nosotros, siguen siendo los favoritos. Están ahí por méritos propios y quieren aspirar al título», advierte Martín.

Repetir la intensidad defensiva del primer asalto será imprescindible. También la suerte. Una buena dosis. Eso, que se juegue el partido perfecto y esperar a que las grancanarias no tengan su mejor día. La ventaja, al menos, es psicológica, porque el Libby’s saldrá sin presión. «Tenemos el aliciente de que no tenemos nada que perder. Sin embargo, ellos tienen la presión de tener que ganar para forzar el tercer encuentro», señala Martín en este sentido.

El Haris desembarca en Gran Canaria con la fe intacta. A sabiendas de que le espera un gigante al otro lado de la red, pero el equipo lagunero sabe moverse en la incertidumbre, y, como en la ida, golpear cuando nadie lo espera. Tienen hambre, tienen orgullo. Y, sobre todo, ganas de demostrar que, a pesar de los golpes sufridos esta temporada, siguen en pie.

«No sé lo que va a suponer, pero está claro que, como objetivo, ganarle al que ha sido el más regular de toda la temporada y nosotros, quizás, de los menos regulares por todas las lesiones que hemos tenido, pues la verdad que sería una alegría», vaticina Martín en la antesala del derbi. n