Javier Rabanal, al mando del sueño sudamericano

El entrenador tinerfeño ya se encuentra en Ecuador, listo para asumir el mando del Independiente del Valle tras un año brillante al frente de su filial

Javier Rabanal, al mando del sueño sudamericano.

Javier Rabanal, al mando del sueño sudamericano. / ED

Bruno Sánchez

Bruno Sánchez

Santa Cruz de Tenerife

El tinerfeño Javier Rabanal arranca esta semana con un nuevo reto que lo eleva a las alturas del fútbol sudamericano. Tras un esplendoroso periplo por Holanda, marcado por su paso por el PSV, y una breve pero exitosa etapa en el filial del Independiente del Valle, Rabanal ha sido nombrado recientemente como entrenador del primer equipo.

A sus 45 años, la carrera de este técnico santacrucero ha sido como una sinfonía bien compuesta, marcada por la disciplina, el método y una constante búsqueda de crecimiento profesional. Tras pasar cinco años y medio en los Países Bajos, primero en el Willem II como jefe de metodología y luego como asistente de Ruud van Nistelrooy en el PSV Eindhoven, Rabanal decidió marcharse hacia la tierra del sol ardiente. «Tuve propuestas del Spartak de Moscú y de un gran club en Francia, pero elegí Ecuador porque sabía exactamente dónde iba. Nadie lo entendió, pero yo lo tenía clarísimo», afirmó.

Y, como buen estratega, no se equivocó. Rabanal aterrizó en el país de los cuatro mundos en enero de 2024 con la firmeza del que sabe que el camino que ha elegido tiene algo de destino y algo de desafío. En su primer paso, asumió la dirección del Independiente Juniors, el filial del Independiente del Valle, en la Serie B (Segunda División). En menos de un año, convirtió al equipo en una máquina de sueños. Impuso su filosofía de juego y logró la cuarta posición en la tabla. Su mayor proeza llegaría en julio de 2024, cuando eliminó al Barcelona de Guayaquil, un gigante del fútbol ecuatoriano, con una victoria por 2-0 en la Copa. Un golpe de autoridad en forma de un triunfo que resonó en todo el país.

Javier Rabanal, al mando del sueño sudamericano | EL DÍA

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Sus victorias, su fútbol y la impregnación de su sello en el filial del equipo de la ciudad de Sangolquí cincelaron a un entrenador que no pasaría desapercibido. De ahí que los dirigentes de la entidad, sabedores de que habían encontrado a un hombre capaz de llevar la bandera del Independiente a lo más alto, confiaran en Rabanal para ser el líder del primer equipo para la nueva temporada. «Me llamaron tras evaluar el año y me dijeron que podía ser una opción. En un par de días todo estaba decidido. Es un club que maneja las cosas de manera muy familiar», comentó sobre el proceso.

Ahora, Rabanal se enfrenta al desafío más grande de su carrera, el de liderar al Independiente del Valle en la Serie A de Ecuador, pero sobre todo, en el torneo internacional más prestigioso de América, la Copa Libertadores. «Por ahora no siento presión. Hay muchas cosas que organizar antes de pensar en la Libertadores. Debemos armar la plantilla, dejar cerrados los fichajes y trabajar la conexión con la cantera. Pero es ilusionante estar al frente en una competición tan importante», explicó sobre el reto monumental.

Su torneo doméstico, la Liga Pro ecuatoriana, es un océano de contrastes, con aguas turbulentas en algunos lugares y calmas en otros. Para Rabanal, es una liga «muy competida, con grandes equipos como Barcelona, Emelec y Liga de Quito». Pero también hay «mucha diferencia» entre los clubes fuertes y los de la parte baja. Aún así, el técnico isleño cree que tiene «cierto parecido con la Eredivisie» en su estructura.

Javier Rabanal, al mando del sueño sudamericano | EL DÍA

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El objetivo inmediato será el de mantener al Independiente del Valle en la senda de los éxitos. Porque si bien hablamos de un club virgen –fue a partir del 2009 cuando se establecería en la élite nacional–, también lo hacemos de una entidad que ha disputado 11 finales en los últimos 8 años, ha ganado dos Sudamericanas y ha llegado a una final de la Libertadores. «Queremos seguir optando a finales y, si es posible, sumar nuevos títulos», declaró su nuevo técnico.

Una escuela suprema

La travesía europea de Javier Rabanal fue un viaje hacia la misma esencia del entrenador moderno. Tilburgo y Eindhoven se convirtieron en las escuelas de un técnico con bagaje en China y Canadá. «Estuve en Holanda cinco años y medio, y durante los primeros cuatro aprendí mucho en el Willem II. Al asumir el rol de jefe de metodología, mi propio método como entrenador evolucionó», recordó Rabanal sobre las enseñanzas que hoy se han convertido en la brújula de su carrera.

Su verdadera reinvención, sin embargo, llegaría con su incorporación al PSV en la temporada 22/23, un salto respaldado por el legendario delantero Ruud van Nistelrooy, que por aquel entonces era el primer entrenador de los Boeren. «En el PSV aprendí cosas que no aparecen ni en los libros ni en los cursos para entrenadores, ni siquiera en los temas de metodología. Todo lo que rodea a un primer equipo va más allá de elegir una tarea u otra. Tiene que ver con el marketing, las ruedas de prensa y muchas otras áreas que afectan al rol del entrenador», explicó Rabanal, quien en este proceso de transformación tuvo a la figura de Ruud van Nistelrooy como la de mentor y eje central. «Ruud era un maestro en este tipo de cosas, y en la gestión de la plantilla también», subrayó. Fue bajo su tutela que entendió cómo trabajar con futbolistas tan distintos como Luuk de Jong, un veterano curtido en mil batallas, o Noni Madueke y Xavi Simons, unos diamantes en bruto que apenas comenzaban a brillar. «Jugadores que son tan buenos no los estimulas con cualquier cosa», confesó, dejando claro que en la élite, las pocas tareas que hagas con ellos «tienen que aportarle a jugadores que son súper talentos».

Hoy, en tierras ecuatorianas, Rabanal llevará consigo el eco de esas lecciones y busca hacer de la delegación su arma secreta. Como un director de orquesta que confía en sus músicos, el santacrucero quiere rodearse de especialistas que se encarguen de las notas secundarias para que él pueda concentrarse en la melodía principal. «Me quiero rodear de gente especialista para dedicarme a lo que me tengo que dedicar y que las pequeñas cosas no me quiten energía porque sean los asistentes los que las puedan resolver sin tener que consultarme», explicó.

Alexander Isak

«Me cambió totalmente la perspectiva de lo que es un jugador con potencial de alto nivel». Luego llegarían los Simons, los Sangarés, los Gakpos o los Savinhos, pero Alexander Isak fue el primer contacto de Javier Rabanal con la élite mundial. Fue en el Willem II, donde el técnico tinerfeño desempeñaba el cargo de jefe de metodología y «se metía todos los días en el campo» para verlo entrenar. Isak llegó tras no tener minutos en el filial del Borussia Dortmund, pese a haber sido pretendido previamente por el Real Madrid. Fue entonces, en la Eredivisie, cuando el Ibrahimović negro estalló. «Tú veías la velocidad a la que ejecutaba las acciones, y ya Adrie Koster, que era el entrenador, sonreía y me decía: ‘Javi, esto no es normal’. La rapidez con la que ejecutaba todas las jugadas era impresionante, y eso me hizo entender que era mucho más que un buen futbolista, incluso comparado con los que había visto hasta ese momento». El chico de Solna «tranquilo y callado», ahora estrella del Newcastle en la Premier, firmó una media vuelta brillante en la Eredivisie con 14 goles en 18 partidos que le valieron para ser traspasado a la Real Sociedad. Hoy es considerado uno de los mejores delanteros del mundo.

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